Número de Expediente 2434/06

Origen Tipo Extracto
2434/06 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación MARINO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO SE IMPULSE EN EL MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS , UN PROYECTO TENDIENTE A CONSIDERAR EL CRIMEN ORGANIZADO INTERNACIONAL , COMO UNA AMENAZA A LA PAZ MUNDIAL .
Listado de Autores
Marino , Juan Carlos

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
06-07-2006 12-07-2006 108/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
12-07-2006 03-11-2006

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
13-07-2006 03-11-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 08-01-2007

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 22-11-2006
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1131/06 07-11-2006 APROBADA

PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS

ORIGEN TIPO NUMERO FECHA AR
PE RP 213/07 13-07-2007
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2434/06)

PROYECTO DE COMUNICACION

El Senado de la Nación

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, impulse un proyecto en el marco de las Naciones Unidas, en especial en el Consejo de Seguridad, tendiente a considerar a las actividades del crimen organizado internacional como una amenaza a la paz mundial.

Juan C. Marino.

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

La globalización como fenómeno internacional, ha logrado permeabilizar las fronteras y destrabar enormemente las prácticas comerciales y las comunicaciones trasnacionales. Esto, favoreció e incremento todo tipo de intercambio, contribuyendo al progreso de la humanidad.

Sin embargo este mismo fenómeno ha permitido que con la misma celeridad con que estos beneficios se han desarrollado, otras actividades humanas no tan beneficiosas muestren un incremento preocupante. Tal es el caso de las actividades atribuibles al crimen organizado transnacional.

Las organizaciones criminales dedicadas a cometer delitos, como el tráfico ilegal de armas, tráfico de personas, narcotráfico, terrorismo y sus delitos conexos, han mostrado un crecimiento exponencial tanto en su peligrosidad e influencia sobre la sociedad como en su poder político y económico. De continuar este crecimiento, tal como ya sucede en algunos países, las posibilidades de los Estados de prevenir y combatir estos delitos se irán reduciendo hasta casi desaparecer.

La sensación de que es imposible luchar contra estos delincuentes ya está instalada en vastos sectores de la sociedad y cada vez con mas frecuencia es posible percibir que la impotencia, cuando no la complicidad de las fuerzas policiales y de la justicia contribuyen a aumentar este sentimiento en el ciudadano común.

A lo expuesto anteriormente, se suma la conexión existente entre organizaciones dedicadas a diversas actividades ilícitas. Es posible percibir los lazos entre narcotraficantes y terroristas, cosa que numerosas agencias gubernamentales especializadas así lo afirman. Resulta sospechoso que grupos terroristas como el M 19 en Colombia se asienten en territorios dedicados al cultivo de coca y a su procesamiento; que Al Qaeda haya utilizado a Afghanistán como su santuario, siendo que ese país durante el régimen Talibán se convirtió en el mayor productor de opio en el mundo; o que Hezbolah haya operado por años desde el norte del Líbano, también zona productora de opio.

Es altamente probable que los dineros del narcotráfico provean de financiamiento al terrorismo, y éste constituya un cliente privilegiado de los traficantes de armas. Si a esto le sumamos un nuevo fenómeno reflejado en los recientes hechos de San Pablo, Brasil, donde las organizaciones criminales aparecen como actores directos de un hecho armado contra las instituciones de gobierno, este avance violento del crimen organizado crea un síntoma preocupante que trasciende el nivel de amenaza a la seguridad de los Estados y podría considerarse como comprometiendo la paz mundial.

Una consideración aparte merece el tráfico de personas, desde el secuestro y venta de mujeres y niños a las redes de prostitución y pedofilia, hasta el tráfico de inmigrantes como mano de obra barata en diversos puntos del planeta. Esta forma de delito no es otra cosa que una versión moderna de esclavitud, y como tal, una evidente violación a la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Por lo expuesto, resulta evidente que estas actividades en continuo y alarmante crecimiento, representan un enorme perjuicio para la humanidad no solo como amenaza a la paz universal, sino también como generadoras de una enorme economía paralela con el consecuente incremento de la corrupción, hechos que suponen daños colaterales a la sociedad y que merecen una atención especial.

En este contexto, se estima que los esfuerzos de los Estados, considerados individualmente, se van tornando poco efectivos frente al creciente poder de las organizaciones criminales, razón por la cual y en bien de la humanidad y de la paz mundial, deberían ser los Organismos Internacionales, concretamente la Organización de Naciones Unidas, la que comande las acciones tendientes a resolver esta problemática.

Es probable que se considere a esta iniciativa como poco ortodoxa desde los usos y costumbres en la práctica de la política internacional. Sin embargo, es posible insertarla buscando el necesario consenso mayoritario de los Estados miembros si tomamos en cuenta a la propia Carta de las Naciones Unidas. En los artículos 11, 24, 26, 34, 39, 42,48,49, 51 y 55 es posible entrever, la posibilidad de que el Consejo de Seguridad haga suya esta cuestión considerándola como una amenaza certera a la paz mundial, aún cuando no se trate de Estados constituidos sino de organizaciones no gubernamentales las que constituyen dicha amenaza.

Asimismo, si se considera que la Convención Internacional contra el Crimen Organizado Transnacional creada el 9 de Diciembre de 1998 por Resolución 53/111 de la Asamblea General ha venido manteniendo reuniones anuales desde 1999, y de ellas han surgido numerosos protocolos que resultan en otras tantas recomendaciones a los Estados Miembros, relativas a prevenir y combatir a las actividades del crimen organizado, esto demuestra la creciente preocupación del Organismo Internacional por esta cuestión.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.

Juan C. Marino.