Número de Expediente 2240/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
2240/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | FALCO : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CELEBRACION DEL DIA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS DE EDAD , QUE SE CELEBRA EL 1° DE OCTUBRE . |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
24-09-2003 | 01-10-2003 | 133/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
25-09-2003 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1 |
25-09-2003 | 28-02-2005 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005
ENVIADO AL ARCHIVO : 23-01-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2240/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA
Su adhesión a la celebración del Día Internacional de las Personas de
Edad, que se conmemora el 1º de octubre, y promueve la divulgación y
aplicación de los Principios en favor de las personas de edad adoptados
por la Organización de Naciones Unidas, como un modo de alcanzar una
sociedad para todas las edades.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En un sentido estricto envejecer significa convertirse en persona de
edad. También puede significar un crecimiento y desarrollo permanentes
de carácter físico, económico, psicológico, cultural y espiritual.
El desarrollo de las personas durante las diferentes etapas del ciclo
biológico exige iniciativa por parte de éstas y un ambiente propicio.
Ese desarrollo se puede considerar un proceso de interacción entre la
persona y la sociedad, que puede ser mutuamente beneficioso. En el
plano personal, ello significa realizar un esfuerzo consciente para
combinar la independencia de la persona con su participación y
contribución procurando al mismo tiempo la autorrealización mediante la
educación permanente, el aumento de los conocimientos y un modo de vida
sano. Por su parte, la sociedad debe asignar la misma importancia a los
problemas que se plantean en cada una de las etapas del ciclo
biológico.
Cuando la mayoría de las personas pueden evolucionar permanentemente,
la población que envejece puede llegar a la madurez no sólo en términos
demográficos sino también intelectuales y emocionales. Ello ayudaría a
asegurar, entre otras cosas, que los años que se agregan a la vida se
caracterizan por un espíritu animoso y una orientación hacia nuevas
metas tanto en el plano individual como en el colectivo.
Teniendo en cuenta la problemática del envejecimiento, la Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas designó el 1º de octubre
como el Día Internacional de las Personas de Edad, a través de la
resolución 45/106 del 14 de diciembre de 1990.
A partir de ello, se plantea la necesidad de establecer políticas y
programas que reflejen las aspiraciones de las personas de edad
mediante el fomento, por ejemplo, de un equilibrio entre el bienestar
material y espiritual.
Es menester adoptar medidas en las esferas de educación, empleo y
seguridad de los ingresos, vivienda y el medio ambiente, salud e
higiene, bienestar social y la familia. Entre las cuestiones
sectoriales, una de las principales preocupaciones de todos los países
es asegurar los medios para que las personas de edad puedan ganarse la
vida y tener ingresos seguros.
En nuestro país, como en muchos otros, diversos factores afectan la
situación económica de las personas de edad, como la desvinculación de
la fuerza de trabajo, la falta de conocimientos actualizados, la
desvalorización de los ahorros y las pensiones y la pobreza de las
personas de edad, la familia y la sociedad en general. En ese contexto,
la situación de las mujeres de edad es motivo de especial preocupación,
ya que tienden a vivir más que los hombres.
Al elaborar políticas para las personas de edad, debemos tener presente
su heterogeneidad y las circunstancias especiales de ciertos grupos de
las personas de edad como las personas de edad que no tienen familia,
las personas de edad indigentes y las de salud precaria.
Por ejemplo, las personas que están en condiciones precarias de salud
exigen toda una serie de cuidados, desde la asistencia en el hogar, que
permite el envejecimiento en su propio medio, hasta los cuidados en
instituciones, cuando esas personas ya no pueden vivir en forma
independiente.
Los Principios en favor de las personas de edad, adoptados por Naciones
Unidas en diciembre de 1991, tienen entre sus puntos salientes los
siguientes:
a) Independencia: Las personas de edad deberán:
· tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de
salud adecuados, mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la
comunidad y su propia autosuficiencia;
· tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras
posibilidades de obtener ingresos;
· poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida
dejarán de desempeñar actividades laborales;
· tener acceso a programas educativos y de formación adecuados;
· tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus
preferencias personales y a sus capacidades en continuo cambio;
· poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea
posible.
b) Participación: Las personas de edad deberán:
· permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la
formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a
su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las
generaciones más jóvenes;
· poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la
comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus
intereses y capacidades;
· poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.
c) Cuidados: Las personas de edad deberán:
· poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la
comunidad de conformidad con el sistema de valores culturales de cada
sociedad;
· tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a
mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y
emocional, así como a prevenir o retrasar la aparición de la
enfermedad;
· tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren
mayores niveles de autonomía, protección y cuidado;
· tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les
proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en
un entorno humano y seguro;
· poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales
cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados
o tratamiento, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades
e intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su
cuidado y sobre la calidad de su vida.
d) Autorrealización: Las personas de edad deberán:
· poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su
potencial;
· tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y
recreativos de la sociedad.
e) Dignidad: Las personas de edad deberán:
· poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones
y de malos tratos físicos o mentales;
· recibir un trato digno, independientemente de la edad, sexo, raza o
procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser
valoradas independientemente de su contribución económica.
Tal como reza el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento
encarado por Naciones Unidas, "es muy posible que un día las propias
personas de edad, con la fuerza dimanante del aumento de su número e
influencia, obliguen a la sociedad a adoptar un concepto de la vejez
positivo, activo y orientado hacia el desarrollo. La conciencia
colectiva de ser anciano, como concepto socialmente unificador, puede
convertirse así en un factor positivo".
