Número de Expediente 2481/06

Origen Tipo Extracto
2481/06 Senado De La Nación Proyecto De Ley VIGO Y OTROS : PROYECTO DE LEY INCORPORANDO AL PROGRAMA MEDICO OBLIGATORIO EL " PROGRAMA DE PREVENCION PRIMARIA Y SECUNDARIA PARA LA ASISTENCIA Y ATENCION A LAS VICTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR " .-
Listado de Autores
Vigo , Élida María
Riofrío , Marina Raquel
Giri , Haide Delia
Gallego , Silvia Ester
Fellner , Liliana Beatriz
Closs , Maurice Fabián

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
10-07-2006 SIN FECHA 110/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
18-07-2006 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL
ORDEN DE GIRO: 3
09-08-2006 28-02-2008

ORDEN DE GIRO: 1
19-07-2006 28-02-2008
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 2
19-07-2006 28-02-2008

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 29-02-2008

ENVIADO AL ARCHIVO : 29-07-2008

OBSERVACIONES
3/8/06 AMPL.GIRO TRAB.Y PREV.SOC. - TRAMITE N° 1675
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones


(S-2481/06)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,...

Artículo 1°: Incorpórese al Programa Médico Obligatorio vigente y al que en el futuro lo sustituya, el ¿Programa de Prevención Primaria y Secundaria para la Asistencia y Atención a las Víctimas de Violencia Familiar¿.

Artículo 2°: El Ministerio de Salud de la Nación será la autoridad de aplicación, e instará a la Superintendencia de Servicios de Salud dicte los instrumentos correspondientes para el cumplimiento de la presente ley.

Artículo 3°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Elida M. Vigo. - Maurice F. Closs. ¿ Liliana Fellner. - Marina R. Riofrio.
- Haide Giri. - Silvia E. Gallego.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA), considera a la violencia familiar como un problema crítico de salud pública y una seria violación de los derechos humanos.

Un recorrido por la historia de la humanidad, nos muestra que violencia hubo siempre, visualizada y oculta, pero presente. Hemos aprendido una historia pública, sobre los hombres públicos y el mundo público. En cambio, muchos años necesitamos para empezar a relatar la historia de puertas para adentro, del mundo privado de la familia, las mujeres, los niños, los ancianos y discapacitados.

Las modificaciones socioeconómicas registradas a mediados de los años ¿90 influyeron en la estructura familiar dando lugar a nuevas formas, como el aumento de las familias monoparentales con jefas de hogar, cambios en la definición de los roles masculino y femenino, mayor independencia de la mujer, aumento de separaciones, divorcios y nuevas uniones.- Así ensambladas las familias, aportan los hijos propios de cada cónyuge de uniones anteriores y los hijos que la pareja podría tener.

Iniciado el siglo XXI sufrimos una de las peores crisis, considerada por los expertos de carácter estructural por su impacto, pérdidas económicas, laborales, incertidumbre, desempleo y pobreza, que fueron socavando el débil equilibrio, con problemas físicos y mentales de todo tipo.

El impacto de lo socioestructural al interior de las familias no es un tema nuevo, los primeros estudios de la violencia familiar señalaban una serie de factores de los riesgos para predisponer a la misma.

Ese conjunto de factores fueron articulados en el ¿Modelo Ecológico Ecosistémico¿, que incluía los factores de tipo individual, familiares, sociales y culturales. ( Belsky 1980)

Más tarde, se agregan los factores de compensación, al observar que las familias con similares factores de riesgo no reaccionaban de la misma forma violenta ante los conflictos. (Cicchetti y Risley 1984)

Los factores de riesgo deben ser interpretados como tales, de riesgo, no deterministas, ni causalistas y deben articularse con los de compensación, que también son diferentes en calidad y cantidad en cada sujeto.

Estos factores son importantes a la hora de hacer Prevención, que se los puede compensar para que su efecto no sea tan dañino. Cuando actuamos en prevención, no sabemos qué hubiese pasado de no intervenir; quizás algo más grave. Sin embargo el propósito de la intervención es no esperar a que lo indeseado ocurra.

Al hablar de violencia familiar nos referimos a diferentes formas que afectan a sus miembros: maltrato y abuso hacia los niños, niñas y adolescentes, violencia y abuso hacia la mujer y hacia el hombre, violencia cruzada en la pareja y violencia y abuso a los ancianos y discapacitados. Generalmente se articulan y potencian entre sí, ya sea activamente, porque ocurre de unos miembros hacia otros, o porque la misma es observada por los hijos. Los niños no maltratados directamente son considerados ¿testigos de violencia¿, con el riesgo de aprender esas conductas y repetirlas en el futuro.

