Número de Expediente 2472/04

Origen Tipo Extracto
2472/04 Senado De La Nación Proyecto De Declaración URQUIA Y OTROS :PROYECTO DE DECLARACION RINDIENDO HOMENAJE A ORESTE BERTA .-
Listado de Autores
Urquía , Roberto Daniel
Giri , Haide Delia
Reutemann , Carlos Alberto

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
12-08-2004 18-08-2004 155/2004 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
13-08-2004 22-09-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
17-08-2004 22-09-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 01-11-2004

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 06-10-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1125/04 23-09-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2472/04)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA

Su homenaje a Don. Oreste Santiago Antonio Berta, reconocida figura de
la actividad automovilística nacional e internacional, en razón de su
retiro de la acción empresarial. Con sus sobresalientes logros en la
ingeniería automotriz, colocó a nuestra nación en las más altas
calificaciones de la preparación de modelos para la competición
mundial.

Roberto D. Urquía.- Carlos A. Reutemann.- Haide Giri.-

FUNDAMENTOS.

Sr. Presidente:

Quiénes de alguna manera están ligados al automovilismo o, mínimamente
conocen del mismo, saben que con el sólo hecho de nombrar a ciertas
personas es prácticamente imposible que su nombre pase inadvertido.

Uno de esos nombres es el de Oreste Berta, a quien la prensa y la
afición automovilística han llamado "El Mago" por sus sobresalientes
logros en la preparación de automóviles de competición.

Explicar el porqué de estos logros y de este apodo implica repasar más
de cuarenta años de trayectoria de trabajo, tesón y lucha para llevar
a cabo los proyectos que emprendió, con inapagable sed de aprendizaje y
dedicación absoluta a la profesión.

Su abrazo a la mecánica fue precoz. A los diez años de edad armó por
primera vez un motor, y dos años más tarde -allá por 1950- era un
preparador que ganaba algunas carreras de motocicletas de la zona de su
Rafaela natal, a las que concurría acompañado por su madre.

Sus ansias por el conocimiento de la ingeniería, lo llevaron a los
claustros de las universidades nacionales de Rosario, primero, y
Córdoba, en segunda instancia. Pero el mismo vértigo que marcó su
trayectoria lo impulsó a buscar caminos por los que las cosas
sucedieran más rápidamente.

Así, la historia profesional de Oreste Berta, comienza a principio de
los '60, como responsable del área de diseño de la fábrica de máquinas
y herramientas Bofelli y Finazzi.

Durante los años 1961 y 1962 será seleccionado por INDUSTRIAS KAISER
ARGENTINA para realizar un programa de entrenamiento industrial en
Kaiser Jeep, en la ciudad de Toledo, Ohio, en los Estados Unidos.
Becado por esa empresa, realizará un curso sobre diseño y fabricación
de engranajes en Gleason Works, Rochester, Nueva York.

A fines de 1962 fue nombrado Adjunto a la Gerencia General de IKA
RENAULT, en la ciudad de Córdoba, y a partir del año 1965 se le designa
Adjunto a Dirección de Ingeniería de la mencionada empresa.

Su relación con las motocicletas de competición nunca se había
interrumpido. Un "trabajo" que le ocupaba el tiempo libre, irá
madurando como profesión para convertirlo en paradigma de los
preparadores argentinos.

En 1966 fue nombrado Jefe de Desarrollos Avanzados de IKA RENAULT,
coronando una meteórica carrera dentro de esa firma industrial.

Ese mismo año comenzó a trascender al plano nacional por los éxitos
deportivos que como preparador de automóviles cosechaba desde un par de
años antes en carreras zonales cordobesas y santafesinas. Un Renault
1093 de su factura ganó el Campeonato Argentino de Turismo Clase B,
inaugurando una serie de 56 títulos nacionales con los que sus autos y
motores certificaron la calidad de sus producciones, que fueron
marcando el ritmo evolutivo del auto de carrera argentino.

Dio el salto definitivo a las primeros planos argentinos cuando en
1967, como Director del Equipo Oficial IKA RENAULT, preparó los
automóviles Torino que dominaron el Campeonato Argentino de Turismo
Carretera, y que convertidos en las conocidas "Liebres" reorientaron el
perfil técnico del automovilismo local.

