Número de Expediente 2501/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2501/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS :PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS .- |
Listado de Autores |
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Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
16-10-2003 | 29-10-2003 | 148/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
17-10-2003 | 10-03-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
17-10-2003 | 10-03-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 19-04-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 18-03-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:SE AP. UN PD. CONJ. S. 2379 Y 2556/03 C/DICT |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
15/04 | 16-03-2004 | CADUCA POR RENOV. TOTAL | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2501/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión al Día Mundial de las Naciones Unidas, que se celebra el 24
de octubre de cada año, en conmemoración al aniversario de la entrada
en vigor de la Carta de las Naciones Unidas en 1945 y en cumplimiento
de la resolución 2782 de la Asamblea General que recomienda a los
Estados Miembros lo declaren día festivo oficial.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El aniversario de la entrada en vigor
de la Carta de las Naciones Unidas (24 de octubre de 1945) se ha venido
conmemorando desde 1948 como Día de las Naciones Unidas.
Tradicionalmente se ha observado en todo el mundo con la celebración de
reuniones, debates y exposiciones sobre los logros y metas de la
Organización. En 1971, la Asamblea recomendó que los Estados Miembros
los declarasen día festivo oficial por Resolución 2782 (XXVI).
De acuerdo al mensaje pronunciado por
el Secretario General de la Organización, el Día de las Naciones Unidas
es un día especial para cada miembro de la familia de las Naciones
Unidas y para todos los que creen en los ideales de la Organización.
Durante el año 2001 las Naciones Unidas han sido galardonadas con el
Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la promoción de la paz, la
defensa de los derechos humanos y por sus esfuerzos encauzados a la
lucha contra la pobreza.
Todos quienes trabajan e integran los
distintos estamentos de la Organización de Naciones Unidas se sienten
honrados por su trabajo, el cual desarrollan en los diferentes países
del mundo con dedicación y humildad. Saben tal vez que en el
cumplimiento mesurado y silencioso de sus objetivos y mientras siguen
adelante pueden contar con la cooperación y apoyo nuestro, los pueblos
del mundo.
Todas las naciones que formamos parte
de esta comunidad debemos comprender cabalmente que las Naciones Unidas
somos nosotros, y que a su vez la organización existe para asistir y
servir a sus miembros y estados parte.
En el Día de las Naciones Unidas el
Secretario General ha instado a la familia entera de las Naciones
Unidas a permanecer fieles a su misión, y a trabajar más duro que nunca
para aliviar el sufrimiento en cualquier parte del mundo. Al mismo
tiempo que el mundo enfrenta un nuevo desafío, los anteriores
persisten. Las Naciones Unidas son más primordiales que nunca en la
creación de un mundo mejor y más seguro para todos.
Este reconocimiento está finalmente
dirigido a todas las naciones del mundo que integran el sistema de la
comunidad de estados, en la cual alientan la más encendida defensa de
los derechos humanos, las libertades individuales, la necesidad de un
sistema único de paz y seguridad mundial y fundamentalmente el análisis
de los caminos conducentes a saciar el hambre mundial allí donde no
existen los tiempos de espera.
En un nuevo aniversario es momento de
hacer balance: hemos de pasar revista a los logros y fracasos para
después mirar hacia el futuro y considerar el modo de lograr que cada
nuevo año sea mejor que el anterior.
Indigna pensar que cerca de la mitad de
los habitantes del mundo ha iniciado el nuevo milenio en la miseria más
extrema, y que aún hoy persisten en esa situación. Eso es algo que
tenemos realmente que cambiar. Indigna asimismo que los habitantes de
muchos lugares sean actualmente objeto de actos de violencia y de
brutalidad. El siglo XX ha sido el siglo más asesino de la historia de
la humanidad. Hemos de conseguir que el siglo XXI sea más pacífico y
más humano.
