Número de Expediente 1760/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1760/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | SAADI : PROYECTO DE COMUNICACION EXPRESANDO PREOCUPACION POR LA CRISIS HUMANITARIA QUE SUFRE LA POBLACION DE DARFUR , SUDAN . |
Listado de Autores |
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Saadi
, Ramón Eduardo
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
11-06-2004 | 23-06-2004 | 112/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
14-06-2004 | 24-09-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
14-06-2004 | 24-09-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 10-01-2005
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 20-10-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
APROBADO COMO: Proyecto de Declaracion |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
1162/04 | 27-09-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS
ORIGEN | TIPO | NUMERO | FECHA | AR |
---|---|---|---|---|
PE | RP | 50/05 | 04-04-2005 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1760/04)
PROYECTO DE COMUNICACION
El Senado de la Nación
Expresa su preocupación por la crisis humanitaria que sufre la población de
Darfur, Sudán, como consecuencia de los enfrentamientos entre fuerzas
paramilitares y grupos rebeldes y las expulsiones masivas allí verificados.
Esta Cámara exhorta al Poder Ejecutivo para que, por intermedio del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto,
proponga una iniciativa, en el marco de la Organización de las Naciones
Unidas, a los fines de que cese la confrontación interna en el Sudán, se
reviertan las graves consecuencias de los desplazamientos forzados de
poblaciones y se establezcan programas de desarrollo con la participación
equitativa de los sectores en litigio.
Ramón Saadi.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
En el mes de mayo del corriente año organizaciones humanitarias urgieron a
las potencias mundiales a tomar prontas medidas para detener lo que
llamaron "limpieza étnica" contra comunidades de Darfur, una región del
oeste de Sudán, por parte de milicias progubernamentales de ese país.
Da cuenta la información suministrada por dichas organizaciones que existe
en la actualidad un millón de desplazados internos y refugiados que están
amenazados por el hambre, como resultado de las denunciadas atrocidades del
gobierno de Sudán y la privación del acceso irrestricto para las agencias
humanitarias.
Concomitantemente reclamaron el dictado de una resolución por parte del
Consejo de Seguridad de la ONU que imponga sanciones selectivas, como el
congelamiento de activos de gobernantes sudaneses en el exterior, y habilite
una acción legal internacional como último recurso antes del uso de la
fuerza.
Hace más de quince meses que empezó el enfrentamiento entre milicias árabes
Janjaweed (Jinetes), que reciben apoyo y armamento por parte del gobierno, y
las tribus pertenecientes a las etnias africanas fur, masalit y zaghawa, que
constituyen la mayoría de la población del lugar. En aquel momento dos
grupos rebeldes aliados, el Ejército de Liberación de Sudán (SLA) y el
Movimiento por la Justicia y la Igualdad (JEM) atacaron instalaciones
militares en protesta por los ataques de los Janjaweed contra sus
comunidades y por el abandono de la región por parte del gobierno.
La información difundida consigna que casi un millón de personas fueron
desarraigadas desde entonces.
Alrededor de ciento veinte mil desplazados se refugiaron en el vecino Chad,
donde la ONU ha establecido campamentos de refugiados. Pero la gran mayoría
de ellos permanece en territorio de Darfur; aún impedidos de volver a sus
hogares y, lógicamente, de trabajar, pese al cese del fuego acordado el mes
pasado entre las autoridades nacionales con sede en la ciudad Capital Jartum
y los dos grupos rebeldes.
En un informe lanzado el 7 de mayo, el grupo estadounidense de derechos
humanos Human Rights Watch describió lo que sucede en Darfur como una
campaña de "tierra quemada", que implica la expulsión forzada y el incendio
de sembradíos en un área considerada como una de las más fértiles de Sudán.
El documento, llamado "Darfur destruido", dice que las milicias
progubernamentales frenan el envío de comida y detienen a cualquier persona
que intente irse del pueblo, y que entre ocho y nueve niños mueren
diariamente por desnutrición. Señala también la violación de mujeres y
niñas, condiciones sanitarias infrahumanas y falta de asistencia médica.
Finalmente la Organización de las Naciones Unidas se hizo eco de las
gravosas circunstancias reseñadas y, sobre el inicio del presente mes de
junio de 2004, su Secretario General Koffi Annan exhortó mediante una misiva
dirigida al presidente sudanés Omar Hassan al-Bashir a desarmar de inmediato
a los paramilitares.
Tal pedido comprende un cabal reconocimiento por parte del titular de la más
importante entidad global de la irregular situación institucional por la que
está atravesando el pueblo sudanés, con el particular acento en la
gigantesca violación del derecho humanitario.
