Número de Expediente 2180/03

Origen Tipo Extracto
2180/03 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación FALCO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES RELACIONADOS CON EL PROYECTO JOVEN .
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
22-09-2003 01-10-2003 130/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
23-09-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1
23-09-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 23-01-2006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2180/03)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN

El Senado de la Nación

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, por intermedio del
organismo que corresponda, informe a la brevedad acerca de aspectos
relacionados con el Proyecto Joven, a ser:

1°.- Si las actuales autoridades piensan retomar la implementación del
PJ o en su defecto, si evaluaron acciones análogas.

2°.- Evaluación respecto de los tres aspectos más frágiles del Proyecto
al momento de su implementación, enunciados en varios documentos
públicos, a ser: la irregularidad de los llamados a licitación; la
falta de motivación de las empresas y la deserción de los
beneficiarios.

3°.- Con respecto a los perfiles ocupacionales, el PJ asume la
obligación de ajustarlos, así como el desarrollo del curso, a las
posibilidades de pasantía. Si bien ello aseguraba el descubrimiento de
nichos ocupacionales y la pertinencia de la formación, esta práctica
implicaba asimismo la baja calidad de los puestos para los que se
forma. Evaluación sobre este aspecto.-

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El Proyecto Joven era el de mayor alcance y el mejor focalizado hacia
los jóvenes en situación de pobreza. Tenía carácter nacional, se
realizaba en todo el país y sólo una pequeña parte de sus fondos se
aplicaban en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Pese a eso,
integraba a un gran número de usuarios jóvenes con una participación
significativa de mujeres. Su objetivo era capacitar a 200.000 jóvenes
de hasta 30 años. El 70% de la financiación provenía de fondos del BID
y el resto cubierto por el Tesoro Nacional. Implementaba cursos
eminentemente prácticos, con una duración no mayor de 6 meses,
centrados en la capacitación en conocimientos, destrezas, habilidades
básicas para el desempeño de una ocupación en el nivel de
semicalificación. Estaba dividido en dos etapas: una de formación y
otra de pasantías. La primera oscilaba entre 6 y 12 semanas y la
segunda en un ámbito laboral real que dura alrededor de dos meses. Se
pagaba a los beneficiarios una beca para viáticos. Hasta mayo de 1998
se habían capacitado más de 100.000 jóvenes en 6.185 cursos, habiendo
desarrollado pasantías en 21.928 empresas.

Algunas características definidas del PJ: a) focalización clara de
jóvenes entre 16 y 29 años, con nivel educativo secundario completo
como máximo, desocupados y sub ocupados, con escasa o nula experiencia
laboral y pertenencia a sectores de bajos recursos; b) la ejecución de
los cursos a cargo de instituciones de capacitación -ICAPs- inscriptas
en un registro del Ministerio de Trabajo, clasificadas en categorías y
que pueden ser entes públicos no educativos, fundaciones, asociaciones
y cooperativas, instituciones educativas de secundarios, terciarios y
universitarios, cámaras, confederaciones y federaciones, sindicatos,
empresas y personas físicas; c) las ICAPs deben presentar una carta de
intención de empresas en las que éstas aseveran estar dispuestas a
otorgar pasantías a egresados.

Existen no obstante, tres puntos críticos que fueron motivo del fracaso
de numerosas ICAPs. El primero de ellos refiere a la irregularidad y al
tiempo demasiado prolongado entre el concurso, la adjudicación y la
ejecución del curso, en cuanto a las licitaciones. La irregularidad
aumenta los costos fijos y el atraso en la ejecución hace al retiro de
la promesa de tomar pasantías. El segundo es que las empresas no
parecen tener motivaciones fuertes para participar del PJ: les interesa
fundamentalmente la capacitación gratis y la provisión de personal ya
testeado. La construcción de un pool de empresas es trabajoso en muchos
casos. El tercer motivo es la deserción de los beneficiarios, situación
fuertemente castigada por los contratos de las ICAPs. Las
características de los jóvenes, sus experiencias previas negativas, la
oferta de algún trabajo cuya remuneración supere los viáticos del PJ,
hacen a la deserción. En consecuencia, las instituciones que no logren
superar estos escollos, difícilmente puedan subsistir con la
continuidad el PJ y por lo tanto, mejorar su desempeño y acumular
memoria institucional.

Con respecto a la empleabilidad de los egresados, era positiva aunque
con reservas: aunque se hubiera dado en un contexto de empresas
empleadoras formales, esa inserción seguía siendo precaria, con alta
rotación y con bajos montos en los ingresos obtenidos por el trabajo.

Los jóvenes en situación de pobreza intentan ingresar a un mercado
laboral con escasa demanda de empleo en condiciones altamente
desventajosas: sin credenciales educativas; sin habilidades básicas
consolidadas por haber pasado por circuitos educativos de baja calidad;
sin redes sociales y sin haber pasado por instancias de participación
social y comunitaria que podrían haber reforzado sus competencias
sociales e interactivas.

El PJ partía de la concepción de que la falta de capacitación era una
de las principales causas de las dificultades de inserción laboral de
los jóvenes pobres e implementaba un programa orientado por la demanda
del mercado redefiniendo a la vez su rol en la formación profesional.
Presuponía al mercado como el mejor orientador de la oferta. Sin
embargo, las estrategias de los distintos actores en su implementación
reflejaron la construcción colectiva de significados y de la acción
social, no siempre en las direcciones previstas.

La clara desaparición de este Proyecto sin su reemplazo por otro de
características análogas o por lo menos, con intenciones similares,
deja al estado también sin la posibilidad de construir su memoria
institucional. Sólo analizando en conjunto los mecanismos puestos en
juego en su momento por los actores sociales y articulando la
perspectiva estructural con la de los actores, puede responderse a
algunos interrogantes, como por ejemplo, si efectivamente este PJ
resultó una contribución a la equidad social o si reforzó la
segmentación de los circuitos educativos, dualizando la oferta. Y en
qué medida proyectos de esta índole constituyen una política que
favorece las condiciones para la construcción de itinerarios que logren
mejorar las posibilidades de inclusión social de los jóvenes atendidos.

Considerando lo vertido hasta aquí suficiente fundamentación, solicito
a mis pares la aprobación del presente.-

Luis A. Falcó.-