Sus viajes a Europa, su amistad con Juan Manuel Fangio -a quién Oreste
ha considerado como un segundo padre-, su llamativa facilidad para la
aprehensión del conocimiento y la habilidad para aplicarlo, lo
proyectaron hacia desafíos cada vez mayores. No faltaron las propuestas
para llevarlo a trabajar al viejo continente, pero su espíritu nacional
lo retuvo en la Patria. Lejos de declinar el reto, se sintió capaz de
afrontarlo desde su suelo y con su bandera.

Durante 1968, fundó ORESTE BERTA S.A., una firma dedicada a la
ingeniería automotriz de avanzada y a la producción de vehículos y
partes de competición. Desde su sede -que el ingenio popular denominó
"La Fortaleza"- forjará los hitos más sobresalientes de la ingeniería
de competición argentina.

Vivirá por siempre en los grandes recuerdos de nuestro deporte aquella
gloriosa MISIÓN ARGENTINA DE LAS 84 HORAS DE NÜRBURGRING de 1969, que
Oreste condujo con maestría junto con el gran Juan Manuel Fangio, y que
fue reconocida por propios y extraños como una demostración de la
calidad industrial, técnica y deportiva de los argentinos.

Cuentan las historias de "boxes" de la época, que no muchos días
después de aquella gesta, el gran balcarceño, quíntuple campeón del
mundo -en su tono campechano y directo- le dijo "lo vas a tener que
hacer vos, hermanito", refiriéndose al Sport Prototipo argentino que en
sólo cuatro meses más debía participar de la Temporada Internacional de
1970 en el Autódromo de Buenos Aires. Aquel enero fue testigo de otra
de sus grandes proezas, el Berta LR asombró a todos por su calidad
constructiva, se dio el lujo de clasificar 3º, y puntear una de las
carreras, delante de los Porsche, Alfa Romeo, Ferrari, Matra, Lola, los
más destacados productos del automovilismo internacional de aquellos
tiempos. Ese mismo año, participó en los 1000 Kilómetros de
Nürburgring, en Alemania.

Tras la hazaña de los Torino, otro auto argentino había despertado la
admiración de los especialistas internacionales. Partes vitales de su
carrocería estaban reforzadas con fibra de carbono, materia prima vital
de los Fórmula Uno actuales.

Durante el año 1971, en busca del sueño de un auto construido
íntegramente con piezas nacionales, diseñó y construyó el motor
Berta-LR V-8 para Sport Prototipos y F1. Una obra de ingeniería capaz
de entregar la aceleración y potencia para pelear en la pista con los
grandes impulsores de los campeonatos mundiales de automovilismo. Como
lo demostró en 1972, en los 500 Kilómetros de Brasil, donde se
presentaron los equipos Ferrari, Porsche y Alfa Romeo, y el Berta con
motor LR fue el 3º en clasificación, y 2º en carrera hasta su abandono.

En 1973 diseñó y construyó el Berta-F1, el primer y único Fórmula Uno
Internacional íntegramente argentino. También fue el primer Fórmula Uno
del mundo con suspensiones diseñadas con computadora, un recurso que la
máxima categoría convertirá en indispensable varios años más tarde, en
otra muestra de la gran visión prospectiva del preparador argentino.

En las puertas del Gran Premio de Argentina de F1 de 1974, con el
monoposto listo y probado, la falta de un sostén financiero para el
proyecto lo convenció de cerrar un ciclo que durante años lo enfrentó a
dificultades gigantes.

En los años siguientes, la influencia de su conocimiento y de su afán
de progreso dejará una impronta clara en todas las categorías
argentinas a las que su actividad se volcaría de lleno.

Así, en el Sport Prototipo, en la Mecánica Argentina Fórmula 1, en la
Mecánica Argentina Fórmula 2, luego Fórmula 2 y Fórmula 3 Sudamericana,
y el Turismo Competición 2000, sus productos ganaron repetidamente
campeonatos, y -como referentes técnicos- abrieron caminos de
desarrollo que colocaron a la ingeniería del automovilismo argentino en
niveles muy comparables con los internacionales.

Sus productos de los '70, también ganaron campeonatos de Sport,
Turismo, y Fórmula en Brasil. Y el Berta Fórmula 5000, -su ex fórmula
uno equipado con motor Chevrolet - se destacó compitiendo en los
Estados Unidos como un auto de vanguardia y gran performance frente a
los principales monopostos americanos.

