Número de Expediente 2430/03

Listado de Autores
Muller , Mabel Hilda
Gioja , José Luis
Pichetto , Miguel Ángel
Perceval , María Cristina
Martin , Floriana Nélida
Bar , Graciela Yolanda
Alperovich , José Jorge
Jenefes , Guillermo Raúl
López Arias , Marcelo Eduardo
Latorre , Roxana Itatí
Mayans , José Miguel Ángel
Guinle , Marcelo Alejandro Horacio
Ochoa , Raúl Ernesto
Negre de Alonso , Liliana Teresita
Bermejo , Norma Nélida
Mera , Mario Rubén

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2430/03)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación:
DECLARA

Su adhesión a la conmemoración de un nuevo aniversario del natalicio
del Señor Teniente General Juan Domingo Perón, ilustre ocupante de la
Primera Magistratura del Estado Argentino, elegido por amplias mayorías
ciudadanas en 1946, 1951 y 1973, y creador y conductor de una
concepción política de armonía social, que promueve la humanización del
capital y la dignificación del trabajo como bases para la
reconstrucción y estabilidad del Estado de Derecho.


Mabel H. Müller.- Miguel A. Pichetto.- José L. Gioja.- Nélida Martín.-
María C. Perceval.- Mario R. Mera.- Graciela Bar.- Marcelo E. López
Arias.- Guillermo R. Jenefes.- Roxana Latorre.- José M. A. Mayans.-
Raúl A. Ochoa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Marcelo A. H. Guinle.-
Jose J. Alperovich.- Norma Bermejo de García Alloco.-
FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Este 8 de Octubre se cumple un nuevo aniversario del natalicio del más
grande y trascendente de los argentinos del siglo veinte, creador y
guía, aún hoy, del movimiento político más importante de América
Latina, cuya concepción y doctrina de la acción siguen apoyando las
mayorías populares en todo el país, mayoría perdurable que se refleja
acabadamente en la composición de este Cuerpo desde 1983 hasta la fecha
y con seguridad en los próximos años.

Aludo, como resulta notorio, al Teniente General
Perón, el tres veces libre elegido Presidente de nuestra República,
precisamente en tres momentos caóticos y culminantes de nuestra
historia nacional. En el primero de 1946, consecuencia política de la
epopeya social reciente del 17 de octubre, saliendo de la Segunda
Guerra Mundial y transformando en pocos años una virtual colonia
económica y cultural, en la Nueva Argentina de la Justicia Social.
Plebiscitado en 1951, en plena restricción económica por desastres
naturales, por los dos tercios de la ciudadanía, que le encomendó
continuar con su pacífica revolución por la independencia económica y
la ascensión social de todos los humildes de la Patria, superando la
oposición de la desplazada oligarquía alentada por sus socios externos
y ciertos factores de poder.

Por tercera vez, después de casi 18 años de cruel
persecución política, infame e injusta diatriba contra su persona y la
de sus millones de leales y proscriptos compañeros de causa, respaldado
por una inmensa mayoría de todas las clases y generaciones-
especialmente la juventud- del pueblo argentino, como inspirador y
estratega genial de la reconciliación nacional, que se prestó
concientemente para entregar en aras de la paz social el poco resto de
vida que disponía y hacer cesar la guerra civil que torpemente habían
provocado sus enemigos; y que, a su dolorosa y previsible muerte, se
reavivó de una manera inusitada y terrorífica, acompañada desde 1976
por una deliberada y sistemática entrega del patrimonio material y
moral de la Nación.

Así fue que volvimos, insensiblemente, estos últimos
años a las condiciones objetivas que provocaron la famosa Década Infame
de los años treinta, situación que en un mundo imprevisible como el de
ahora hiciera renacer entonces la conciencia nacional de las masas
oprimidas, y tras ello, como lógica consecuencia, la necesidad
histórica del ideario justicialista que encarnara en 1943 el Coronel
Perón, hace exactamente sesenta años. Hoy como entonces, sentimos que
ese mismo pensamiento y similares sentimientos vuelven al centro de la
orientación en los poderes del Estado, y debidamente actualizado al
presente, en el seno esperanzado de la gran mayoría de los argentinos.

Hablar de la enorme e inigualada obra de los
gobiernos de Juan Domingo Perón en beneficio de un desarrollo humano
integral, en el marco de una visión de grandeza nacional y armonía
social fundadas en la equidad y el bienestar social para todos; de su
decisiva influencia para unir organizada y solidariamente a todos los
trabajadores y sus familias en defensa de su dignidad y derechos; de su
ejemplar comprensión de la dinámica realidad mundial y genial
anticipación de las consecuencias de los errores del presente y, sobre
todo, de sus aportes extraordinarios para la solución completa y
definitiva de esas problemáticas, desde la ruptura de los equilibrios
ecológicos hasta el devenir del fin de la Guerra Fría y la atomización
o integración de las naciones en conjuntos continentales y,
posteriormente mundial, para la justicia social de toda la Humanidad,
resulta aquí y ahora ocioso, dada la aceptación casi unánime en la
consideración pública, de la que incluso participan, aunque
tardíamente, muchos de sus viejos antagonistas. Este mismo Congreso de
la Nación es prueba de esta aseveración, pues, en estos últimos veinte
años, ha homenajeado reiteradamente su memoria y su obra de Conductor
Político del Estado, con el asentimiento de todos los miembros de ambas
cámaras.

Los representante del Pueblo aquí reunidos sentimos
que estamos protagonizando una nueva época para nuestro país y cuyo
destinatario es y debe ser el sufrido y valiente pueblo argentino. Un
telón ha caído en el escenario nacional para cerrar y superar
irreversiblemente penosos años de errores por ignorancia y a designio,
equívocos desintegradores y desencuentros dolorosos entre los sectores
nacionales. Una insoslayable voluntad ciudadana, conciente de ello,
está renovando libre y pacíficamente los liderazgos y jefaturas hasta
ayer predominantes en los grandes partidos políticos, en las
instituciones sociales, en las organizaciones gremiales sindicales o
empresarias, y en las cúpulas gubernativas nacionales, provinciales y
locales del Estado.

El Presidente Perón repetía insistentemente: ¡ Sólo
el Pueblo salvará al Pueblo! Un pueblo de pie, seguro de sí mismo y de
lo que quiere, es la mejor garantía y la salvaguardia esencial de
lograr los objetivos que se han propuesto en esta nueva época que
debemos transitar. Otra vez, como en los albores del peronismo, la
Soberanía Política y la Independencia Económica son las estrategias
necesarias para la Unión Nacional y la Justicia Social. De nuevo, luego
de casi treinta años de habernos dejado solos con su desaparición
física, Perón, su concepción del hombre y de la vida y su proyecto de
Nación están vigentes entre nosotros. Es el momento que asumamos tan
valioso legado histórico.

Señor Presidente, por las razones antes expuestas, es que solicito la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Mabel H. Müller.- Miguel A. Pichetto.- José L. Gioja.- Nélida Martín.-
María C. Perceval.- Mario R. Mera.- Graciela Bar.- Marcelo E. López
Arias.- Guillermo R. Jenefes.- Roxana Latorre.- José M. A. Mayans.-
Raúl A. Ochoa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Marcelo A. H. Guinle.-
Jose J. Alperovich.- Norma N. Bermejo de García Alloco.-