Además, es preocupante que el clima
mundial esté sufriendo alteraciones que pueden entrañar la destrucción
de los hogares y los medios de subsistencia de millones de personas.
Las actividades para luchar contra ese proceso y mitigar sus efectos
pueden llegar a constituir la tarea más ardua de todas las que las
Naciones Unidas han de acometer.
Todos los habitantes del planeta
vuelven sus ojos a las Naciones Unidas para que les protejan del
hambre, las enfermedades, la violencia y los desastres naturales cuando
las naciones y las regiones no pueden hacerlo individualmente por
tratarse de una labor urgente. Sin embargo, en las Naciones Unidas
tampoco se puede hacer nada desde lo individual. La fortaleza de la
organización proviene inevitablemente de la fortaleza y los esfuerzos
de los Estados Miembros cuando acuerdan actuar conjuntamente en pro del
bien común.
Este año la conmemoración del Día de
las Naciones Unidas tiene un carácter especial: la población mundial ha
rebasado los seis mil millones de personas y estamos transitando el
inicio de este nuevo milenio en un contexto de desigualdad social y
conflictos bélicos que pueden alterar el equilibrio de las naciones del
orbe. Y si bien se podría considerar desde cierto punto de vista que
éstos fenómenos siempre han existido, sin embargo constituyen un motivo
de preocupación y de reflexión atento a que parece abrirse un nuevo
capítulo de la historia de la humanidad en el que debemos estar más
unidos que nunca por nuestro destino común.
Cuando los dirigentes de todo el mundo
acudieron a Nueva York para celebrar la Cumbre del Milenio, examinaron
las tareas que era necesario encarar y cual es la tarea que puede hacer
la Organización de Naciones Unidas al respecto. Esos dirigentes
tuvieron nuestra representación, la de los pueblos de las Naciones
Unidas, y acudieron firmemente resueltos a adoptar decisiones que
puedan culminar en una vida mejor para todos nosotros y para nuestros
hijos.
Es tarea de todos cumplir con los
postulados y recomendaciones allí emitidos, para propender a alcanzar
los altos objetivos que la Carta de las Naciones Unidas plasmara como
piedra basal del progreso y el bienestar de la comunidad internacional.
Por los motivos expuestos, solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2501/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión al Día Mundial de las Naciones Unidas, que se celebra el 24
de octubre de cada año, en conmemoración al aniversario de la entrada
en vigor de la Carta de las Naciones Unidas en 1945 y en cumplimiento
de la resolución 2782 de la Asamblea General que recomienda a los
Estados Miembros lo declaren día festivo oficial.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El aniversario de la entrada en vigor
de la Carta de las Naciones Unidas (24 de octubre de 1945) se ha venido
conmemorando desde 1948 como Día de las Naciones Unidas.
Tradicionalmente se ha observado en todo el mundo con la celebración de
reuniones, debates y exposiciones sobre los logros y metas de la
Organización. En 1971, la Asamblea recomendó que los Estados Miembros
los declarasen día festivo oficial por Resolución 2782 (XXVI).
De acuerdo al mensaje pronunciado por
el Secretario General de la Organización, el Día de las Naciones Unidas
es un día especial para cada miembro de la familia de las Naciones
Unidas y para todos los que creen en los ideales de la Organización.
Durante el año 2001 las Naciones Unidas han sido galardonadas con el
Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la promoción de la paz, la
defensa de los derechos humanos y por sus esfuerzos encauzados a la
lucha contra la pobreza.
Todos quienes trabajan e integran los
distintos estamentos de la Organización de Naciones Unidas se sienten
honrados por su trabajo, el cual desarrollan en los diferentes países
del mundo con dedicación y humildad. Saben tal vez que en el
cumplimiento mesurado y silencioso de sus objetivos y mientras siguen
adelante pueden contar con la cooperación y apoyo nuestro, los pueblos
del mundo.