La violencia familiar constituye un caso especialmente dramático de la violencia social, ejercida en el espacio de lo privado -cerrado, en las relaciones interpersonales más íntimas, en las que están en juego el ejercicio del poder, el control y el dominio del más fuerte por sobre los más débiles, y tanto unos como otros responden a un perfil psicológico que los hace partícipes y reproductores de un círculo cada vez más cerrado.

Los datos proporcionados por la justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, revelan que las causas judiciales por violencia familiar en la década de los ¿90 se triplicaron, ascendiendo de 1000 en el año 1995 a 3400 en el año 2005.

Las estadísticas revelan que las víctimas son 76% mujeres, 16% niños, y 8% ancianos, discapacitados y varones.

Los expertos coinciden en señalar que las mujeres se convierten en protagonistas directas de la problemática de violencia familiar, ya sea porque son ellas quienes la padecen o por un familiar directo a quien tienen que contener o cuidar. A su vez el lugar donde las mujeres están más expuestas y bajo más riesgo es en su propio hogar. Los responsables de la mayoría de las agresiones, lesiones, heridas, abuso sexual y homicidio son los esposos o parejas de las víctimas. En tal sentido la OMS dice que el 68% de las muertes violentas de mujeres ocurren a manos de su pareja.

La problemática es de difícil resolución y requiere de un abordaje multidisciplinario. La obligatoriedad del Estado, desde 1994, en la toma de medidas para limitar los casos de maltrato infanto juvenil y de género, ha promovido como prioritaria la prevención en todos sus rangos.

Si bien en nuestro país se han dictado leyes de protección a las víctimas de Violencia Familiar, esto no garantiza la recuperación de las situaciones de violencia. La experiencia dicta que el instrumento judicial tiene que ser utilizado cuando la familia está preparada para sostenerlo, de lo contrario es en vano.

Por que?

Porque los efectos de la violencia intrafamiliar son desvastadores, se traducen en familias desintegradas, víctimas con secuelas físicas, desajustes emocionales, y con proliferación de sociopatías -consumo de drogas, alcohol, delitos, fuga del hogar, violencia hacia los otros- abusos y violaciones, embarazos tempranos y no deseados, que conllevan altos costos para la sociedad en su conjunto.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los países de la región invierten el 2 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) en el tratamiento de las consecuencias de la violencia doméstica. Las víctimas de violencia doméstica necesitan en promedio más cirugías, visitas a médicos y farmacéuticos, internaciones hospitalarias y consultas de salud mental.

La población contenida en las obras sociales conforma un sector de clase media o media baja, en el seno de la cual, la problemática de referencia tiende a permanecer oculta, se vive como vergonzante, suele salir a la luz ante hechos fortuitos, a veces trágicos, pero en contraposición a lo que ocurre en sectores más bajos, se poseen mas recursos económicos, culturales, familiares, para buscar una salida.

Uno de esos recursos ¿escasamente utilizado- es el seguro social. Por lo tanto constituye un nuevo desafío para el Sistema Nacional del Seguro de Salud incluir este flagelo como objeto de sus programas de prevención de la salud.

La violencia social y especialmente la que se da en los vínculos familiares, es por excelencia un factor de inequidad y de deterioro de la calidad de vida. Vale destacar la relación de causa-efecto que se produce entre violencia y ausencia de salud, o de condiciones de vida saludable.

Sr. Presidente, el Estado de la Nación ha otorgado rango constitucional a la Convención sobre los Derechos del Niño y a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra al Mujer, asumiendo la obligación de adoptar medidas legislativas administrativas sociales y educativas para garantizar la protección infanto juvenil y de la mujer contra toda forma de violencia.

Con la introducción de programas preventivos para la asistencia y atención a las víctimas de Violencia Familiar en el Sistema Nacional de Obras Sociales, sumaríamos una medida legislativa administrativa social para ayudar a resolver esta problemática, habida cuenta que su universo poblacional está compuesto por más de quince millones de personas en todo el territorio nacional.

Elida M. Vigo. - Maurice F. Closs. ¿ Liliana Fellner. - Marina R. Riofrio.
- Haide Giri. - Silvia E. Gallego.