Número de Expediente 2396/03

Origen Tipo Extracto
2396/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración FALCO : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LAS CELEBRACIONES DEL DIA DE LA DEMOCRACIA .-
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
07-10-2003 15-10-2003 143/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
08-10-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
08-10-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 31-01-2006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2396/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación,

DECLARA:

Que adhiere a las celebraciones del Día de la Democracia que se
conmemora el 30 de octubre al cumplirse, en esta oportunidad, 20 años
de la recuperación de las instituciones y del estado de derecho en la
República Argentina.

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Sólo quienes aún no habían nacido en aquella época no festejaron
durante la jornada del 30 de octubre de 1983. Si bien el veredicto de
las urnas marcó el claro triunfo de la Unión Cívica Radical y su
retorno al poder con el 51,75% de los votos, ese día la victoria fue
netamente argentina. Los Argentinos habíamos recuperado las
instituciones, el Estado de Derecho y la Democracia que,
sobreponiéndose a las más diversas dificultades transitorias, se
extiende hasta nuestros días.

Por fin quedaron atrás las veleidades del Proceso de Reorganización
Nacional y sus siete años de devastación económica, persecución
política, desapariciones y torturas. Por fin comenzaba a respirarse
libertad; por fin nos reencontrábamos con el espíritu y la letra de la
Constitución Nacional y los partidos políticos veían garantizadas todas
sus acciones consideradas, de una vez por todas, legítimas.

Aquel 30 de octubre se proyecta hoy como la Democracia posible, como la
Democracia de lo posible. Representa el anhelo por construir una
sociedad distinta, justa, sin exclusión, con participación. El 30 de
octubre es sinónimo de democracia; es volver a sentir la inmensa
alegría cívica que estalló ese día.

El treinta de octubre de 1983 los argentinos ganamos la democracia
definitivamente. Hacerlo significaba construir un nuevo régimen, donde
nuestra Constitución Nacional se alzara como la Constitución de la
libertad y la igualdad efectivas.

Esa fecha marcó la posibilidad de que todos se transformara en una
palabra de construcción; que se transformará en ese nosotros que
necesitamos para construir un país grande y soberano. La ciudadanía
recobrada se nos presentó, entonces, como un desafío. Un desafío para
elegir diferentes caminos por los que transitar.

Estamos seguros de que ello significó imaginarnos un país futuro,
nuevo, pero un país sin olvido.

Ese día los argentinos empezamos a comprender que es posible crecer
partiendo de las diferencias hacia un destino común. Un rumbo
compartido que se enriquece a partir de la diferencia y aprende de ella
en tanto implica la posibilidad de deliberación. Esta fue una de las
condiciones indispensables sobre las que, desde aquel 30 de octubre,
acordamos los argentinos.

A aquella fecha se llegó de una manera muy particular en la historia
argentina: esto es, la conformación de la Multipartidaria. Este hecho
aventuraba la posibilidad de convivencia dentro del régimen democrático
y no nos hemos equivocado. Pues, a pesar de difíciles años en los que
las reglas del juego transitaban el camino de la institucionalización,
hoy podemos decir que no hay discusión sobre ellas.

Sin embargo, significó años de aprendizaje de convivencia democrática,
años donde la oposición transitó desde los caminos del obstruccionismo
hacia la condición de gobierno, aprendiendo en ese tránsito que
democracia no sólo es oposición y oficialismo, sino también
deliberación y acuerdo para la búsqueda común de la consolidación del
conjunto.

Democracia es por ello, aprendizaje. Y, para nosotros, el aprendizaje
democrático tiene una experiencia fundacional marcada a fuego el 30 de
octubre de 1983. Allí frente a una coyuntura sumamente difícil en
términos económicos, políticos y sociales se privilegiaron los aspectos
que tienen que ver con la vida, con la vida en su más amplio sentido.

