Número de Expediente 2000/05
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2000/05 | Senado De La Nación | Proyecto De Ley | FALCO : PROYECTO DE LEY DECLARANDO MONUMENTO HISTORICO NACIONAL Y SITIO ARQUEOLOGICO AL PUESTO JESUITICO Y MOLINO DE TORRES UBICADO EN VILLA WARCALDE , CORDOBA . |
Listado de Autores |
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Falco
, Luis
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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04-07-2005 | 27-07-2005 | 102/2005 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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08-07-2005 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
08-07-2005 | 28-02-2007 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2007
ENVIADO AL ARCHIVO : 11-05-2007
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2000/05)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1º- Declárase Monumento Histórico Nacional y Sitio Arqueológico al Puesto Jesuítico y Molino de
Torres, ubicado en Villa Warcalde provincia de Córdoba.
Artículo 2º- A los fines dispuestos en el artículo 1, este bien queda amparado por las disposiciones de
las leyes 12665 (modificada por la ley 24252) y 25197 sobre patrimonio nacional.
Artículo 3º- La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos inscribirá en el Registro
Nacional de Bienes Históricos e Históricos Artísticos el monumento declarado en el artículo 1º de la
presente Ley con la referencia "Monumento Arquitectónico Nacional y Sitio Arqueológico: Puesto Jesuítico y
Molino de Torres".
Artículo 4º- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Luis A. Falcó.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La ubicación del Puesto Jesuítico y Molino de Torres se encuentra en la región centro de la provincia de
Córdoba, en el departamento de Córdoba Capital, precisamente en Villa Warcalde, cuyo código postal es
5149, en la calle Molino de Torres Nº 6710. Limita con el río Suquía al Norte, con la quinta Villa Manuela
al Este, al Sur con la calle Molino de torres y al Oeste con las calles San Martín y Los Lebreles.
Los datos catastrales correspondientes a este inmueble son:
Circunscripción 011, Sección 003, Parcela 001, Lote 39 y Manzana 002. La superficie del lote es de
19.595m2 y la superficie edificada es de 615m2.
El propietario original fue Juan de Molina Navarrete (merced de tierras) en el año 1605, desde la fecha
hasta hoy se han sucedido una serie de propietarios que han ido teniendo la propiedad, que actualmente
corresponde desde 1936 a la Asociación Educacionista Argentina de La Salle, cuya sede administrativa se
encuentra en la Casa provincial La Salle en la calle Viamonte Nº 1982, 1058 Ciudad de Buenos Aires.
El ejercicio del dominio está a cargo del comodatario "Asociación Civil, Amigos del puesto Jesuítico y
Molino de Torres Villa Warcalde, ciudad de Córdoba". La propiedad está libre de deudas, hipotecas y
gravámenes. Como esta asociación está inscripta en la Dirección de Inspección de Sociedades Jurídicas bajo
resolución Nº168 "A" /1995 y sus modificaciones 24050/99, siendo su número de orden "A" 1175. Por dicho
motivo el bien está eximido del pago del Impuesto Inmobiliario Provincial e IVA, por resolución de la AFIP
Nº 3798. Asimismo por contar con una declaratoria de "interés municipal" por decreto Nº1763/B/79 del
Consejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba, se ha excusado del pago de tributos municipales por la
ordenanza Nº 8248/86 y su modificación 9651/97.
Con la protección integral del monumento pretendemos conservar todas las características de la propiedad,
ya que el estado de conservación de los edificios y sus parques es óptimo, realizándose en ellos solo
tareas básicas de cuidado para evitar el deterioro por uso. En el Puesto, la estructura edilicia está en
excelente estado, no necesitando cambios para su uso. En la Estructura edilicia está en excelente estado,
pero este sector es más permeable a modificaciones, se prevé reconstruir la maquinaria original de
molienda, transformándolo en un museo de temática tecnológica e industrial.
