Número de Expediente 2134/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
2134/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS :PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA INTERNACIONAL DE LA PAZ . |
Listado de Autores |
---|
Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
18-09-2003 | 01-10-2003 | 127/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
19-09-2003 | 27-11-2003 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
19-09-2003 | 27-11-2003 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 20-01-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 04-12-2003 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:CONJ.CON S. 2111,2144,2250/03 |
OBSERVACIONES |
---|
CONJ. CON S. 2111, 2144 Y 2250/03 |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
1341/03 | 28-11-2003 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2134/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su adhesión a los actos conmemorativos del Día Internacional de
la Paz que se celebra el 21 de setiembre de cada año, y que fuera
instituído por la Asamblea General de Naciones Unidas para conmemorar y
fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo.
2°) La necesidad de observar el Día Internacional de la Paz como un
día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de
construir entre todos un orden internacional diferente, sustentado en
un sistema de valores compartidos: la libertad, la democracia y los
derechos humanos.
Mabel L. Caparros.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
De acuerdo con la Resolución 55/282, la
Asamblea General de Naciones Unidas proclama como Día Internacional de
la Paz el 21 de septiembre, con el deseo de señalar la importancia
mundial de su celebración. Previo a ello y en 1981 la Asamblea General
había declarado que el día de apertura del período ordinario de
sesiones de la Asamblea General "será proclamado y observado
oficialmente como Día Internacional de la Paz, y estará dedicado a
conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo
y entre ellos" (resolución 36/67).
En un mensaje emitido en conmemoración
del Día, en septiembre de 1998 el Secretario General rogó " a todos los
líderes de las naciones en guerra que dejen a un lado sus propias
ambiciones y que piensen en su pueblo, que resistan la tentación de
buscar la gloria por medio de la conquista y que reconozcan que la
capacidad de gobernar pacíficamente, por sí sola, traerá a ellos y a
sus pueblos las recompensas que merecen".
La Asamblea General ha declarado
asimismo que el Día Internacional de la Paz se observará en adelante
como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a
fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para
cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese Día. Se hace
necesario unirnos a ese llamado y como estado miembro hacer cuanto esté
a nuestro alcance para consolidar la paz y la seguridad
internacionales, colaborando con el sistema de seguridad colectiva
adoptado en San Francisco y revalorizar el rol del Consejo de Seguridad
sobre el que descansa el futuro inmediato de la paz y seguridad
internacionales.
Hacia finales del siglo pasado se
derrumbó una barrera ideológica que durante decenios fue fuente de
desconfianza y hostilidad, arrastrando consigo a los temibles
instrumentos de destrucción que eran sus compañeros inseparables. Con
el fin de la guerra fría el mundo asistió al final de la destructiva
lógica de un juego de suma cero, donde más allá del triunfo de un
bloque sobre otro, el presagio de muerte y desvarío tenía alcance
universal.
Pese al cambio en el escenario mundial
y contrariando los pronósticos de algunos especialistas, el mundo no ha
ingresado en una era de paz, cooperación o democracia. Por el
contrario, el fin de la contienda Este-Oeste ha desatado conflictos que
la confrontación principal había mantenido ocultos o latentes.
Marginalidad, pobreza, conflictos étnicos y religiosos, armamentismo y
confrontación entre países periféricos constituyen una agenda no
exhaustiva de los conflictos que debe afrontar el nuevo orden
internacional y que conspiran contra el ideal de paz universal de las
naciones civilizadas del mundo.
Erróneamente los países han empeñado
casi un siglo de su historia buscando la seguridad a través de una
desenfrenada carrera armamentista. Nada más errado, pues la verdadera
seguridad reposa en el desarrollo, no en las armas. Y este fue
oportunamente el concepto central que transmitiera el Secretario
General de Naciones Unidas en el marco de su Informe sobre Desarrollo
y Cooperación Internacional.
El Mahatma Ghandi solía decir que "No hay
caminos para la paz, la paz es el único camino". Debemos acompañar el
llamado efectuado por el concierto de naciones para que los líderes
mundiales bajen el nivel de confrontación que sacude a millones de
personas en guerras y odios que parecen no tener fin. Debemos
fortalecer el sistema de convivencia internacional basado en la Carta
de Naciones Unidas y construir entre todos un orden internacional
diferente, sustentado en un sistema de valores compartidos: la
libertad, la democracia y los derechos humanos deben ser los pilares
fundamentales en que se asiente la construcción de un nuevo orden
internacional.
