Número de Expediente 234/03

Origen Tipo Extracto
234/03 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación PERCEVAL :PROYECTO DE COMUNICACION MANIFESTANDO BENEPLACITO POR LA OBTENCION DEL PREMIO L´OREAL - UNESCO , POR PARTE DE LA DRA. WEISSMANN .-
Listado de Autores
Perceval , María Cristina

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
17-03-2003 26-03-2003 17/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
18-03-2003 06-06-2003

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 06-06-2003

ENVIADO AL ARCHIVO : 16-07-2003

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 02-07-2003
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
APROBADO COMO: Proyecto de Declaracion
NOTA:Conj. con S-3106/02 y 31-89-195-279/03

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
107/03 17-06-2003 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-0234/03)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación

Manifiesta su beneplácito de que haya sido una científica argentina, la
Doctora en Ciencias Físicas e Investigadora Superior de la Comisión Nacional
de Energía Atómica, Mariana Weissmann, la ganadora de la región América
Latina del Premio L'Oreal - UNESCO "La Mujer y la Ciencia".

María C. Perceval.-

F U N D A M E N T O S

Señor Presidente:

Durante el siglo XX, las mujeres, organizadamente y de manera sistemática,
con distintos matices, intereses y posiciones ideológicas, desde distintos
lugares y actuaciones, asumieron como idea-valor común la reivindicación y
el aumento de la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la
vida laboral.

El ámbito de la ciencia y la técnica, especialmente, por ser campos
históricamente masculinos, demandó a las pioneras un esfuerzo diferencial.

Así, Cecilia Grierson, quien en 1889 se convirtió en la primera mujer en
Sudamérica en graduarse en la Facultad de Medicina, - aunque pudo romper una
tradición de exclusión-, no logró ser aceptada ni como profesora de la
facultad, ni como jefa de sala, a pesar de tener la capacidad suficiente
para esos cargos.

Un estudio de UNESCO sobra participación de las mujeres en el sistema de
investigación y desarrollo (año 2000) demuestra que la participación fue
creciendo durante los últimos años, desde un 37% de investigadoras en 1993
hasta un 41% al final de la década. Respecto de las becarias, pasó de un 43%
en 1993 a un 52% en el 2000. Esto es, 4 de cada 10 investigadores son
mujeres, y también más de la mitad de los becarios.

Este incremento tiene que ver con el crecimiento sostenido de las mujeres en
la matrícula universitaria a partir de los años 60; la apertura de mejores
oportunidades salariales en el sector empresarial para científicos y
tecnólogos, mayoritariamente aprovechadas por los hombres que han abandonado
la impronta de investigación en estas áreas; y la mayor variedad de formas
de incorporación laboral en el sector de ciencia y técnica que atrae a más
mujeres, por estar más presionadas a compatibilizar el rol reproductivo con
el productivo.

Sin embargo, cuando se observa la distribución por sexo en los espacios de
mayor responsabilidad y/o en los lugares con mayor poder de decisión, se
hace evidente que las mujeres están sub-representadas en prácticamente todas
las instituciones y en las diferentes actividades, sean estas de formación
como de investigación.

Por esta razón, logros como los de la doctora Mirta Roses al frente de la
Organización Panamericana de la Salud, en setiembre de 2002, o la distinción
obtenida por la doctora Mariana Weissmann en este caso, representan un
avance significativo en sobre espacios de mayor importancia.

En febrero, recibimos con orgullo la noticia de que el premio anual otorgado
por la empresa de investigación en cosmética femenina L'Oreal y la UNESCO
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura) para científicas destacadas en las regiones Europa, Asia/Pacífico,
África, América del Norte y América Latina, tuvo entre sus ganadoras por
primera vez a una argentina.

Entre 125 postulantes de más de 40 países, la doctora en Ciencias Físicas e
Investigadora Superior del CONICET Mariana Weissmann ganó en la categoría
América Latina, por su contribución al progreso de la ciencia y recibió su
galardón de manos de dos premios Nobel, Pierre-Giles De Gennes (Física,
1991) y Christian De Duve (Medicina, 1974)

Según el Director General de UNESCO, "el espíritu de este premio está en
consonancia con el espíritu de la UNESCO. Estas mujeres son embajadoras de
la ciencia y modelo de libertad, respeto y solidaridad internacional".

La doctora Weissmann desarrolló la mayor parte de su carrera en nuestro
país. Se graduó en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de
Buenos Aires y después de su exilio, entre los años 1966 y 1972, y su paso
por el California Institute of Technology, se incorporó como investigadora
al CONICET. Desde hace tres décadas desarrolla su labor en el Centro
Constituyentes de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Fue la primera mujer incorporada a la Academia Argentina de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales (en 1996). Y en el año 1999, en el área de
Física, fue la primera mujer con el rango de Investigadora Superior del
CONICET.

Lleva cuarenta años investigando en el campo de la física computacional de
la materia condensada. Sus trabajos han permitido mejorar los conocimientos
sobre los sólidos cuánticos desde un punto de vista cualitativo para
formular pronósticos cuantitativos. Además, la Dra. Weissmann es reconocida
incluso fuera de nuestro país como una de las primeras científicas en
recurrir al uso de la informática en sus investigaciones.

Sus palabras, al recibir el premio, fueron, entre otras: "Vengo de la
Argentina (...) Nunca sufrí discriminación por ser mujer y dedicarme a la
ciencia. Creo que mi mayor logro, en un país como el mío, fue formar
estudiantes graduados que sigan investigando. Tengo un sueño para el futuro:
convencer a las autoridades de mi país de que la ciencia es útil para la
Argentina (...) Es difícil explicar la alegría de los pequeños
descubrimientos. Trabajamos en malas condiciones y con magros salarios, pero
seguimos adelante porque creemos que la ciencia vale la pena".

Destacamos especialmente su vocación y entusiasmo por la docencia que los
investigadores que formó hoy ocupan cargos en el Conicet, la Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA), o son profesores de universidades de
Argentina, España y Francia.

Tal como afirmó el Director General de la UNESCO en la ceremonia de entrega
de los premios: "(Estas mujeres) Son modelos y ejemplos dignos de ser
imitados por las jóvenes de nuestros días. Les abren las puertas de un
ámbito de libertad para acometer empresas que durante mucho tiempo les
estuvo vedado. En las sociedades del conocimiento contemporáneas, es
esencial que las mujeres contribuyan a la investigación científica
imprimiendo en ella su misión del mundo y su emancipación".

Por ser la Dra. Weissmann un claro ejemplo de lucha en nuestra Argentina de
hoy, solicito a mis pares tengan a bien considerar este proyecto de
comunicación.

María C. Perceval.-