Número de Expediente 2318/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
2318/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | ESCUDERO . PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO SE PROMUEVA EL FORTALECIMIENTO DEL MULTILATERALISMO . |
Listado de Autores |
---|
Escudero
, Sonia Margarita
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
04-08-2004 | 11-08-2004 | 146/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
05-08-2004 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
05-08-2004 | 28-02-2006 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2318/04)
PROYECTO DE COMUNICACION
El Senado de la Nación
Comunica al Poder Ejecutivo Nacional que vería con agrado que, a través
del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y
Culto, promueva activamente el fortalecimiento del multilateralismo a
través de la sujeción de todas las naciones a las disposiciones de los
organismos internacionales políticos y judiciales, de la concreción
efectiva de reformas democratizadoras en los mismos, y del fomento de
instituciones y mecanismos de cooperación internacional que den
respuesta a las principales amenazas que enfrenta actualmente la
seguridad física, económica y política de la comunidad de naciones.
En particular, vería con agrado que el PEN promueva:
Reformas democratizadoras y orientadas a la máxima transparencia y
rendición de cuentas a los ciudadanos del mundo en los organismos del
Sistema de Naciones Unidas (incluyendo ONU, FMI y BM) y sus órganos
ejecutivos.
Acuerdos, normas o instituciones internacionales para el registro
universal y transparente de las operaciones financieras.
Mejoras sustanciales en las condiciones de acceso de las producciones
primarias a los mercados de países desarrollados, y reducción de
subsidios y niveles de protección, junto con otras medidas tendientes
al desarrollo.
Acuerdos, normas o instituciones internacionales para el registro
universal y transparente de las operaciones productivas y comerciales
referentes a armamentos convencionales y no convencionales e insumos
críticos para su producción.
Coordinación de actividades de seguridad e inteligencia
antiterrorista en el seno de la ONU.
Sonia Escudero.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En estos tiempos de incertidumbre, en que ciudadanos de los más
diversos rincones del mundo conviven con la sombra del terrorismo, en
que se libran sucesivamente guerras "preventivas" gravemente objetadas
por muchos en su motivación, cuando el precio del petróleo -ese letal
termómetro de la ansiedad, que agita la inflación y el desempleo - bate
récords y las bolsas del mundo se desploman entre advertencias de
posibles atentados con armas no convencionales (químicas, biológicas o
nucleares), y las quiebras fraudulentas de varias mega-corporaciones
entre otros hechos notorios (proliferación del crimen organizado, los
paraísos financieros y fiscales, el lavado de dinero, etc.) extienden
el blanco de la lucha contra la corrupción a esferas empresarias,
financieras y profesionales, la comunidad de naciones del mundo ha
visto modificaciones -y en ocasiones para nada leves, de facto- de
principios, leyes, instituciones, derechos y garantías de singular
importancia, tanto en ciertas jurisdicciones nacionales como en el
sistema internacional.
De este modo, se ha terminado con más de una década de post Guerra
Fría, y con la ilusión del fin de la Historia que auguraban los
oráculos predilectos de los poderosos.
Pero lamentablemente el final de esa ilusión dista demasiado de ser un
final feliz. El desbaratamiento del macabro plan presunto de atentar
con armas químicas en Amman atribuido por los servicios de inteligencia
jordanos a Abu Mussab al-Zarqawi, de Al Qaeda, o los que fueron
anunciados anteriormente por el Reino Unido, no deberían alegrarnos en
demasía. Por el contrario, episodios como éstos y las mismas
advertencias de posibles atentados a gran escala que se oyen estos
días, deberían inducir a la comunidad internacional a una urgente
revisión de sus estrategias internacionales.
El costo de no hacerlo sería someterse al inexorable destino de
holocaustos terroristas. Aceptar la persistencia de una aparente guerra
frontal al terrorismo que pronto comportará entre sus "daños
colaterales" decenas de miles de víctimas civiles en los mismos países
que buscan combatirlo. Aceptar la renuncia a las que hasta ayer eran
las más elementales garantías y derechos civiles, en pos de investir un
poder omnímodo que bajo la excusa de combatir el terror, lo seguirá
alimentando con ataques brutales que generarán cada vez más legiones de
potenciales mártires en busca de venganza.
La revisión de las estrategias de las potencias deberá comenzar por la
humildad y la apertura mental necesarias para aceptar una realidad que
en principio las élites podrán encontrar indigna, y hasta contraria a
las certidumbres más elementales de la sabiduría convencional.
La realidad es que todo el poder militar, económico, político y
tecnológico del más imponente Estado nacional surgido a partir de la
era moderna, sumado al de sus aliados, no basta para garantizar lo
esencial: la seguridad física de sus pueblos frente al odio de
eficientes redes de fanáticos de provenientes de países tercermundistas
que no temen usar la autoinmolación como arma de destrucción para
doblegar al adversario. Incluso el filósofo político del
contractualismo totalitario Thomas Hobbes, en su magna obra Leviatán
indica el deseo de seguridad física como el motor elemental detrás de
las sociedades que encumbran regímenes opresivos.
