Número de Expediente 2317/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2317/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | NEGRE DE ALONSO : PROYECTO DE DECLARACION REPUDIANDO LOS HECHOS DE VIOLENCIA OCURRIDOS EN LA LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES EL PASADO 16 DE JULIO |
Listado de Autores |
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Negre de Alonso
, Liliana Teresita
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
04-08-2004 | 11-08-2004 | 146/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
05-08-2004 | 24-05-2005 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE SEGURIDAD INTERIOR Y NARCOTRÁFICO
ORDEN DE GIRO: 1 |
05-08-2004 | 24-05-2005 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-09-2005
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 27-07-2005 |
SANCION: ARCHIVO |
COMENTARIO: |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
459/05 | 26-05-2005 | Sin Anexo |
PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS
ORIGEN | TIPO | NUMERO | FECHA | AR |
---|---|---|---|---|
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2317/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación:
DECLARA
Su más enérgico repudio a los hechos de violencia ocurridos, en la
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día 16 de julio
de 2004; por ser contrarios a las Instituciones Democráticas y atentar
contra la voluntad popular que se expresa solamente a través de sus
representantes.
Liliana T. Negre de Alonso.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Manifestamos nuestro total y absoluto rechazo a los hechos vandálicos
acaecidos en el edificio de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, el día 16 de julio de 2004.
Lamentablemente es bien conocido por todos el brutal ataque al que fue
sometido el edificio de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Previamente a la Sesión en la cual se iba a debatir la
Modificación del Código de Convivencia de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, un grupo de personas con actitudes agresivas pretendió ingresar
al edificio e impedir que los legisladores abordaran dicho tema.
Finalmente lograron su propósito abortando el tratamiento aludido.
Este proceder extremadamente violento fue un artero ataque contra las
instituciones republicanas. En efecto tal como lo norma nuestra
Constitución Nacional en su Artículo 22: "El pueblo no delibera ni
gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas
por esta Constitución." Y agrega dicho artículo que:..."Toda fuerza
armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y
peticione a nombre de éste comete el delito de sedición."
Si bien las presiones sobre los órganos de gobierno son consideradas
lícitas, en general, por gran parte de la doctrina; esta última es
unánime al considerar que métodos como los usados en la jornada aludida
del 16 de julio tornan ilícita a dicha presión debido a que el
procedimiento mediante el cual se pretende ejercer presión es ilícito
por ser violento y contrario a lo dispuesto por la ley.
Los seres humanos pueden ejercer presiones para que se sancione una
determinada ley o se deje de sancionar la misma, pero siempre por
canales institucionales, organizados legalmente y por medios pacíficos.
Asimismo, quienes deciden ejercer presión sobre los ocupantes de las
funciones legislativas del Estado, deben tener sumo cuidado de
limitarse simplemente a una presión lícita y no forzar la libre
expresión de la voluntad de los legisladores mediante métodos
intimidatorios. Esto último vulnera toda convivencia democrática y
pacífica, privando el libre y buen funcionamiento de los órganos de
gobierno del Estado; sembrando, de este modo, una suerte de anarquía
legislativa.
Un grupo de personas, sin dudas no adaptadas todavía a la vida
democrática, se presentó en las puertas de la Legislatura Porteña con
el único objeto de impedir que se realizara la sesión, ya que en ella
se trataría la modificación del Código de Convivencia.
Al serles impedido el ingreso, comenzaron a atacar al edificio, y por
carácter transitivo a la misma institución y a sus actores, arrojando
todo tipo de elementos. Asimismo, se incendiaron puertas de acceso a
la Legislatura Porteña.
El correcto funcionamiento de las instituciones es indispensable para
el ejercicio pleno de la democracia. Cada uno de los ocupantes de las
tres funciones del gobierno del Estado cumple un trabajo indispensable,
interactuando como un verdadero mecanismo de relojería. Cada persona
que cumple una función de gobierno es un vital e indispensable
engranaje en la compleja maquinaria estatal, en la cual al fallar uno
de ellos impide o entorpece el correcto funcionamiento del trabajo de
los otros, lo que en definitiva lesiona la maquinaria completa: el
ejercicio pleno de la Democracia.
El obrar de estas personas, no fue el expresar libremente sus ideas
como debe ser en todo país civilizado, sino el interrumpir el normal
funcionamiento de las instituciones republicanas. Ante la imposibilidad
de poder hacer triunfar sus ideas mediante la razón, pretendieron
imponer las mismas a través del inexplicable uso de la fuerza.
Como Argentinos y Legisladores, no podemos ignorar hechos de tal
gravedad institucional. No podemos y no debemos quedarnos callados
frente a tales acontecimientos. Resulta inaceptable que unos pocos
pretendan arrogase la representación del pueblo sin haber sido elegidos
mediante los mecanismos pertinentes. En el caso, estos pocos
pretendieron, y de hecho lograron, interrumpir la sesión: corazón y
alma de la actividad legislativa.
La libre expresión resulta fundamental para el desarrollo de una
sociedad democrática. Una correcta armonización de opiniones
encontradas es la mejor manera de hallar la síntesis para interpretar y
convertir en realidad la voluntad de los gobernados. Pero esta libre
expresión deberá manifestarse mediante los instrumentos y canales
idóneos.
