Número de Expediente 2395/03

Origen Tipo Extracto
2395/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución FALCO : PROYECTO DE RESOLUCION RINDIENDO HOMENAJE AL DR. ARTURO UMBERTO ILLIA AL CUMPLIRSE EL 40° ANIVERSARIO DE SU ASUNCION A LA PRESIDENCIA DE LA NACION .-
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
07-10-2003 15-10-2003 143/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
08-10-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
08-10-2003 15-10-2003

ENVIADO AL ARCHIVO : 04-11-2003

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 15-10-2003
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
APROBADO COMO: Proyecto de Declaracion
NOTA:SE AP. UN PROY.UNIF.CONJ.S.1177,2276/03
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2395/03)

PROYECTO DE RESOLUCION

El Senado de la Nación

RESUELVE

Disponer un homenaje al Dr. Arturo Umberto ILLIA al cumplirse
el 40° aniversario de su asunción a la Presidencia de la Nación el 12
de octubre de 1963.


Luis A. Falcó.-
































FUNDAMENTOS


Señor Presidente:


"No asumimos al poder para dominar nuestro país, sino para
servir a su grandeza, no apartándonos jamás de la Constitución y de la
ley, asegurando a todos nuestros conciudadanos iguales derechos y
responsabilidades".

La frase anterior, señor presidente, está extraída del Mensaje
inaugural ante el H. Congreso de la Nación dado por el entonces nuevo
presidente de los argentinos Dr. Arturo Umberto ILLIA, el 12 de octubre
de 1963. En ese contexto post-facto,. y más aún habiendo transcurrido a
la fecha 40 años y en boca de Don Arturo, resulta de una credibilidad
extraordinaria. Sí, debo admitir, que al uso de hoy parecería sonar
"desusado", "vetusto", nostalgioso.

Naturalmente que tras el cristal del merchandising político
actual no encaja, pero nobleza obliga y más allá de esta
superficialidad, ¿cuánto hicimos los políticos de los últimos 40 años,
por desapego al sentido profundo de esa frase para que la misma haya
perdido ese sentido. Ni que hablar de lo que hicimos los dirigentes
radicales en los últimos 20 años de vigencia democrática, que nos
llevamos a perder ese faro doctrinario y cuyas consecuencias pagamos
hoy en las urnas con escasos votos propios.

Arturo Illia forma parte de una generación de políticos
radicales que renovaron a la Unión Cívica Radical, el partido de
Yrigoyen, a mediados de la década de los años cuarenta. Entre ellos,
nacidos en los primeros años del siglo XX, formados en la Universidad
de la Reforma de 1918, se cuentan figuras como Arturo Frondizi, Moisés
Lebensohn, Ricardo Balbín, Gabriel del Mazo, Luis Dellepiane y
Crisólogo Larralde, cada uno con singularidades brillantes y creativas.
Esa generación había incorporado en el Programa de Avellaneda de 1945,
los principios y proyectos de la Democracia Social: nacionalismo
económico, estado dirigista de bienestar social, y adhesión a las
normas del liberalismo político, que mantienen vigencia de futuro.

Como facultativo de la medicina, Illia era un humanista y
filántropo, de ideas avanzadas sobre la armonía de la psiquis y la
salud física.

Desde el Gobierno, el Presidente Illia se atuvo estrictamente a la
Plataforma electoral de aquel programa radical de Avellaneda de 1945.
Illia fue un austero hombre republicano. Conciliaba la ética social con
su conducta moral individual, una sólida honestidad intelectual y una
sencilla modestia en cuanto a los bienes materiales: su única propiedad
le había sido donada por el Pueblo de Cruz del Eje. La idea de una
revolución democrática en paz y libertad, con igualitarismo social,
basado en la cooperación y los valores de la justicia social, se
inspiraba en el yrigoyenismo y en la filosofía del krausismo español.
Tenía una clara convicción de lo que denominaba "un orden justo", que
armonizaba liberalismo político y socialismo económico. Siendo médico,
poseía una importante y profunda formación jurídica. Su respeto a la
ley y la Constitución Nacional, a la independencia e importancia del
Poder Judicial era de una pureza infrecuente en la Historia Política de
la Argentina. Gobernó sin estado de sitio, con absoluto respeto de las
libertades publicas e individuales.

Illia era un hombre de cuidadosa racionalidad, serio e
introspectivo, de una cultura clásica de la que no hacía inútil gala, y
que solo mostraba en las muy ricas conversaciones con jóvenes amigos,
estudiantes intelectuales y científicos de su tiempo. Era un conocedor
de la filosofía de Leibniz, del pensamiento de Rouseau y de Kant,
lector actualizado en las teorías económicas de John Maynard Keynes y
del progresismo social del Presidente Franklin Delano Roosvelt y del
espiritualismo de Gandhi.

En síntesis, Don Arturo fue y sigue siendo, el símbolo de la
decencia política.

Por lo expuesto y en honor a la democracia que disfrutamos y
que entre todos debemos acercar al paradigma que de ella hacía el Dr.
Arturo Umberto ILLIA, es que solicito a mis pares me acompañen en la
aprobación del presente proyecto.


Luis A. Falcó.-