Número de Expediente 2257/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2257/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL DIA MUNDIAL DEL HABITAT ".- |
Listado de Autores |
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Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
25-09-2003 | 01-10-2003 | 133/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
26-09-2003 | 29-10-2003 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
ORDEN DE GIRO: 1 |
26-09-2003 | 29-10-2003 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 02-12-2003
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 19-11-2003 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:CONJ.S. 2278/03 |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
1013/03 | 05-11-2003 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2257/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión a los actos conmemorativos del "Día Mundial del Hábitat",
instituido por la Asamblea General de Naciones Unidas (Resolución
40/202A), atendiendo a una recomendación de la Comisión de
Asentamientos Humanos y que se celebra el primer lunes de octubre de
cada año.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En 1985 la Asamblea designó el primer
lunes de octubre Día Mundial del Hábitat (resolución 40/202A). La
primera celebración del Día, en 1986, coincidió con el décimo
aniversario de la primera conferencia mundial sobre ese tema:
"Hábitat: Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos
Humanos" (Vancouver, Canadá, 1976). En su mensaje con ocasión del Día
Mundial del Hábitat de 1998, cuyo tema era " Ciudades más seguras", el
Secretario General observó que " las estrategias de prevención
dirigidas a las raíces del problema de la criminalidad urbana son
prometedoras" e instó a los Estados Miembros, los gobiernos locales y
los ciudadanos de todo el mundo a actuar para hacer sus ciudades y
comunidades más seguras.
El Día Mundial del Hábitat debe ofrecer
a los políticos, las Organizaciones No Gubernamentales y a los
ciudadanos alrededor del mundo, una oportunidad para reflexionar sobre
los problemas y retos que deben enfrentar en sus propias ciudades y
sobre cómo esos problemas pueden ser resueltos para hacer a estas
ciudades más equitativas, justas y sostenibles. Asentamientos humanos
en donde todos tengan condiciones de vivienda aceptables, un ambiente
sano y seguro, servicios básicos y un empleo productivo y elegido
libremente.
En 1998 se celebró el II Foro Mundial
de Parlamentarios para el Hábitat, donde se puso de manifiesto que la
globalización de las economías también ha implicado la globalización de
la crisis entre las naciones, deterioros ecológicos, epidemias,
malformaciones de la sobrepoblación mundial y los defectos de la
planeación urbana.
Estimaciones de la ONU vertidas durante
el evento arrojaron que en las regiones más desarrolladas del mundo 75%
de los habitantes vive en ciudades, cifra que contrasta con el 38% de
las regiones con menor desarrollo. Además, se calcula que
aproximadamente mil millones de personas carecen aún de servicios
básicos como agua entubada, drenaje y energía eléctrica. Se vaticina
que en el año 2010 la mayoría de la población mundial vivirá en
ciudades y el 40% estará conformada por niños.
Esta alarmante perspectiva debe alertar
a los legisladores para que la vivienda se constituya en verdadero
derecho humano, que haya acceso a tener la propiedad y la tenencia de
la tierra, que haya derechos iguales para las mujeres en cuanto a
propiedades porque las acciones en estas tres áreas contribuirán a un
mejoramiento global.
El Hábitat no es un tema más de la
agenda internacional, sino que debiera ser un tema central de las
decisiones y de las políticas de estado, porque cuando se habla de
hábitat se habla de nuestra casa, se habla de nuestro entorno más
cercano, se habla de la posibilidad de vivir en un ambiente armónico
con nosotros mismos, con nuestra familia, con la naturaleza y con todo
aquello que rodea nuestro contexto cotidiano. Por eso hablar de
hábitat es hablar de nosotros, de aquello que más amamos, de nuestros
hijos y de una vida de mayor calidad para ellos, de mejores condiciones
de dignidad y de posibilidades para cada uno de nosotros.
Ya en 1985 el Grupo Mundial de
Parlamentarios para el Hábitat, reconoció que a nivel mundial el
panorama legislativo de los asentamientos humanos es desigual, ya que
algunos países están a la vanguardia en esa materia, pero en otros
simplemente no hay leyes que rijan este tipo de fenómenos. La falta de
previsión en muchas naciones ante los movimientos migratorios, ha sido
el motivo del surgimiento de problemas sociales, económicos, políticos
y ambientales a los que se enfrentan las ciudades y comunidades urbanas
y rurales del mundo.
Entre las conclusiones valiosas a que
arribaran se consideró que ante este panorama, era imprescindible
actuar con decisión para institucionalizar leyes y políticas públicas y
"probablemente consigamos volvernos a reunir en el 2016, a 20 de años
del I Foro celebrado en Estambul, para constatar nuestra incapacidad e
irresponsabilidad con lo retos que nos plantea el siglo XXI, el cual ha
dejado de ser ciencia ficción." A diecisiete años de ese evento vemos
ante nuestros ojos que la mayoría de los países no han rectificado los
patrones que tornan insustentable el crecimiento de la humanidad.
