Número de Expediente 2349/03

Origen Tipo Extracto
2349/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución ESCUDERO : PROYECTO DE RESOLUCION DISPONIENDO LA CREACION DE LA COMISION BICAMERAL DE SEGUIMIENTO DEL TRATAMIENTO DE LAS NEGOCIACIONES INTERNACIONALES EN EL MARCO DE LA ORGANIZACION MUNDIAL DE COMERCIO .
Listado de Autores
Escudero , Sonia Margarita

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
02-10-2003 15-10-2003 139/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
03-10-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES
ORDEN DE GIRO: 1
03-10-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 23-01-2006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2349/03)

PROYECTO DE RESOLUCIÓN

El Senado de la Nación

Resuelve

CREACIÓN DE LA COMISIÓN BICAMERAL DE SEGUIMIENTO
DEL TRATAMIENTO DE LAS NEGOCIACIONES INTERNACIONALES EN EL MARCO DE LA
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO.


1° - Créase con carácter permanente la Comisión Bicameral para el
seguimiento del tratamiento de las Negociaciones Internacionales en el
marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

2° - La Comisión estará integrada por diez señores senadores de la
Nación y por diez señores diputados de la Nación.

3° - Invítase a la H. Cámara de Diputados a aprobar una resolución en
idéntico sentido.

4° - Comuníquese.-


Sonia Escudero.-




















FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

El Multilateralismo en las negociaciones internacionales sobre
políticas y normativas que afectan el comercio mundial, que surge con
la creación en 1947 del Acuerdo General sobre Aranceles y Tarifas
(conocido con la sigla de GATT) - antecedente a su vez de la actual
Organización Mundial del Comercio (OMC) - está atravesando en la
actualidad el año número cincuenta y seis desde su establecimiento.

Después de 8 rondas de negociaciones multilaterales en las últimas
cinco décadas, sólo dos han abordado con cierta atención la cuestión
del comercio agrícola, probablemente la cuestión más relevante de la
agenda de negociaciones comerciales internacionales para la Argentina y
un alto número de países de desarrollo relativamente menor o con
ventajas comparativas en ese sector.

La Ronda Uruguay, que significó la incorporación de la agricultura a
dicho foro, fue iniciada en 1986, y ponderada como un éxito en su
momento por quienes sostenían posturas favorables a la reforma de la
política agrícola de los países más desarrollados, vio sin embargo una
disminución leve de los aranceles aplicados al comercio agrícola por la
mayoría de los países de la OCDE, que aún representan casi el doble de
los aranceles a productos industriales y que fue fuertemente compensada
por barreras para-arancelarias y subsidios directos a la producción.

Dieciséis años después, se lanza en Doha una nueva Ronda de
Negociaciones. El ambicioso Programa para el Desarrollo que surge de su
mandato se contrapone tristemente con sus resultados a la fecha. En
efecto, el fracaso en acordar en su momento y en los plazos previstos
las modalidades de la negociación tuvo su continuación lógica en el
fracaso de la reciente Cumbre de Cancún ante la ceguera de los países
desarrollados frente a los legítimos reclamos de los países menos
desarrollados y los agroexportadores, que diera lugar a un intercambio
de culpas en la prensa entre el Representante de la Autoridad Comercial
de los Estados Unidos y nuestro Canciller.

En este sentido, merecen reivindicarse los términos de la Declaración
de la II Conferencia Interparlamentaria de Agricultura, Ganadería y
Pesca, por parte del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) los días 23
al 25 de abril de 2003 en la Ciudad de San Pablo, Brasil, en los que se
manifiesta nuestra preocupación por los nulos avances en las
negociaciones agrícolas de la Organización Mundial del Comercio, y
nuestra denuncia por la generación de nuevas barreras al comercio como
las leyes sobre bio-terrorismo, y otras que excluyen productos
sensibles de las negociaciones en el marco de la nueva legislación de
los EE.UU. que entra en vigor en diciembre de 2003. El Parlatino
recomendó que si no se registraran avances en las negociaciones y en la
liberalización agrícola, no deberían realizarse concesiones en otros
temas de las negociaciones multilaterales. Política que fuera seguida
por los gobiernos de la Argentina y del conjunto del G-22.

Es importante considerar estas referencias temporales y de resultados,
para enfatizar lo prolongado de los plazos que se manejan en la OMC y
para comprender no sólo el grado de profundidad y complejidad de las
negociaciones (que incluyen un sinnúmero de instrumentos arancelarios,
para-arancelarios y no arancelarios), sino además las titánicas
proporciones de los acuerdos, cuando éstos llegan, y de las tareas
necesarias para arribar a los consensos que los hacen posibles.

A la complejidad, la profundidad y lo intrincado de los temas
negociados, y a las proporciones titánicas de los acuerdos y las tareas
para consensuarlos, se suma un tercer elemento clave. Los acuerdos no
se realizan por partes: muy por el contrario, las negociaciones se
enmarcan bajo el principio de "single undertaking", o compromiso único,
que implica que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".

Siendo facultad del Poder Legislativo de la Nación la aprobación de
tratados internacionales, como surge del artículo 75, inciso 22, de la
Constitución Nacional, se deduce forzosamente de lo anteriormente
expuesto que el mero estudio de los acuerdos logrados en el marco de la
OMC una vez que eso ocurre, plantea una opción ineficiente al Congreso
y por su intermedio a la Nación. Esto se debe a que en tal caso su
papel se limita a dar un simplista "sí" o "no" a un enorme conjunto de
cuestiones, sin posibilidades reales de renegociar las cuestiones que
generen controversia. La implicancia de esta forma de participación del
Congreso es que de llegar a situaciones en que un acuerdo de alcance
mundial no satisface la voluntad general y plural expresada en el
Congreso - que configura la base necesaria para cualquier política de
Estado - la sola alternativa en la práctica es quedarse fuera de las
nuevas modalidades de relacionamiento comercial internacional. La
participación del Congreso - y su rol legitimador de políticas de
Estado - queda así relegado a un papel casi formal de simple
refrendador de acuerdos.

Es en ésta dirección que se fundamenta la iniciativa parlamentaria de
crear una comisión bicameral ad hoc, que acompañe con protagonismo las
políticas y estrategias del Poder Ejecutivo Nacional en este campo,
permitiendo la participación efectiva del Poder Legislativo en asuntos
de la mayor importancia económica, política, social, tecnológica e
institucional, y el cumplimiento eficaz de su rol constitucional.

De este modo se asegurará la consideración de puntos fundamentales para
una agenda abierta y una política de Estado de la Argentina en la
materia, de protección de sus intereses, en el contexto de un mundo que
evoluciona con rapidez hacia nuevas formas de organización que ponen en
discusión el tema de una inserción que no vulnere nuestros objetivos
nacionales, ni nuestras posibilidades de recuperar bienestar ni de
desarrollo económico, institucional y humano sostenible.

Por todo lo expuesto creemos necesaria y oportuna la formación de la
Comisión Bicameral propuesta.

Sonia Escudero.-