Número de Expediente 2324/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
2324/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | CURLETTI Y MORO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES ACERCA DEL CULTIVO DE SOJA . |
Listado de Autores |
---|
Curletti
, Mirian Belén
|
Moro
, Eduardo Aníbal
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
01-10-2003 | 15-10-2003 | 137/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
02-10-2003 | 28-11-2003 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA
ORDEN DE GIRO: 1 |
03-10-2003 | 28-11-2003 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-12-2003
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 03-12-2003 |
SANCION: Com.Art106 |
COMENTARIO: |
NOTA:DESPACHO N° 203 |
PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS
ORIGEN | TIPO | NUMERO | FECHA | AR |
---|---|---|---|---|
PE | RP | 611/04 | 06-10-2004 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2324/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación:
Solicita al Poder Ejecutivo Nacional informe, mediante el organismo de
competencia, en relación al cultivo de soja en nuestro país lo
siguiente:
a) Cuáles son los lineamientos que la Secretaría Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, ha encarado respecto a
las consecuencias directas e indirectas del desarrollo del cultivo de
soja en desmedro de la diversidad productiva y el desarrollo de las
economías regionales, por efecto de la siembra directa y la
biotecnología aplicada a este cultivo.
b) Qué políticas se implementan a los fines de garantizar el desarrollo
equilibrado y sostenible de la producción agropecuaria.
c) Qué medidas fiscales o de otro tipo se han adoptado en orden a
compensar las diferencias de rentabilidad entre la soja y otros
cultivos.
Miriam Curletti.- Eduardo A. Moro.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Bajo el título "Agricultura Argentina: El desierto verde" el sitio
EcoPortal.Net anunció en su boletín semanal del 20 de septiembre, un
informe de Marcela Valente de TIERRAMÉRICA, donde destaca la posición
de la soja como primer producto exportador de Argentina y el incremento
que las plantaciones de esta leguminosa ha tenido en los últimos años a
expensas de la ganadería y otros cultivos tradicionales como maíz,
trigo, algodón, papa o lentejas.
Los números del informe, demuestran la invasión de la soja en el último
decenio. La soja "nació" como cultivo en Argentina hace apenas 30 años
en el centro de la pampa húmeda: el norte de la provincia de Buenos
Aires, el sur de Santa Fe y el sudoeste de Córdoba. En la década de
1990 más de la mitad de las tierras de esa área estaban plantadas con
soja y actualmente el 80 por ciento de ellas.
La saturación del área de siembra en la pampa húmeda, hizo que el
cultivo expandiera la frontera hacia otras áreas involucrando a nuevas
provincias como Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Entre Ríos.
En el caso del Chaco, tradicional productora de algodón, en el pasado
se llegó al millón de hectáreas sembradas de este cultivo, ocupando de
75.000 a 150.000 personas durante el cultivo y la zafra algodonera,
pero actualmente, los niveles de ocupación de la soja, dejó una
participación reducida del algodonero a 100.000 hectáreas, pasando a
ser nuestro país potencial importador de este cultivo industrial.
En el mismo sentido, en el sur de la provincia de Córdoba la superficie
sembrada con soja creció 118 por ciento en los últimos 10 años, a
expensas del maíz, el sorgo y la ganadería.
En una década, según informes del INTA Marcos Juárez, la superficie
ganadera se redujo 35 por ciento en la zona, en particular en el ganado
porcino, que pasó de 470.000 a 152.000 cabezas.
Por su parte, la Federación Agraria Argentina, confirmó que el 95 % de
sus asociados, pequeños y medianos productores, se volcaron al cultivo
de soja.
La coincidencia técnica es que este proceso ha sido una transformación
muy amplia y negativa desde el punto de vista de la sustentabilidad
ambiental y social.
"Con la difusión de la semilla transgénica y la técnica de siembra
directa, producir soja es más redituable y simple que otras actividades
del campo, aunque sabemos que el monocultivo a largo plazo afecta la
calidad del suelo", admitieron técnicos y productores de las entidades
entrevistadas por EcoPortal.Net, afirmando que "tradicionalmente, el
productor hacía rotar diferentes cultivos en los suelos, o dejaba un
sector para el pastoreo de ganado, de manera que la tierra descansara y
recibiera el abono animal como principal fertilizante."