Empujado por una verdadera vocación investigativa, Oreste Berta abarcó
-como autodidacta- en sus estudios personales casi todas las áreas de
la ingeniería mecánica y la de competición. Su biblioteca personal -hoy
puesta al servicio de los estudiantes argentinos- está compuesta por
miles de títulos de los más variados temas científicos y técnicos, con
los que enriqueció sus conocimientos y construyó una formación
intelectual integral que tiene pocos precedentes conocidos en el mundo.

Con similar soltura, Berta ha transitado el desarrollo y producción de
los motores y todas sus piezas especiales; el de los chasis, sus
estructuras y materiales; las carrocerías, los sistemas aerodinámicos;
las suspensiones, sus geometrías, sistemas, y elementos; los frenos,
con sus partes y compuestos; los comandos; las transmisiones; los
combustibles y lubricantes; los neumáticos y llantas; los sistemas
eléctricos y los electrónicos. Casi todos los elementos que componen un
vehículo.

Precursor de muchísimos adelantos en sistemas de investigación y
ensayo, fue avanzado en el país en el uso de flujómetros, dinamómetros,
sistemas de prueba de encendido, métodos de experimentación
aerodinámica, computación aplicada al cálculo de estructuras y
geometrías, análisis de materiales, medición de resistencia de
estructuras, sistemas de adquisición de datos, programas de simulación,
y un sinfín de técnicas para la labor experimental.

Su Túnel de Viento para ensayos aerodinámicos de automóviles de
competición en escala es único en Sudamérica. No son muchas en el mundo
las firmas que poseen esta herramienta clave para el desarrollo de los
prototipos modernos debido a la inversión millonaria en dólares que
requiere su montaje, obstáculo que Berta sorteó con ingenio y no poco
esfuerzo para materializar otro de sus ambiciosos sueños.

Los chasis tubulares, los alerones, la inyección de combustible, las
estructuras autoportantes, las suspensiones progresivas, los motores
multivalvulares, el sistema de frenos a la salida de la caja de
velocidades, el carter integral, el efecto suelo, los fondos planos,
los materiales compuestos, los amortiguadores regulables, los sistemas
de barras comandados, la inyección electrónica, los sistemas de
adquisición de datos, las cajas secuenciales, por nombrar sólo algunos
de los adelantos que marcaron en los cambios evolutivos del
automovilismo en las décadas precedentes, tuvieron en nuestro país un
puerto de ingreso y fueron invariablemente a través de los desarrollos
y adaptaciones de Oreste Berta.

Con algunas de estas armas, se nos hicieron familiares las proezas de
enormes campeones. En la memoria colectiva de la afición
automovilística, perdurarán las carreras y títulos ganados con su autos
y motores por: Eduardo Copello; Carlos Ruesch; Jorge Ternengo; Héctor
Luis Gradassi; Gastón Perkins; Luis Rubén Dipalma; Carlos Franco;
Néstor Jesús García Veiga; Carlos Marincovich; Agustín Beamonte; Miguel
Deguidi; Guillermo Maldonado; Jorge Recalde; Ernesto Soto; Gabriel
Raies; Juan María Traverso; Silvio Oltra; Miguel Ángel Guerra; Henry
Martin; Daniel Cingolani; y Gabriel Ponce de León.

Reconociendo sus atributos, la Universidad Nacional de San Juan le
otorgó en 2001 el título de Doctor "Honoris Causa", destacando "su
contribución a la ingeniería del país, y la trascendencia internacional
que muchos de sus proyectos alcanzaron". Por la misma época, Ford Motor
Company (EE.UU.) lo contaba como asesor técnico para sus programas de
Fórmula Uno e Indy Car.

Amigo de lo plausible, Oreste Berta ha concretado la mayoría de los
proyectos que generó con inagotable creatividad. La reconversión de su
empresa, en un polo de ingeniería de avanzada es prueba de ello. Su
planta de Alta Gracia atiende hoy programas de ensayos,
investigaciones, desarrollos, y asesoría, para industrias automotrices,
aeronaúticas, nacionales e internacionales, y de todo su amplio
espectro relacionado.

Seguramente todo el automovilismo sentirá su retiro, pero agradecidos
por las incontables conquistas deportivas que dejó y, por sobre todas
las cosas su destacado ejemplo empresarial y de vida del cual los
argentinos, los cordobeses y, en particular, los habitantes de la
Ciudad de Alta Gracia pueden dar testimonio.

Por todas estas razones, solicitamos de nuestros pares, la aprobación
de esta iniciativa.

Roberto D. Urquía.- Carlos A. Reutemann.- Haide Giri.-