La protección de las dos hectáreas que conforman el lote donde se encuentra el sitio (lote 39), permitirá
resguardar un entorno típico del pié del monte serrano. El crecimiento de los barrios privados modifica el
entorno en beneficio propio, tanto de las vías públicas como del entorno natural (deforestación,
incremento del tránsito vehicular, cunetas que facilitan la bajada de agua de lluvia hasta el sitio en
cuestión). En la actualidad podríamos decir que este conjunto patrimonial, se encuentra amenazado por los
cambios constantes además del interés inmobiliario que se ha generado en la zona, en los últimos años.
En la actualidad se lleva a cabo una investigación para determinar que arquitecto o ingeniero dirigieron
las obras. En tanto el proyecto fue formulado en el año 1606, por el vecino feudatario y fiel ejecutor
Regidor y Alcalde de la Santa Hermandad Capitán Juan Molina Navarrete, en el caso del Puesto, mientras que
el Molino fue formulado el proyecto en el año 1761, casi 155 años más tarde, por el Obispo de Arequipa Dr.
Diego Salguero y Cabrera. El puesto fue construido por indios de la encomienda Tilín y Cupil, y el Molino
se realizó con mano de obra esclava proveniente de Africa.
El predio está conformado por un conjunto de construcciones que forman dos sectores: el "Puesto" conocido
con el nombre de jesuítico y a pocos metros (19m) el Molino y su sistema de canales. Los edificios se
encuentran en la parte central del predio de dos hectáreas, rodeado por un parque y el río Suquía al
norte, al este baja una vertiente bordeando la primera barranca del Suquía, la cual se continúa hasta el
sur cortada por una calle pública, hasta superar la primera terraza mencionada con anterioridad. Además de
la vegetación autóctona del pié de monte serrano, se destaca un álamo carolino de gran antigüedad y
tamaño, como así también un monte de siempre verdes y cañaverales.
Se accede por la calle Molino de Torres, habiendo cruzado el puente de Villa Warcalde sobre el río Suquía.
Al ingresar al predio por el camino con pendiente descendente que desemboca en la plana principal,
observamos dos cuerpos predominantes: el Molino a la derecha y el Puesto a la izquierda, conformando una
"L" en torno a un patio central.
El Puesto es de planta rectangular, tiene seis recintos. El frente de la casa está orientado al sudeste, y
se configura como una galería de acceso de 17 arcos que parapetan en las habitaciones. El aljibe se
encuentra sobre la parte norte. El techo a dos aguas de tejas musleras, se apoya sobre una estructura de
madera a la vista, compuesta por tirantes y alfajías de algarrobo con bovedillas. Sobre el muro que da a
la galería le ha sido retirado su revoque y se observan vanos con distintos tipos de carpinterías, las
puertas se destacan por su trabajo artesanal, también quedan dos ventanas coloniales. Sobre la fachada
orientada al noroeste se encuentran una serie de contrafuertes sobredimensionados en su tamaño y sin
revocar, lo que hace visible su composición: piedra bola, trozos de tejas, y morteros de cal y adobe.
El Molino en cambio, está compuesto por dos plantas: la superior, cuenta con dos recintos destinados al
almacenamiento de materiales, la planta baja conformada por una alberca y tres recintos: sala de máquinas,
depósito y administración. Su fachada es regular, mientras que los recintos por dentro son irregulares,
debido a que varía el ancho de los muros, y la variedad de materiales que se han utilizado. El techo es de
chapas de zinc e inclinado a un agua. El edificio no tiene elementos de ornamentación.
Como dato de interés el Molino cuenta con seis piedras de moler desmontables traídas de Europa en el año
1844.
Para comprender la importancia del Puesto y del Molino, es necesario realizar una reseña histórica. A
partir de la fundación de la ciudad de Córdoba, el primer propietario de estas tierras fue el capitán Juan
de Molina Navarrete ("Conquistador y funcionario. Posiblemente uno de los vecinos más importantes que haya
tenido la ciudad de Córdoba, en la difícil época de la conquista..., que era tenido por persona honrada y
de reputada capacidad y suficiencia, motivo por el cual fue llamado a desempeñar los más importantes
cargos de la ciudad " Enrique Udaondo), quien tomó posesión de ellas en 1580 cuando el Teniente
Gobernador, en nombre de su Majestad, le hizo merced "de un pedaço de tierra questa dos leguas dista
çiudad el rrio arribapasando la cañada que dizen del Cabildo..." Aurelio Tanodi, Libro de Mercedes de
tierra, pp 106.