La siembra directa utilizada tanto en la agricultura tradicional como
en la orgánica, evita las tareas de labranza, permitiendo acelerar el
ritmo de producción al mantener siempre una cubierta vegetal sobre los
suelos, por ejemplo con rastrojos de la siembra anterior, actuando como
abono natural y protegiendo de la erosión y los cambios de temperatura.
En Argentina la aplicación de esta técnica en forma masiva está
asociada al modelo productivo intensivo de la soja transgénica, que es
a su vez mucho más rendidora.
La variedad transgénica RR (Roundup Ready) fue desarrollada por la
compañía Monsanto para resistir el uso intensivo del herbicida Roundup
(basado en glifosato), fabricado por la misma empresa, que termina con
todas las malezas que crecen junto a la planta.
Su utilización permitió eludir el combate específico de cada plaga, a
expensas de una extrema dependencia de la empresa que vende semillas y
herbicidas.
"El productor es consciente de que la soja lo hace dependiente, que
deteriora el suelo y que afecta la diversidad, pero 'la necesidad tiene
cara de hereje'", sintetizó en la entrevista a EcoPortal.Net, un
productor dueño de un predio de 100 hectáreas en la localidad de
Mercedes, provincia de Buenos Aires, que también destinó sus tierras al
cultivo de soja.
"Sembrar soja transgénica es más barato que cualquier otro cultivo",
este factor para los productores importa más que la variable de precios
a la hora de optar por el cultivo. Pero paradójicamente, el área
sembrada crece a medida que cae el precio internacional de la soja,
cuya tendencia a la baja comenzó en los (años) 90 en el sudeste
asiático y actualmente persiste por efecto del mercado saturado.
Los valores de la soja en los mercados internacionales pasaron de 307
dólares por tonelada a mediados de los años 90, cuando se introdujo la
variedad transgénica en Estados Unidos, a fluctuar ahora en torno a 200
dólares y sin perspectiva de repunte por el exceso de oferta.
Cabe tomar en cuenta la siguiente información que de seguir esta
tendencia, nos predestina un futuro desértico a nuestras pampas: 12
millones de hectáreas de soja transgénica, en un total de 26 millones
de hectáreas con otros cultivos, son regados con más de 100 millones de
litros anuales de herbicida que producen enormes cantidades de suelo
carente de toda vida microbiana que no retienen el agua.
La Fundación Proteger, afirmo que la expansión de la soja en Santa Fe y
sobre todo en Chaco, donde nace el río Salado, es una de las causas de
las inundaciones que dejaron este año 24 muertos en la ciudad de Santa
Fe, al desbordarse el río después de las fuertes lluvias de mayo. Los
ambientalistas aseguran que la deforestación en Chaco y Santiago del
Estero y la escasa permeabilidad de los suelos sometidos a la
producción intensiva de soja contribuyeron a aumentar el caudal de ese
río.
Por su parte, el Grupo de Reflexión Rural (productores, técnicos y
activistas ambientalistas) opinan que la siembra directa, la soja
transgénica y los herbicidas están haciendo de Argentina un país
"agrícola pero sin agricultores", pues más de 500 aldeas han sido
abandonadas por sus habitantes.
Asimismo, señalaron que en los últimos seis años desaparecieron 17.000
granjas lecheras de la provincia de Buenos Aires, está en su punto de
extinción el cultivo de la variedad de trigo candeal y mermó la
producción de maíz. Asimismo, en la localidad de San Pedro, se
sembraban hasta hace pocos años unas 6.000 hectáreas de batatas y se
hacían dos cosechas anuales de papas. Ahora esa misma tierra produce
sólo soja. Lo mismo se repite con pequeñas cosechas de lentejas,
zanahorias, alcauciles o arvejas, alimentos que actualmente se
importan.
Si bien la Secretaría de Agricultura destaca los resultados de la
presente cosecha record de soja de 36 millones de toneladas, cuyo
destino en un 98 por ciento es exportado para elaboración de harina
para consumo humano en países asiáticos y para alimento de animales en
Europa, sin embargo, nada manifiesta respecto al que el enorme
desarrollo de este cultivo, va en desmedro de la diversidad productiva,
provocando en el largo plazo un deterioro del suelo, una dependencia
económica y una retracción en la distribución del ingreso rural.