La Argentina, por conducto de su cartera de asuntos externos, debe propiciar
la inmediata adopción de medidas, por parte de los órganos competentes de la
ONU, que tiendan a poner freno a la ola de violencia criminal y a construir
consensos de desarrollo entre las diversas comunidades comprometidas.
Por ello es que pido de mis colegas el acompañamiento a la presente
iniciativa.
Ramón Saadi.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1760/04)
PROYECTO DE COMUNICACION
El Senado de la Nación
Expresa su preocupación por la crisis humanitaria que sufre la población de
Darfur, Sudán, como consecuencia de los enfrentamientos entre fuerzas
paramilitares y grupos rebeldes y las expulsiones masivas allí verificados.
Esta Cámara exhorta al Poder Ejecutivo para que, por intermedio del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto,
proponga una iniciativa, en el marco de la Organización de las Naciones
Unidas, a los fines de que cese la confrontación interna en el Sudán, se
reviertan las graves consecuencias de los desplazamientos forzados de
poblaciones y se establezcan programas de desarrollo con la participación
equitativa de los sectores en litigio.
Ramón Saadi.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
En el mes de mayo del corriente año organizaciones humanitarias urgieron a
las potencias mundiales a tomar prontas medidas para detener lo que
llamaron "limpieza étnica" contra comunidades de Darfur, una región del
oeste de Sudán, por parte de milicias progubernamentales de ese país.
Da cuenta la información suministrada por dichas organizaciones que existe
en la actualidad un millón de desplazados internos y refugiados que están
amenazados por el hambre, como resultado de las denunciadas atrocidades del
gobierno de Sudán y la privación del acceso irrestricto para las agencias
humanitarias.
Concomitantemente reclamaron el dictado de una resolución por parte del
Consejo de Seguridad de la ONU que imponga sanciones selectivas, como el
congelamiento de activos de gobernantes sudaneses en el exterior, y habilite
una acción legal internacional como último recurso antes del uso de la
fuerza.
Hace más de quince meses que empezó el enfrentamiento entre milicias árabes
Janjaweed (Jinetes), que reciben apoyo y armamento por parte del gobierno, y
las tribus pertenecientes a las etnias africanas fur, masalit y zaghawa, que
constituyen la mayoría de la población del lugar. En aquel momento dos
grupos rebeldes aliados, el Ejército de Liberación de Sudán (SLA) y el
Movimiento por la Justicia y la Igualdad (JEM) atacaron instalaciones
militares en protesta por los ataques de los Janjaweed contra sus
comunidades y por el abandono de la región por parte del gobierno.
La información difundida consigna que casi un millón de personas fueron
desarraigadas desde entonces.
Alrededor de ciento veinte mil desplazados se refugiaron en el vecino Chad,
donde la ONU ha establecido campamentos de refugiados. Pero la gran mayoría
de ellos permanece en territorio de Darfur; aún impedidos de volver a sus
hogares y, lógicamente, de trabajar, pese al cese del fuego acordado el mes
pasado entre las autoridades nacionales con sede en la ciudad Capital Jartum
y los dos grupos rebeldes.
En un informe lanzado el 7 de mayo, el grupo estadounidense de derechos
humanos Human Rights Watch describió lo que sucede en Darfur como una
campaña de "tierra quemada", que implica la expulsión forzada y el incendio
de sembradíos en un área considerada como una de las más fértiles de Sudán.
El documento, llamado "Darfur destruido", dice que las milicias
progubernamentales frenan el envío de comida y detienen a cualquier persona
que intente irse del pueblo, y que entre ocho y nueve niños mueren
diariamente por desnutrición. Señala también la violación de mujeres y
niñas, condiciones sanitarias infrahumanas y falta de asistencia médica.
Finalmente la Organización de las Naciones Unidas se hizo eco de las
gravosas circunstancias reseñadas y, sobre el inicio del presente mes de
junio de 2004, su Secretario General Koffi Annan exhortó mediante una misiva
dirigida al presidente sudanés Omar Hassan al-Bashir a desarmar de inmediato
a los paramilitares.
Tal pedido comprende un cabal reconocimiento por parte del titular de la más
importante entidad global de la irregular situación institucional por la que
está atravesando el pueblo sudanés, con el particular acento en la
gigantesca violación del derecho humanitario.
La Argentina, por conducto de su cartera de asuntos externos, debe propiciar
la inmediata adopción de medidas, por parte de los órganos competentes de la
ONU, que tiendan a poner freno a la ola de violencia criminal y a construir
consensos de desarrollo entre las diversas comunidades comprometidas.
Por ello es que pido de mis colegas el acompañamiento a la presente
iniciativa.
Ramón Saadi.-