Todas las naciones que formamos parte
de esta comunidad debemos comprender cabalmente que las Naciones Unidas
somos nosotros, y que a su vez la organización existe para asistir y
servir a sus miembros y estados parte.
En el Día de las Naciones Unidas el
Secretario General ha instado a la familia entera de las Naciones
Unidas a permanecer fieles a su misión, y a trabajar más duro que nunca
para aliviar el sufrimiento en cualquier parte del mundo. Al mismo
tiempo que el mundo enfrenta un nuevo desafío, los anteriores
persisten. Las Naciones Unidas son más primordiales que nunca en la
creación de un mundo mejor y más seguro para todos.
Este reconocimiento está finalmente
dirigido a todas las naciones del mundo que integran el sistema de la
comunidad de estados, en la cual alientan la más encendida defensa de
los derechos humanos, las libertades individuales, la necesidad de un
sistema único de paz y seguridad mundial y fundamentalmente el análisis
de los caminos conducentes a saciar el hambre mundial allí donde no
existen los tiempos de espera.
En un nuevo aniversario es momento de
hacer balance: hemos de pasar revista a los logros y fracasos para
después mirar hacia el futuro y considerar el modo de lograr que cada
nuevo año sea mejor que el anterior.
Indigna pensar que cerca de la mitad de
los habitantes del mundo ha iniciado el nuevo milenio en la miseria más
extrema, y que aún hoy persisten en esa situación. Eso es algo que
tenemos realmente que cambiar. Indigna asimismo que los habitantes de
muchos lugares sean actualmente objeto de actos de violencia y de
brutalidad. El siglo XX ha sido el siglo más asesino de la historia de
la humanidad. Hemos de conseguir que el siglo XXI sea más pacífico y
más humano.
Además, es preocupante que el clima
mundial esté sufriendo alteraciones que pueden entrañar la destrucción
de los hogares y los medios de subsistencia de millones de personas.
Las actividades para luchar contra ese proceso y mitigar sus efectos
pueden llegar a constituir la tarea más ardua de todas las que las
Naciones Unidas han de acometer.
Todos los habitantes del planeta
vuelven sus ojos a las Naciones Unidas para que les protejan del
hambre, las enfermedades, la violencia y los desastres naturales cuando
las naciones y las regiones no pueden hacerlo individualmente por
tratarse de una labor urgente. Sin embargo, en las Naciones Unidas
tampoco se puede hacer nada desde lo individual. La fortaleza de la
organización proviene inevitablemente de la fortaleza y los esfuerzos
de los Estados Miembros cuando acuerdan actuar conjuntamente en pro del
bien común.
Este año la conmemoración del Día de
las Naciones Unidas tiene un carácter especial: la población mundial ha
rebasado los seis mil millones de personas y estamos transitando el
inicio de este nuevo milenio en un contexto de desigualdad social y
conflictos bélicos que pueden alterar el equilibrio de las naciones del
orbe. Y si bien se podría considerar desde cierto punto de vista que
éstos fenómenos siempre han existido, sin embargo constituyen un motivo
de preocupación y de reflexión atento a que parece abrirse un nuevo
capítulo de la historia de la humanidad en el que debemos estar más
unidos que nunca por nuestro destino común.
Cuando los dirigentes de todo el mundo
acudieron a Nueva York para celebrar la Cumbre del Milenio, examinaron
las tareas que era necesario encarar y cual es la tarea que puede hacer
la Organización de Naciones Unidas al respecto. Esos dirigentes
tuvieron nuestra representación, la de los pueblos de las Naciones
Unidas, y acudieron firmemente resueltos a adoptar decisiones que
puedan culminar en una vida mejor para todos nosotros y para nuestros
hijos.
Es tarea de todos cumplir con los
postulados y recomendaciones allí emitidos, para propender a alcanzar
los altos objetivos que la Carta de las Naciones Unidas plasmara como
piedra basal del progreso y el bienestar de la comunidad internacional.
Por los motivos expuestos, solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-