Esta merced abarcó desde Saldán, siendo sus límites el río Suquía, la estancia de los jesuitas de La
Calera, y lo que es hoy, el campo militar. Originalmente dicha posesión debió ser precaria ya que la
ciudad de Córdoba al comenzar el decenio de 1581, contaba con pocas familias.
A partir de la conquista, las zonas de siembra de los poblados indígenas, dedicadas al cultivo de maíz,
zapallos y frijoles comienzan a ser utilizadas por los encomenderos para la siembra de trigo. De allí que
las regiones por las que se expanden las sementeras del nuevo cereal, son más aptas ecológicamente.
El "Puesto" que en esta época, no era más que una habitación de adobe, en la que vivían un poblero y su
familia, evoluciona hacia fines del 1600, a una fábrica mixta de piedra y ladrillo, y comienza a
conocérselo como "el rincón de Molina".
La organización de medios de transporte era determinante para el sistema de encomiendas, ya que de ella
dependía el flujo de los excedentes rurales hacia los mercados regionales, por eso la elección del sitio
en que se construyó el "Puesto" se basó en dos factores fundamentales transformaban al lugar en un punto
estratégico. El primero fue la existencia de un vado natural en el lecho de tosca del río lo cual permitía
atravesarlo sin inconvenientes, y el segundo, la presencia de numerosas vertientes de agua que permitían
desarrollar cultivos y la vida cotidiana.
En el año 1762, José Molina Navarrete vendió la propiedad al obispo Diego Salguero, quien además era
comerciante y con esa visión es que decide construir el molino. Así es que se introducen en la industria
harinera, una de las principales actividades económicas de Córdoba en ese momento.
En 1765 el obispo dona sus bienes para la fundación del Hospital San Roque, entonces la propiedad llega a
manos de los frailes Betlehemitas, quienes se encargaron de atender la institución. De este modo el Puesto
y el Molino pasan a estar en función de las necesidades de los frailes.
A principios del siglo XIX, la propiedad comenzó a deteriorarse debido a la escasez de fondos causados por
las deudas que el ejército provincial mantenía con el hospital San Roque. Es por esto que el presidente
del Hospital Fray Félix del Rosario pide autorización para vender el Molino. El gobernador Manuel López
concedió la venta y Don Francisco Torres tomó posesión del sitio en 1844. El Molino sufre notables
modificaciones, fue ampliado con tres piedras de moler, lo que triplicó su capacidad de molienda de trigo
y maíz. El Puesto siguió siendo la residencia principal.
A mediados de este siglo cuando comienzan a tecnificarse los molinos con la fuerza a vapor, surgen nuevas
compañías harineras que incorporan esta tecnología a la molienda. El Molino pierde importancia, ya que
deja de ser competitivo. Finalmente en 1873, con la muerte de Torres, el establecimiento se cierra y se
subdivide la propiedad entre sus sucesores. El Molino y parte de la tierra fue adquirido por el español
Heriberto Martínez, quién protagonizó un rol importante en la vida política y económica de la ciudad de
Córdoba.
En 1914, la propiedad se transfiere a la "Compañía Constructora de Tranvías de Córdoba" y en 1936, una
parte del terreno es vendida a la "Asociación Educacionista Argentina de La Salle", donde demolieron la
casa principal de la quinta y construyeron allí su internado, transformando el Puesto en un área de
lavadero. Años más tarde, durante la década de 1960, dejan de tener alumnos pupilos y queda en desuso este
sector.