Por lo expuesto, Señor Presidente, solicitamos la aprobación del
presente proyecto de comunicación.
Miriam Curletti.- Eduardo A. Moro.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2324/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación:
Solicita al Poder Ejecutivo Nacional informe, mediante el organismo de
competencia, en relación al cultivo de soja en nuestro país lo
siguiente:
a) Cuáles son los lineamientos que la Secretaría Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, ha encarado respecto a
las consecuencias directas e indirectas del desarrollo del cultivo de
soja en desmedro de la diversidad productiva y el desarrollo de las
economías regionales, por efecto de la siembra directa y la
biotecnología aplicada a este cultivo.
b) Qué políticas se implementan a los fines de garantizar el desarrollo
equilibrado y sostenible de la producción agropecuaria.
c) Qué medidas fiscales o de otro tipo se han adoptado en orden a
compensar las diferencias de rentabilidad entre la soja y otros
cultivos.
Miriam Curletti.- Eduardo A. Moro.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Bajo el título "Agricultura Argentina: El desierto verde" el sitio
EcoPortal.Net anunció en su boletín semanal del 20 de septiembre, un
informe de Marcela Valente de TIERRAMÉRICA, donde destaca la posición
de la soja como primer producto exportador de Argentina y el incremento
que las plantaciones de esta leguminosa ha tenido en los últimos años a
expensas de la ganadería y otros cultivos tradicionales como maíz,
trigo, algodón, papa o lentejas.
Los números del informe, demuestran la invasión de la soja en el último
decenio. La soja "nació" como cultivo en Argentina hace apenas 30 años
en el centro de la pampa húmeda: el norte de la provincia de Buenos
Aires, el sur de Santa Fe y el sudoeste de Córdoba. En la década de
1990 más de la mitad de las tierras de esa área estaban plantadas con
soja y actualmente el 80 por ciento de ellas.
La saturación del área de siembra en la pampa húmeda, hizo que el
cultivo expandiera la frontera hacia otras áreas involucrando a nuevas
provincias como Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Entre Ríos.
En el caso del Chaco, tradicional productora de algodón, en el pasado
se llegó al millón de hectáreas sembradas de este cultivo, ocupando de
75.000 a 150.000 personas durante el cultivo y la zafra algodonera,
pero actualmente, los niveles de ocupación de la soja, dejó una
participación reducida del algodonero a 100.000 hectáreas, pasando a
ser nuestro país potencial importador de este cultivo industrial.
En el mismo sentido, en el sur de la provincia de Córdoba la superficie
sembrada con soja creció 118 por ciento en los últimos 10 años, a
expensas del maíz, el sorgo y la ganadería.
En una década, según informes del INTA Marcos Juárez, la superficie
ganadera se redujo 35 por ciento en la zona, en particular en el ganado
porcino, que pasó de 470.000 a 152.000 cabezas.
Por su parte, la Federación Agraria Argentina, confirmó que el 95 % de
sus asociados, pequeños y medianos productores, se volcaron al cultivo
de soja.
La coincidencia técnica es que este proceso ha sido una transformación
muy amplia y negativa desde el punto de vista de la sustentabilidad
ambiental y social.
"Con la difusión de la semilla transgénica y la técnica de siembra
directa, producir soja es más redituable y simple que otras actividades
del campo, aunque sabemos que el monocultivo a largo plazo afecta la
calidad del suelo", admitieron técnicos y productores de las entidades
entrevistadas por EcoPortal.Net, afirmando que "tradicionalmente, el
productor hacía rotar diferentes cultivos en los suelos, o dejaba un
sector para el pastoreo de ganado, de manera que la tierra descansara y
recibiera el abono animal como principal fertilizante."
La siembra directa utilizada tanto en la agricultura tradicional como
en la orgánica, evita las tareas de labranza, permitiendo acelerar el
ritmo de producción al mantener siempre una cubierta vegetal sobre los
suelos, por ejemplo con rastrojos de la siembra anterior, actuando como
abono natural y protegiendo de la erosión y los cambios de temperatura.