En otras palabras, la posibilidad de comportamientos hegemónicos
norteamericana ha llegado a su fin con el nuevo terrorismo de redes
fundamentalistas. Cuanto más se tarde en asumir esta ingrata realidad,
más costos en vidas, sufrimiento y destrucción pagará el mundo, y más
difícil se tornará el reencauzamiento de las estrategias aplicadas
hacia otras que sin dejar de confrontar el terrorismo, busquen reducir
a la vez sus capacidades y sus recursos.
Se trata en definitiva de aceptar que, sin que se haya llegado a un
nuevo escenario de destrucciones mutuas aseguradas ante el conflicto,
tal como existía durante la Guerra Fría y su amenaza de guerra nuclear
masiva, hoy nos enfrentamos a un escenario de pérdidas mutuas
intolerables frente a la persistencia del conflicto, por más fieramente
que combata cada parte. Éste debe ser el punto de partida de una nueva
visión realista de la Seguridad Común en el mundo globalizado.
La reducción de las capacidades y recursos de las redes terroristas, en
este nuevo escenario, debe plantearse por medios más sutiles y
defendibles que los bombardeos preventivos y la suspensión de las
garantías y los derechos civiles y políticos.
En lugar de bombardeos y otras medidas con "daños colaterales" que
reemplazan cada terrorista muerto con varios terroristas nuevos vivos
y con deseos de venganza, a la vez que barbarizan las relaciones entre
diferentes Estados y pueblos, se lograrían resultados muy superiores
retomando los principios del Multilateralismo, la Democracia y la
institucionalización de un régimen internacional justo, equitativo y
verdadero promotor del desarrollo mundial equilibrado. La ecuación que
se debe hacer es la renuncia a ciertos niveles de opulencia y
unilateralismo a nivel internacional, a cambio de paz, justicia y
equidad.
En lo concreto, algunas medidas que deberían instrumentarse serían:
Regulaciones internacionales que eliminen los paraísos financieros y
fiscales, junto con el secreto bancario, y obliguen a la identificación
clara de los fondos.
Empowerment del Sistema de Naciones Unidas en el tratamiento de las
crisis políticas y militares internacionales.
Coordinación de actividades de inteligencia antiterrorista en el seno
de la ONU Mejoras sustanciales en las condiciones de acceso de las
producciones primarias a los mercados de países desarrollados, y
reducción de subsidios y niveles de protección, junto con otras medidas
tendientes al desarrollo.
Sometimiento irrestricto de todos los países a la jurisdicción de la
CIJ, la CPI, y otros organismos multilaterales que aplicarán todas las
convenciones internacionales con garantías y controles de imparcialidad
y transparencia.
Por lo expuesto, solicito de mis pares me acompañen con su voto.
Sonia Escudero.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2318/04)
PROYECTO DE COMUNICACION
El Senado de la Nación
Comunica al Poder Ejecutivo Nacional que vería con agrado que, a través
del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y
Culto, promueva activamente el fortalecimiento del multilateralismo a
través de la sujeción de todas las naciones a las disposiciones de los
organismos internacionales políticos y judiciales, de la concreción
efectiva de reformas democratizadoras en los mismos, y del fomento de
instituciones y mecanismos de cooperación internacional que den
respuesta a las principales amenazas que enfrenta actualmente la
seguridad física, económica y política de la comunidad de naciones.
En particular, vería con agrado que el PEN promueva:
Reformas democratizadoras y orientadas a la máxima transparencia y
rendición de cuentas a los ciudadanos del mundo en los organismos del
Sistema de Naciones Unidas (incluyendo ONU, FMI y BM) y sus órganos
ejecutivos.
Acuerdos, normas o instituciones internacionales para el registro
universal y transparente de las operaciones financieras.
Mejoras sustanciales en las condiciones de acceso de las producciones
primarias a los mercados de países desarrollados, y reducción de
subsidios y niveles de protección, junto con otras medidas tendientes
al desarrollo.
Acuerdos, normas o instituciones internacionales para el registro
universal y transparente de las operaciones productivas y comerciales
referentes a armamentos convencionales y no convencionales e insumos
críticos para su producción.
Coordinación de actividades de seguridad e inteligencia
antiterrorista en el seno de la ONU.
Sonia Escudero.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En estos tiempos de incertidumbre, en que ciudadanos de los más
diversos rincones del mundo conviven con la sombra del terrorismo, en
que se libran sucesivamente guerras "preventivas" gravemente objetadas
por muchos en su motivación, cuando el precio del petróleo -ese letal
termómetro de la ansiedad, que agita la inflación y el desempleo - bate
récords y las bolsas del mundo se desploman entre advertencias de
posibles atentados con armas no convencionales (químicas, biológicas o
nucleares), y las quiebras fraudulentas de varias mega-corporaciones
entre otros hechos notorios (proliferación del crimen organizado, los
paraísos financieros y fiscales, el lavado de dinero, etc.) extienden
el blanco de la lucha contra la corrupción a esferas empresarias,
financieras y profesionales, la comunidad de naciones del mundo ha
visto modificaciones -y en ocasiones para nada leves, de facto- de
principios, leyes, instituciones, derechos y garantías de singular
importancia, tanto en ciertas jurisdicciones nacionales como en el
sistema internacional.