Por las razones expuestas solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparros.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2134/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su adhesión a los actos conmemorativos del Día Internacional de
la Paz que se celebra el 21 de setiembre de cada año, y que fuera
instituído por la Asamblea General de Naciones Unidas para conmemorar y
fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo.
2°) La necesidad de observar el Día Internacional de la Paz como un
día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de
construir entre todos un orden internacional diferente, sustentado en
un sistema de valores compartidos: la libertad, la democracia y los
derechos humanos.
Mabel L. Caparros.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
De acuerdo con la Resolución 55/282, la
Asamblea General de Naciones Unidas proclama como Día Internacional de
la Paz el 21 de septiembre, con el deseo de señalar la importancia
mundial de su celebración. Previo a ello y en 1981 la Asamblea General
había declarado que el día de apertura del período ordinario de
sesiones de la Asamblea General "será proclamado y observado
oficialmente como Día Internacional de la Paz, y estará dedicado a
conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo
y entre ellos" (resolución 36/67).
En un mensaje emitido en conmemoración
del Día, en septiembre de 1998 el Secretario General rogó " a todos los
líderes de las naciones en guerra que dejen a un lado sus propias
ambiciones y que piensen en su pueblo, que resistan la tentación de
buscar la gloria por medio de la conquista y que reconozcan que la
capacidad de gobernar pacíficamente, por sí sola, traerá a ellos y a
sus pueblos las recompensas que merecen".
La Asamblea General ha declarado
asimismo que el Día Internacional de la Paz se observará en adelante
como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a
fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para
cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese Día. Se hace
necesario unirnos a ese llamado y como estado miembro hacer cuanto esté
a nuestro alcance para consolidar la paz y la seguridad
internacionales, colaborando con el sistema de seguridad colectiva
adoptado en San Francisco y revalorizar el rol del Consejo de Seguridad
sobre el que descansa el futuro inmediato de la paz y seguridad
internacionales.
Hacia finales del siglo pasado se
derrumbó una barrera ideológica que durante decenios fue fuente de
desconfianza y hostilidad, arrastrando consigo a los temibles
instrumentos de destrucción que eran sus compañeros inseparables. Con
el fin de la guerra fría el mundo asistió al final de la destructiva
lógica de un juego de suma cero, donde más allá del triunfo de un
bloque sobre otro, el presagio de muerte y desvarío tenía alcance
universal.
Pese al cambio en el escenario mundial
y contrariando los pronósticos de algunos especialistas, el mundo no ha
ingresado en una era de paz, cooperación o democracia. Por el
contrario, el fin de la contienda Este-Oeste ha desatado conflictos que
la confrontación principal había mantenido ocultos o latentes.
Marginalidad, pobreza, conflictos étnicos y religiosos, armamentismo y
confrontación entre países periféricos constituyen una agenda no
exhaustiva de los conflictos que debe afrontar el nuevo orden
internacional y que conspiran contra el ideal de paz universal de las
naciones civilizadas del mundo.
Erróneamente los países han empeñado
casi un siglo de su historia buscando la seguridad a través de una
desenfrenada carrera armamentista. Nada más errado, pues la verdadera
seguridad reposa en el desarrollo, no en las armas. Y este fue
oportunamente el concepto central que transmitiera el Secretario
General de Naciones Unidas en el marco de su Informe sobre Desarrollo
y Cooperación Internacional.
El Mahatma Ghandi solía decir que "No hay
caminos para la paz, la paz es el único camino". Debemos acompañar el
llamado efectuado por el concierto de naciones para que los líderes
mundiales bajen el nivel de confrontación que sacude a millones de
personas en guerras y odios que parecen no tener fin. Debemos
fortalecer el sistema de convivencia internacional basado en la Carta
de Naciones Unidas y construir entre todos un orden internacional
diferente, sustentado en un sistema de valores compartidos: la
libertad, la democracia y los derechos humanos deben ser los pilares
fundamentales en que se asiente la construcción de un nuevo orden
internacional.
Por las razones expuestas solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparros.-