En Argentina la aplicación de esta técnica en forma masiva está
asociada al modelo productivo intensivo de la soja transgénica, que es
a su vez mucho más rendidora.
La variedad transgénica RR (Roundup Ready) fue desarrollada por la
compañía Monsanto para resistir el uso intensivo del herbicida Roundup
(basado en glifosato), fabricado por la misma empresa, que termina con
todas las malezas que crecen junto a la planta.
Su utilización permitió eludir el combate específico de cada plaga, a
expensas de una extrema dependencia de la empresa que vende semillas y
herbicidas.
"El productor es consciente de que la soja lo hace dependiente, que
deteriora el suelo y que afecta la diversidad, pero 'la necesidad tiene
cara de hereje'", sintetizó en la entrevista a EcoPortal.Net, un
productor dueño de un predio de 100 hectáreas en la localidad de
Mercedes, provincia de Buenos Aires, que también destinó sus tierras al
cultivo de soja.
"Sembrar soja transgénica es más barato que cualquier otro cultivo",
este factor para los productores importa más que la variable de precios
a la hora de optar por el cultivo. Pero paradójicamente, el área
sembrada crece a medida que cae el precio internacional de la soja,
cuya tendencia a la baja comenzó en los (años) 90 en el sudeste
asiático y actualmente persiste por efecto del mercado saturado.
Los valores de la soja en los mercados internacionales pasaron de 307
dólares por tonelada a mediados de los años 90, cuando se introdujo la
variedad transgénica en Estados Unidos, a fluctuar ahora en torno a 200
dólares y sin perspectiva de repunte por el exceso de oferta.
Cabe tomar en cuenta la siguiente información que de seguir esta
tendencia, nos predestina un futuro desértico a nuestras pampas: 12
millones de hectáreas de soja transgénica, en un total de 26 millones
de hectáreas con otros cultivos, son regados con más de 100 millones de
litros anuales de herbicida que producen enormes cantidades de suelo
carente de toda vida microbiana que no retienen el agua.
La Fundación Proteger, afirmo que la expansión de la soja en Santa Fe y
sobre todo en Chaco, donde nace el río Salado, es una de las causas de
las inundaciones que dejaron este año 24 muertos en la ciudad de Santa
Fe, al desbordarse el río después de las fuertes lluvias de mayo. Los
ambientalistas aseguran que la deforestación en Chaco y Santiago del
Estero y la escasa permeabilidad de los suelos sometidos a la
producción intensiva de soja contribuyeron a aumentar el caudal de ese
río.
Por su parte, el Grupo de Reflexión Rural (productores, técnicos y
activistas ambientalistas) opinan que la siembra directa, la soja
transgénica y los herbicidas están haciendo de Argentina un país
"agrícola pero sin agricultores", pues más de 500 aldeas han sido
abandonadas por sus habitantes.
Asimismo, señalaron que en los últimos seis años desaparecieron 17.000
granjas lecheras de la provincia de Buenos Aires, está en su punto de
extinción el cultivo de la variedad de trigo candeal y mermó la
producción de maíz. Asimismo, en la localidad de San Pedro, se
sembraban hasta hace pocos años unas 6.000 hectáreas de batatas y se
hacían dos cosechas anuales de papas. Ahora esa misma tierra produce
sólo soja. Lo mismo se repite con pequeñas cosechas de lentejas,
zanahorias, alcauciles o arvejas, alimentos que actualmente se
importan.
Si bien la Secretaría de Agricultura destaca los resultados de la
presente cosecha record de soja de 36 millones de toneladas, cuyo
destino en un 98 por ciento es exportado para elaboración de harina
para consumo humano en países asiáticos y para alimento de animales en
Europa, sin embargo, nada manifiesta respecto al que el enorme
desarrollo de este cultivo, va en desmedro de la diversidad productiva,
provocando en el largo plazo un deterioro del suelo, una dependencia
económica y una retracción en la distribución del ingreso rural.
Por lo expuesto, Señor Presidente, solicitamos la aprobación del
presente proyecto de comunicación.
Miriam Curletti.- Eduardo A. Moro.-