Los organismos internacionales han
hecho un llamado urgente a que haya una voluntad de progreso para
seguir avanzando en la construcción de ciudades más justas y más
equitativas. La condición del hábitat es ya un factor determinante de
la calidad de vida de las personas por la constante reducción de los
espacios habitacionales del mundo, por las densas concentraciones
demográficas y por las alarmas encendidas del deterioro ambiental y los
desgastes energéticos. Pareciera como si el fenómeno de la
globalización hubiera extendido sus efectos a los deterioros ecológicos
y ambientales, las epidemias, la sobrepoblación mundial y la
inseguridad en los centros urbanos.
Algunos de los retos y de las tareas
para llevar adelante versan sobre un desarrollo regional y urbano
sostenidos, distinguiendo las características y las vocaciones propias
de cada región, sobre un proceso de descentralización bajo principios
de subsidiariedad, la planeación participativa, el crecimiento
demográfico ordenado, la adecuada planeación física, el desarrollo de
infraestructura urbana y servicios para toda la población,
especialmente los más pobres de nuestro país, sobre la conservación y
mejoramiento del medio ambiente, la generación de mecanismos económicos
y financieros que permitan acceder a una vivienda adecuada.
Todos estos retos requieren prácticas
que desde hace años en Argentina no se han venido implementando, pero
sobre todo requieren prácticas novedosas y que también nos permitan
resolver los problemas inmediatos pero previendo otros que hasta el
momento no hemos sido capaces de ver y nos permitan construir
soluciones en el largo plazo. Pero para tornar esta fantasía en
realidad se requiere un esfuerzo de cooperación por parte de todos los
miembros de la sociedad. Los Gobiernos no pueden hacerlo solos, las
ciudades no pueden realizarlo por sí mismas. Nosotros estamos todos
juntos en esto. El actual trabajo para crear sustentabilidad y salud
requiere en los centros urbanos un amplio grupo de actores, empezando
con los funcionarios de las ciudades pero conviniendo de antemano con
varios sectores en todos los aspectos de la sociedad civil. Todos ellos
deberán comprometer sus esfuerzos y sus acciones para promover y
gestionar políticas que permitan un desarrollo más armónico y
sustentable del hábitat.
El Día Mundial del Hábitat es, por
tanto, una ocasión apta para ver cuanto trabajo se ha realizado y que
tanto resta por hacer, para transformar las ciudades en habitables y
sostenibles. Por los motivos expuestos solicito de mis pares la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2257/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión a los actos conmemorativos del "Día Mundial del Hábitat",
instituido por la Asamblea General de Naciones Unidas (Resolución
40/202A), atendiendo a una recomendación de la Comisión de
Asentamientos Humanos y que se celebra el primer lunes de octubre de
cada año.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En 1985 la Asamblea designó el primer
lunes de octubre Día Mundial del Hábitat (resolución 40/202A). La
primera celebración del Día, en 1986, coincidió con el décimo
aniversario de la primera conferencia mundial sobre ese tema:
"Hábitat: Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos
Humanos" (Vancouver, Canadá, 1976). En su mensaje con ocasión del Día
Mundial del Hábitat de 1998, cuyo tema era " Ciudades más seguras", el
Secretario General observó que " las estrategias de prevención
dirigidas a las raíces del problema de la criminalidad urbana son
prometedoras" e instó a los Estados Miembros, los gobiernos locales y
los ciudadanos de todo el mundo a actuar para hacer sus ciudades y
comunidades más seguras.
El Día Mundial del Hábitat debe ofrecer
a los políticos, las Organizaciones No Gubernamentales y a los
ciudadanos alrededor del mundo, una oportunidad para reflexionar sobre
los problemas y retos que deben enfrentar en sus propias ciudades y
sobre cómo esos problemas pueden ser resueltos para hacer a estas
ciudades más equitativas, justas y sostenibles. Asentamientos humanos
en donde todos tengan condiciones de vivienda aceptables, un ambiente
sano y seguro, servicios básicos y un empleo productivo y elegido
libremente.
En 1998 se celebró el II Foro Mundial
de Parlamentarios para el Hábitat, donde se puso de manifiesto que la
globalización de las economías también ha implicado la globalización de
la crisis entre las naciones, deterioros ecológicos, epidemias,
malformaciones de la sobrepoblación mundial y los defectos de la
planeación urbana.
Estimaciones de la ONU vertidas durante
el evento arrojaron que en las regiones más desarrolladas del mundo 75%
de los habitantes vive en ciudades, cifra que contrasta con el 38% de
las regiones con menor desarrollo. Además, se calcula que
aproximadamente mil millones de personas carecen aún de servicios
básicos como agua entubada, drenaje y energía eléctrica. Se vaticina
que en el año 2010 la mayoría de la población mundial vivirá en
ciudades y el 40% estará conformada por niños.
