Número de Expediente 256/03

Origen Tipo Extracto
256/03 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación MORALES Y ARANCIO DE BELLER :PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES ACERCA DE LA RESTAURACION DE IGLESIAS DECLARADAS MONUMENTOS NACIONALES.
Listado de Autores
Morales , Gerardo Rubén
Arancio de Beller , Lylia Mónica

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
19-03-2003 26-03-2003 19/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
20-03-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 31-01-0006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-0256/03)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN

El Senado de la Nación

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, a través de la
Dirección Nacional de Arquitectura, informe sobre las medidas adoptadas
en vinculación a la restauración, con carácter de urgente, de iglesias
declaradas monumentos nacionales y que presentan graves signos de
deterioro.


Gerardo R. Morales.- Lylia M. Arancio de Beller.-



































FUNDAMENTOS

Señor presidente,

En 1585 los jesuitas llegaron a Santiago del Estero y dos años más
tarde a Córdoba. En 1608 se encontraban en la ciudad de La Trinidad y
Puerto de Buenos Aires y un año después fundaron la primera misión del
Paraguay, San Ignacio Guazú.

Fue en 1661 en la denominada manzana de las luces, nuevo predio en la
manzana limitada por los actuales calles Bolívar, Moreno, Perú y
Alsina, que se comenzó a construir el nuevo Colegio (actualmente
Colegio Nacional de Buenos Aires) e Iglesia de San Ignacio. Un año
después los padres se trasladaron al nuevo edificio que los albergó
precariamente y que se estima fue terminado en 1675.

En 1686 los jesuitas se empeñaron en la reconstrucción de San Ignacio y
en 1712 comenzaron las obras para reparar el antiguo templo que ya
estaba muy deteriorado. En tanto se construía el nuevo se siguió
utilizando la antigua construcción. El templo fue inaugurado en 1722 y
consagrado en 1734.

Años mas tarde Carlos III Rey de España, ordenó la expulsión de los
jesuitas, quienes fueron embarcados en varias fragatas con destino a
Cádiz. El templo permaneció cerrado por tres años hasta que el
gobernador Juan José de Vértiz ordenó su apertura en 1770. La torre
derecha fue levantada en el siglo XIX y con posterioridad se colocó
dentro de ella el reloj que perteneció al Cabildo de la Ciudad.

El templo fue puesto en manos del presbítero Manuel Mansilla. Durante
algunos años mientras se reparaba la iglesia catedral, se trasladaron a
San Ignacio algunas funciones de la misma, entre otras el Santísimo
Sacramento. Las obras de la catedral fueron terminadas en 1791, fecha
en que se trasladó al Santísimo y a las imágenes de San Martín de
Tours, patrono de la ciudad de Buenos Aires nuevamente allí.

La iglesia San Ignacio es el edificio en pie más antiguo de Buenos
Aires, ubicada a una cuadra de la Plaza de Mayo, como ya mencionamos,
tiene una peligrosa rajadura en la base de la torre y las autoridades
eclesiásticas temen que dicho templo se derrumbe.

No es la única que atraviesa este problema, la iglesia San Miguel
Arcángel, de principios del siglo XIX, ubicada en pleno microcentro
porteño, se encuentra cerrada desde hace dos años y medio.
Desprendimientos del cielorraso, entre otros deterioros importantes que
pusieron en peligro la seguridad de los feligreses, determinaron la
drástica decisión.

La catedral de Córdoba, que data de principios del siglo XVIII, tiene
graves problemas en sus cimientos. La rotura de un caño maestro inundó
sectores del templo.

La basílica de Luján, el principal santuario del país, sufrió hace casi
tres años la caída de la cruz de una de sus torres y con frecuencia se
desprenden trozos de mampostería, lo que obligó a rodear el edificio
con una gruesa malla de acero para proteger a los ocasionales
transeúntes. La cruz fue reparada gracias a la voluntad de directivos y
obreros de una Astillero Naval, pero luce actualmente en la entrada de
la basílica ya que nunca fue reinstalada.

La iglesia de la Compañía de Jesús de la ciudad de Santa Fe, otra
construcción jesuita, data del siglo XVII, tiene importantes
filtraciones en sus estructuras y los techos vencidos llevan a pensar
seriamente en que puede desplomarse. De la capilla colonial de Piedra
Blanca, en Merlo, San Luis, está por caerse el campanario. Y la antigua
iglesia de Nuestra Señora de Itatí, en Corrientes, requiere el refuerzo
de su estructura.

Existen 420 monumentos históricos nacionales que, por ley, deben ser
conservados por el Estado, pero éste prácticamente no lo hace desde
hace tres años, y las perspectivas en el corto y mediano plazo son poco
alentadoras. Para muchos ello implica un reflejo de la crisis, que
obligó a recortar y reasignar las partidas. Para otros, es también la
falta de una política de preservación del patrimonio cultural.

La Dirección Nacional de Arquitectura, que ejecuta los fondos para los
trabajos que propone la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y
Lugares Históricos, sostiene que en 2000 no se realizaron obras;
curiosamente, tampoco en 2001. El año pasado, el dinero rondó los 4,5
millones de pesos, pero las obras fueron muy pocas, para el período
actual se ha destinado una cifra similar.

Por todo los argumentos aquí esgrimidos, es que solicito el apoyo de
mis pares en la presente iniciativa.

Gerardo R. Morales.- Lylia M. Arancio de Beller.-