En 1979, gracias a una iniciativa popular, la Subdirección de Cultura de la Municipalidad de Córdoba,
declaró a la propiedad de "interés municipal", conocida en la década del 80 como Villa Manuela. En el año
1982 se instaló en el Molino una fábrica de gaseosas y embotelladora de agua mineral EGRAM, pero fue
cerrada en el año 1987. Este sector de la propiedad se entregó en comodato a la "Asociación Civil de
Amigos del Puesto Jesuítico y Molino de Torres" quien en la actualidad se encarga de la administración y
conservación del lugar. Entre los objetivos de esta asociación se encuentran la preservación del lugar, la
recuperación del patrimonio cultural, la valorización de la memoria colectiva y convertir al sitio en un
dinamizador de la actividad cultural del sector, así como también asegurar una gestión que permita
autofinanciar su conservación y desarrollo. Este proyecto hizo posible que en 1996 la Subdirección de
Patrimonio Cultural de la Municipalidad de Córdoba realizara en el Puesto una excavación arqueológica.
Desde el año 2000 se lleva adelante la recuperación del Molino y de su sistema hidráulico, a cargo del
área de Arqueología de Rescate del Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba. A fines
del año 2002 se presentan los primeros resultados fruto de la investigación histórica sumada a los
resultados obtenidos de la excavación arqueológica. En la actualidad el Puesto está habilitado para la
realización de eventos culturales y sociales, con el fin de recaudar fondos que permitan su mantenimiento.
El estado de conservación de los edificios y sus parques es óptimo. El Puesto Jesuítico se encuentra ya
restaurado, mientras que el Molino está finalizando sus obras, siendo en este momento el único molino en
la ciudad de Córdoba del siglo XVIII, que se encuentra en buenas condiciones edilicias.
El valor local de este conjunto de bienes es muy alto, mientras que su valor decrece a nivel nacional,
debido a la falta de reconocimiento, es entonces que confiamos en esta declaratoria para que su valor
aumente como son los méritos de bien también cultural. Si partimos de la idea que es patrimonio también es
una construcción social, el Puesto y el Molino, se han construido como tales gracias al interés que generó
la ciudadanía de Córdoba, que participó defendiendo su patrimonio a través de diversas acciones y
reclamos, que se inician por la década de 1970, utilizando como medio notas periodísticas. Esto se
reafirma con las investigaciones que han realizado arquitectos, historiadores y arqueólogos. También la
lucha que emprendieron los vecinos, desencadenó en un decreto municipal que declara el interés por estos
bienes en el año 1979. Más tarde su restauración a partir de 1996.
El valor simbólico de este sitio está dado en el nexo que establece entre generaciones separadas por casi
5 siglos, y eso lo convierte en un testimonio de ideas, hechos transcurridos en todo su tiempo de
existencia. Nos muestra parte de nuestra identidad, que nos habla los indígenas, de los españoles en la
época de la colonia, y de los esclavos africanos que construyeron y trabajaron en el Molino. También el
sitio nos habla de sus años a cargo de los frailes y sus niños pupilos.
Es por esto que en estos tiempos donde es importante la afirmación de nuestra cultura como argentinos,
afirmando la diversidad cultural, la libre expresión de las ideas, como también el reconocimiento de las
minorías, que han sido explotadas a lo largo de nuestra historia como argentinos, como lo han sido la
esclavitud, la explotación y la matanza de los pueblos indígenas, la preservación y reconocimiento de este
Puesto y Molino como testigos de lo sucedido durante los últimos cinco siglos, como también el valor en su
conjunto que se encuentra sobre el sitio, su ubicación geográfica que contribuye en particular a reforzar
la memoria histórica colonial de Córdoba, ya que esta propiedad ha sido un punto de delimitación
geográfica en la zona.
Por los argumentos expresados, consideramos a este inmueble un bien con valor patrimonial que es necesario
preservar. Convoco entonces a mis pares para la aprobación de este proyecto de ley.
Luis A. Falcó.
(*) Nota: Se adjunta en ANEXO fotografías de planos de los trazados urbanos en cuestión, en dos (2) fojas.
(*) A disposición de los Sres. Senadores en el expediente original.