Asistíamos sin darnos cuenta, a una doble transición que tornaría a
nuestra historia reciente en un camino lleno de encrucijadas. Por un
lado, se nos presentaba una nueva situación internacional y un nuevo
desafío de los países latinoamericanos que se manifestaba en la crisis
de la deuda. Era la transformación y el agotamiento de un tipo de
Estado que ya no podía adaptarse a las nuevas condiciones pero era, al
mismo tiempo, un fenómeno que no se dejaba ver a simple vista.

Por otro lado, se nos presentaba la transición a la democracia con lo
que ello significaba para el país: el desafío para lograr una
convivencia diferente. El juzgamiento a los responsables del Terrorismo
de Estado fue una bandera que levantamos. La CONADEP, y el Juicio a los
ex - comandantes vinieron a rescatar esa forma de convivencia basada en
la justicia y, por sobre todo, en la verdad.

El Consejo para la Consolidación de la Democracia, recreó otro espacio
de singular importancia para la consolidación de un sistema político
renovador. Se vino a poner el acento y los esfuerzos en la importancia
de las instituciones de la Nación como las únicas arenas a través de
las cuales se canalizaría la competencia política y los conflictos
sociales.


Pero ello tenía, además, una importancia fundacional para el tipo de
ciudadanía a la que todos aspirábamos, ya desde nuestro lugar de
agentes de la sociedad, ya desde nuestro lugar de representantes.

El 30 de octubre de 1983 la participación política desbordaba las
calles. El entusiasmo del redescubrimiento de la política como la
práctica más adecuada para la realización de proyectos colectivos
llenaba de dicha a todos. Con el correr del tiempo y a la luz de los
errores de partidos y gobiernos esta dinámica participativa disminuyó;
pero lo que no cedió fue el reconocimiento a la legitimidad de los
sucesivos regímenes democráticos de gobierno y el valor supremo
otorgado por la ciudadanía a las instituciones. Este, sin dudas, ha
sido un logro cultural inconmensurable que ya es patrimonio de todos
los argentinos.

Hoy todos apostamos por la transparencia de los procedimientos y estoy
seguro de que un simple análisis sobre la salud de la democracia sería
pasado exitosamente. Ciertamente: hoy gozamos de libertades civiles,
libertad de información y alternancia en el poder; pero todavía quedan
algunas asignaturas pendientes en el campo del desarrollo económico y
los beneficios sociales.

Como demócratas debemos negarnos a conformarnos simplemente con la
existencia de reglas que garantizan los procedimientos democráticos sin
que ello implique ir en contra de nuestras convicciones sobre la
necesidad de acordar sobre ellas ya que son las que imponen el Estado
de Derecho como garantía de respeto a la vida civil y política.

Pero debemos animarnos a ir más allá preguntarnos sobre las condiciones
necesarias para alcanzar una Democracia Sustantiva. Y esto implica
tener muy claro que ciudadanía es también dignidad, es acceso a la
educación, es acceso a la vivienda, es acceso a la alimentación, es
acceso igualitario a la justicia y a la seguridad, es, en definitiva,
la materialización de los Derechos consagrados en nuestra Constitución.

Por eso, debemos retomar la idea fundacional de la Democracia que
expresamos como apuesta por la vida el treinta de octubre de 1983.

Tenerlo en cuenta es seguir luchando por una mejor calidad de vida de
todos los ciudadanos de nuestro país, porque ciudadanía sin acceso al
bienestar social no es tal, es una ciudadanía renga.

Jamás renunciaré a los ideales que el treinta de octubre nos devolvió.
Porque sólo cuando la libertad se conjugue con la concreción de los
mismos habremos alcanzado la Democracia que queremos.

Por estas razones señores senadores, recordando aquel día de gloria
cívica para todos los argentinos, sólo me resta recordar que los
dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan.

De esta manera, solicito su voto afirmativo para la aprobación de la
presente iniciativa.

Luis A. Falcó.-