Esta alarmante perspectiva debe alertar
a los legisladores para que la vivienda se constituya en verdadero
derecho humano, que haya acceso a tener la propiedad y la tenencia de
la tierra, que haya derechos iguales para las mujeres en cuanto a
propiedades porque las acciones en estas tres áreas contribuirán a un
mejoramiento global.
El Hábitat no es un tema más de la
agenda internacional, sino que debiera ser un tema central de las
decisiones y de las políticas de estado, porque cuando se habla de
hábitat se habla de nuestra casa, se habla de nuestro entorno más
cercano, se habla de la posibilidad de vivir en un ambiente armónico
con nosotros mismos, con nuestra familia, con la naturaleza y con todo
aquello que rodea nuestro contexto cotidiano. Por eso hablar de
hábitat es hablar de nosotros, de aquello que más amamos, de nuestros
hijos y de una vida de mayor calidad para ellos, de mejores condiciones
de dignidad y de posibilidades para cada uno de nosotros.
Ya en 1985 el Grupo Mundial de
Parlamentarios para el Hábitat, reconoció que a nivel mundial el
panorama legislativo de los asentamientos humanos es desigual, ya que
algunos países están a la vanguardia en esa materia, pero en otros
simplemente no hay leyes que rijan este tipo de fenómenos. La falta de
previsión en muchas naciones ante los movimientos migratorios, ha sido
el motivo del surgimiento de problemas sociales, económicos, políticos
y ambientales a los que se enfrentan las ciudades y comunidades urbanas
y rurales del mundo.
Entre las conclusiones valiosas a que
arribaran se consideró que ante este panorama, era imprescindible
actuar con decisión para institucionalizar leyes y políticas públicas y
"probablemente consigamos volvernos a reunir en el 2016, a 20 de años
del I Foro celebrado en Estambul, para constatar nuestra incapacidad e
irresponsabilidad con lo retos que nos plantea el siglo XXI, el cual ha
dejado de ser ciencia ficción." A diecisiete años de ese evento vemos
ante nuestros ojos que la mayoría de los países no han rectificado los
patrones que tornan insustentable el crecimiento de la humanidad.
Los organismos internacionales han
hecho un llamado urgente a que haya una voluntad de progreso para
seguir avanzando en la construcción de ciudades más justas y más
equitativas. La condición del hábitat es ya un factor determinante de
la calidad de vida de las personas por la constante reducción de los
espacios habitacionales del mundo, por las densas concentraciones
demográficas y por las alarmas encendidas del deterioro ambiental y los
desgastes energéticos. Pareciera como si el fenómeno de la
globalización hubiera extendido sus efectos a los deterioros ecológicos
y ambientales, las epidemias, la sobrepoblación mundial y la
inseguridad en los centros urbanos.
Algunos de los retos y de las tareas
para llevar adelante versan sobre un desarrollo regional y urbano
sostenidos, distinguiendo las características y las vocaciones propias
de cada región, sobre un proceso de descentralización bajo principios
de subsidiariedad, la planeación participativa, el crecimiento
demográfico ordenado, la adecuada planeación física, el desarrollo de
infraestructura urbana y servicios para toda la población,
especialmente los más pobres de nuestro país, sobre la conservación y
mejoramiento del medio ambiente, la generación de mecanismos económicos
y financieros que permitan acceder a una vivienda adecuada.
Todos estos retos requieren prácticas
que desde hace años en Argentina no se han venido implementando, pero
sobre todo requieren prácticas novedosas y que también nos permitan
resolver los problemas inmediatos pero previendo otros que hasta el
momento no hemos sido capaces de ver y nos permitan construir
soluciones en el largo plazo. Pero para tornar esta fantasía en
realidad se requiere un esfuerzo de cooperación por parte de todos los
miembros de la sociedad. Los Gobiernos no pueden hacerlo solos, las
ciudades no pueden realizarlo por sí mismas. Nosotros estamos todos
juntos en esto. El actual trabajo para crear sustentabilidad y salud
requiere en los centros urbanos un amplio grupo de actores, empezando
con los funcionarios de las ciudades pero conviniendo de antemano con
varios sectores en todos los aspectos de la sociedad civil. Todos ellos
deberán comprometer sus esfuerzos y sus acciones para promover y
gestionar políticas que permitan un desarrollo más armónico y
sustentable del hábitat.
El Día Mundial del Hábitat es, por
tanto, una ocasión apta para ver cuanto trabajo se ha realizado y que
tanto resta por hacer, para transformar las ciudades en habitables y
sostenibles. Por los motivos expuestos solicito de mis pares la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-