De este modo, se ha terminado con más de una década de post Guerra
Fría, y con la ilusión del fin de la Historia que auguraban los
oráculos predilectos de los poderosos.
Pero lamentablemente el final de esa ilusión dista demasiado de ser un
final feliz. El desbaratamiento del macabro plan presunto de atentar
con armas químicas en Amman atribuido por los servicios de inteligencia
jordanos a Abu Mussab al-Zarqawi, de Al Qaeda, o los que fueron
anunciados anteriormente por el Reino Unido, no deberían alegrarnos en
demasía. Por el contrario, episodios como éstos y las mismas
advertencias de posibles atentados a gran escala que se oyen estos
días, deberían inducir a la comunidad internacional a una urgente
revisión de sus estrategias internacionales.
El costo de no hacerlo sería someterse al inexorable destino de
holocaustos terroristas. Aceptar la persistencia de una aparente guerra
frontal al terrorismo que pronto comportará entre sus "daños
colaterales" decenas de miles de víctimas civiles en los mismos países
que buscan combatirlo. Aceptar la renuncia a las que hasta ayer eran
las más elementales garantías y derechos civiles, en pos de investir un
poder omnímodo que bajo la excusa de combatir el terror, lo seguirá
alimentando con ataques brutales que generarán cada vez más legiones de
potenciales mártires en busca de venganza.
La revisión de las estrategias de las potencias deberá comenzar por la
humildad y la apertura mental necesarias para aceptar una realidad que
en principio las élites podrán encontrar indigna, y hasta contraria a
las certidumbres más elementales de la sabiduría convencional.
La realidad es que todo el poder militar, económico, político y
tecnológico del más imponente Estado nacional surgido a partir de la
era moderna, sumado al de sus aliados, no basta para garantizar lo
esencial: la seguridad física de sus pueblos frente al odio de
eficientes redes de fanáticos de provenientes de países tercermundistas
que no temen usar la autoinmolación como arma de destrucción para
doblegar al adversario. Incluso el filósofo político del
contractualismo totalitario Thomas Hobbes, en su magna obra Leviatán
indica el deseo de seguridad física como el motor elemental detrás de
las sociedades que encumbran regímenes opresivos.
En otras palabras, la posibilidad de comportamientos hegemónicos
norteamericana ha llegado a su fin con el nuevo terrorismo de redes
fundamentalistas. Cuanto más se tarde en asumir esta ingrata realidad,
más costos en vidas, sufrimiento y destrucción pagará el mundo, y más
difícil se tornará el reencauzamiento de las estrategias aplicadas
hacia otras que sin dejar de confrontar el terrorismo, busquen reducir
a la vez sus capacidades y sus recursos.
Se trata en definitiva de aceptar que, sin que se haya llegado a un
nuevo escenario de destrucciones mutuas aseguradas ante el conflicto,
tal como existía durante la Guerra Fría y su amenaza de guerra nuclear
masiva, hoy nos enfrentamos a un escenario de pérdidas mutuas
intolerables frente a la persistencia del conflicto, por más fieramente
que combata cada parte. Éste debe ser el punto de partida de una nueva
visión realista de la Seguridad Común en el mundo globalizado.
La reducción de las capacidades y recursos de las redes terroristas, en
este nuevo escenario, debe plantearse por medios más sutiles y
defendibles que los bombardeos preventivos y la suspensión de las
garantías y los derechos civiles y políticos.
En lugar de bombardeos y otras medidas con "daños colaterales" que
reemplazan cada terrorista muerto con varios terroristas nuevos vivos
y con deseos de venganza, a la vez que barbarizan las relaciones entre
diferentes Estados y pueblos, se lograrían resultados muy superiores
retomando los principios del Multilateralismo, la Democracia y la
institucionalización de un régimen internacional justo, equitativo y
verdadero promotor del desarrollo mundial equilibrado. La ecuación que
se debe hacer es la renuncia a ciertos niveles de opulencia y
unilateralismo a nivel internacional, a cambio de paz, justicia y
equidad.
En lo concreto, algunas medidas que deberían instrumentarse serían:
Regulaciones internacionales que eliminen los paraísos financieros y
fiscales, junto con el secreto bancario, y obliguen a la identificación
clara de los fondos.
Empowerment del Sistema de Naciones Unidas en el tratamiento de las
crisis políticas y militares internacionales.
Coordinación de actividades de inteligencia antiterrorista en el seno
de la ONU Mejoras sustanciales en las condiciones de acceso de las
producciones primarias a los mercados de países desarrollados, y
reducción de subsidios y niveles de protección, junto con otras medidas
tendientes al desarrollo.
Sometimiento irrestricto de todos los países a la jurisdicción de la
CIJ, la CPI, y otros organismos multilaterales que aplicarán todas las
convenciones internacionales con garantías y controles de imparcialidad
y transparencia.
Por lo expuesto, solicito de mis pares me acompañen con su voto.
Sonia Escudero.-