Trabajar como legisladores para que los distintos sectores se expresen
en armonía y puedan convivir en forma pacífica, debe ser una constante.
Es por todas estas razones que solicitamos a nuestros pares la
aprobación del presente proyecto de declaración.
Liliana T. Negre de Alonso.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2317/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación:
DECLARA
Su más enérgico repudio a los hechos de violencia ocurridos, en la
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día 16 de julio
de 2004; por ser contrarios a las Instituciones Democráticas y atentar
contra la voluntad popular que se expresa solamente a través de sus
representantes.
Liliana T. Negre de Alonso.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Manifestamos nuestro total y absoluto rechazo a los hechos vandálicos
acaecidos en el edificio de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, el día 16 de julio de 2004.
Lamentablemente es bien conocido por todos el brutal ataque al que fue
sometido el edificio de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Previamente a la Sesión en la cual se iba a debatir la
Modificación del Código de Convivencia de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, un grupo de personas con actitudes agresivas pretendió ingresar
al edificio e impedir que los legisladores abordaran dicho tema.
Finalmente lograron su propósito abortando el tratamiento aludido.
Este proceder extremadamente violento fue un artero ataque contra las
instituciones republicanas. En efecto tal como lo norma nuestra
Constitución Nacional en su Artículo 22: "El pueblo no delibera ni
gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas
por esta Constitución." Y agrega dicho artículo que:..."Toda fuerza
armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y
peticione a nombre de éste comete el delito de sedición."
Si bien las presiones sobre los órganos de gobierno son consideradas
lícitas, en general, por gran parte de la doctrina; esta última es
unánime al considerar que métodos como los usados en la jornada aludida
del 16 de julio tornan ilícita a dicha presión debido a que el
procedimiento mediante el cual se pretende ejercer presión es ilícito
por ser violento y contrario a lo dispuesto por la ley.
Los seres humanos pueden ejercer presiones para que se sancione una
determinada ley o se deje de sancionar la misma, pero siempre por
canales institucionales, organizados legalmente y por medios pacíficos.
Asimismo, quienes deciden ejercer presión sobre los ocupantes de las
funciones legislativas del Estado, deben tener sumo cuidado de
limitarse simplemente a una presión lícita y no forzar la libre
expresión de la voluntad de los legisladores mediante métodos
intimidatorios. Esto último vulnera toda convivencia democrática y
pacífica, privando el libre y buen funcionamiento de los órganos de
gobierno del Estado; sembrando, de este modo, una suerte de anarquía
legislativa.
Un grupo de personas, sin dudas no adaptadas todavía a la vida
democrática, se presentó en las puertas de la Legislatura Porteña con
el único objeto de impedir que se realizara la sesión, ya que en ella
se trataría la modificación del Código de Convivencia.
Al serles impedido el ingreso, comenzaron a atacar al edificio, y por
carácter transitivo a la misma institución y a sus actores, arrojando
todo tipo de elementos. Asimismo, se incendiaron puertas de acceso a
la Legislatura Porteña.
El correcto funcionamiento de las instituciones es indispensable para
el ejercicio pleno de la democracia. Cada uno de los ocupantes de las
tres funciones del gobierno del Estado cumple un trabajo indispensable,
interactuando como un verdadero mecanismo de relojería. Cada persona
que cumple una función de gobierno es un vital e indispensable
engranaje en la compleja maquinaria estatal, en la cual al fallar uno
de ellos impide o entorpece el correcto funcionamiento del trabajo de
los otros, lo que en definitiva lesiona la maquinaria completa: el
ejercicio pleno de la Democracia.
El obrar de estas personas, no fue el expresar libremente sus ideas
como debe ser en todo país civilizado, sino el interrumpir el normal
funcionamiento de las instituciones republicanas. Ante la imposibilidad
de poder hacer triunfar sus ideas mediante la razón, pretendieron
imponer las mismas a través del inexplicable uso de la fuerza.
Como Argentinos y Legisladores, no podemos ignorar hechos de tal
gravedad institucional. No podemos y no debemos quedarnos callados
frente a tales acontecimientos. Resulta inaceptable que unos pocos
pretendan arrogase la representación del pueblo sin haber sido elegidos
mediante los mecanismos pertinentes. En el caso, estos pocos
pretendieron, y de hecho lograron, interrumpir la sesión: corazón y
alma de la actividad legislativa.
La libre expresión resulta fundamental para el desarrollo de una
sociedad democrática. Una correcta armonización de opiniones
encontradas es la mejor manera de hallar la síntesis para interpretar y
convertir en realidad la voluntad de los gobernados. Pero esta libre
expresión deberá manifestarse mediante los instrumentos y canales
idóneos.
Trabajar como legisladores para que los distintos sectores se expresen
en armonía y puedan convivir en forma pacífica, debe ser una constante.
Es por todas estas razones que solicitamos a nuestros pares la
aprobación del presente proyecto de declaración.
Liliana T. Negre de Alonso.-