Por todo lo expuesto, solicito a los señores senadores la aprobación
del Proyecto de Declaración que pongo a su consideración.
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2240/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA
Su adhesión a la celebración del Día Internacional de las Personas de
Edad, que se conmemora el 1º de octubre, y promueve la divulgación y
aplicación de los Principios en favor de las personas de edad adoptados
por la Organización de Naciones Unidas, como un modo de alcanzar una
sociedad para todas las edades.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En un sentido estricto envejecer significa convertirse en persona de
edad. También puede significar un crecimiento y desarrollo permanentes
de carácter físico, económico, psicológico, cultural y espiritual.
El desarrollo de las personas durante las diferentes etapas del ciclo
biológico exige iniciativa por parte de éstas y un ambiente propicio.
Ese desarrollo se puede considerar un proceso de interacción entre la
persona y la sociedad, que puede ser mutuamente beneficioso. En el
plano personal, ello significa realizar un esfuerzo consciente para
combinar la independencia de la persona con su participación y
contribución procurando al mismo tiempo la autorrealización mediante la
educación permanente, el aumento de los conocimientos y un modo de vida
sano. Por su parte, la sociedad debe asignar la misma importancia a los
problemas que se plantean en cada una de las etapas del ciclo
biológico.
Cuando la mayoría de las personas pueden evolucionar permanentemente,
la población que envejece puede llegar a la madurez no sólo en términos
demográficos sino también intelectuales y emocionales. Ello ayudaría a
asegurar, entre otras cosas, que los años que se agregan a la vida se
caracterizan por un espíritu animoso y una orientación hacia nuevas
metas tanto en el plano individual como en el colectivo.
Teniendo en cuenta la problemática del envejecimiento, la Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas designó el 1º de octubre
como el Día Internacional de las Personas de Edad, a través de la
resolución 45/106 del 14 de diciembre de 1990.
A partir de ello, se plantea la necesidad de establecer políticas y
programas que reflejen las aspiraciones de las personas de edad
mediante el fomento, por ejemplo, de un equilibrio entre el bienestar
material y espiritual.
Es menester adoptar medidas en las esferas de educación, empleo y
seguridad de los ingresos, vivienda y el medio ambiente, salud e
higiene, bienestar social y la familia. Entre las cuestiones
sectoriales, una de las principales preocupaciones de todos los países
es asegurar los medios para que las personas de edad puedan ganarse la
vida y tener ingresos seguros.
En nuestro país, como en muchos otros, diversos factores afectan la
situación económica de las personas de edad, como la desvinculación de
la fuerza de trabajo, la falta de conocimientos actualizados, la
desvalorización de los ahorros y las pensiones y la pobreza de las
personas de edad, la familia y la sociedad en general. En ese contexto,
la situación de las mujeres de edad es motivo de especial preocupación,
ya que tienden a vivir más que los hombres.
Al elaborar políticas para las personas de edad, debemos tener presente
su heterogeneidad y las circunstancias especiales de ciertos grupos de
las personas de edad como las personas de edad que no tienen familia,
las personas de edad indigentes y las de salud precaria.
Por ejemplo, las personas que están en condiciones precarias de salud
exigen toda una serie de cuidados, desde la asistencia en el hogar, que
permite el envejecimiento en su propio medio, hasta los cuidados en
instituciones, cuando esas personas ya no pueden vivir en forma
independiente.
Los Principios en favor de las personas de edad, adoptados por Naciones
Unidas en diciembre de 1991, tienen entre sus puntos salientes los
siguientes:
a) Independencia: Las personas de edad deberán:
· tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de
salud adecuados, mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la
comunidad y su propia autosuficiencia;
· tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras
posibilidades de obtener ingresos;
· poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida
dejarán de desempeñar actividades laborales;
· tener acceso a programas educativos y de formación adecuados;
· tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus
preferencias personales y a sus capacidades en continuo cambio;
· poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea
posible.
b) Participación: Las personas de edad deberán:
· permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la
formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a
su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las
generaciones más jóvenes;
· poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la
comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus
intereses y capacidades;
· poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.
c) Cuidados: Las personas de edad deberán:
· poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la
comunidad de conformidad con el sistema de valores culturales de cada
sociedad;
· tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a
mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y
emocional, así como a prevenir o retrasar la aparición de la
enfermedad;
· tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren
mayores niveles de autonomía, protección y cuidado;
· tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les
proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en
un entorno humano y seguro;
· poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales
cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados
o tratamiento, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades
e intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su
cuidado y sobre la calidad de su vida.
d) Autorrealización: Las personas de edad deberán:
· poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su
potencial;
· tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y
recreativos de la sociedad.
e) Dignidad: Las personas de edad deberán:
· poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones
y de malos tratos físicos o mentales;
· recibir un trato digno, independientemente de la edad, sexo, raza o
procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser
valoradas independientemente de su contribución económica.
Tal como reza el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento
encarado por Naciones Unidas, "es muy posible que un día las propias
personas de edad, con la fuerza dimanante del aumento de su número e
influencia, obliguen a la sociedad a adoptar un concepto de la vejez
positivo, activo y orientado hacia el desarrollo. La conciencia
colectiva de ser anciano, como concepto socialmente unificador, puede
convertirse así en un factor positivo".
Por todo lo expuesto, solicito a los señores senadores la aprobación
del Proyecto de Declaración que pongo a su consideración.
Luis A. Falcó.-