Número de Expediente 1693/06

Origen Tipo Extracto
1693/06 Senado De La Nación Proyecto De Ley COLOMBO : REPRODUCE EL PROYECTO DE LEY DECLARANDO LA EMERGENCIA EDUCATIVA . ( REF. S. 413/04 )
Listado de Autores
Colombo de Acevedo , María Teresita Del Valle

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
24-05-2006 07-06-2006 75/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
01-06-2006 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
01-06-2006 29-02-2008

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 29-02-2008

ENVIADO AL ARCHIVO : 30-06-2008

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-1693/06)

Buenos Aires, 24 de mayo de 2006

Señor
Presidente de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación
DN. Daniel Osvaldo Scioli

Su Despacho

De mi mayor consideración:

Me dirijo Usted A los efectos de solicitarle la reproducción del Proyecto de Ley Declarando la Emergencia Educativa que figura bajo el EXPTE. S-413/04.

Sin más, aprovecho la oportunidad para saludarlo muy atentamente.

María T. Colombo.


PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados ...

Artículo 1º.- Declarase la EMERGENCIA NACIONAL EDUCATIVA por un período de cuatro (4) años contados a partir de la sanción de la presente ley, prorrogable por igual período conforme al criterio que fije el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, quien se erige en
autoridad de aplicación de la misma.

Artículo 2º.- Encomiéndase al citado organismo, en su calidad de
entidad rectora en materia de planificación, contenidos de la
educación y sistemas de formación y evaluación docente a los fines de
garantizar la igualdad educativa - y en el marco de la Emergencia
establecida en el artículo 1º -, a elaborar dentro de los 180 días de
promulgada la presente, un Programa Nacional de Emergencia Educativa, bajo los postulados establecidos en el inciso 19° del artículo 75° de la Constitución Nacional y en el recto cumplimiento del artículo 5º de la Ley 24195.

El Programa deberá abarcar el diseño integral de los lineamientos
mínimos de implementación en el corto, mediano y largo plazo, y la
modalidad de gestión y evaluación, como así también la planificación de su puesta en marcha en todo el territorio de la Nación Argentina.
En el marco de dicho Programa la autoridad de aplicación acordará con las entidades representativas de los trabajadores de la educación, las pautas o programas de capacitación docente.

Artículo 3º.- Los objetivos del Programa Nacional de Emergencia
Educativa serán:

a)Evaluar la Ley Federal de Educación (ley 24195), sus resultados y
alcance
b)Evaluar el nivel de cumplimiento del Pacto Federal Educativo.
c)Analizar la situación educativa de cada provincia y de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
d)Analizar los problemas, las dificultades y limitaciones que
presenta hoy el Sistema Educativo.
e)Formular estrategias que orienten la resolución de los problemas
encontrados, a fin de asesorar al Gobierno Federal en sus esferas
legislativa y ejecutiva.

Artículo 4º.-Constituyese un Consejo de Evaluación de la Crisis de la
Educación Argentina, que asistirá al Ministerio de Educación, Ciencia
y Tecnología de la Nación - responsable del Programa Nacional de
Emergencia Educativa -, en su ejecución y logro de los objetivos
fijados para el mismo.

Artículo 5°.- Dicho Consejo será presidido por el Ministro de
Educación Ciencia y Tecnología de la Nación e integrado por 2 (dos)
representantes de los siguientes organismos: la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores, los Ministerios de Educación de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional, la Comisión Directiva del Consejo de Rectores de Universidades Privadas, el Consejo Gremial de Enseñanza Privada y las entidades representativas de los trabajadores de la educación.

El mismo se dictará su propio reglamento de funcionamiento. Deberá
reunirse al menos una (1) vez al mes, pudiendo constituir en su seno
una Mesa Ejecutiva para agilizar su funcionamiento.

A partir de su constitución deberá en el lapso de un (1) año
calendario, elevar a consideración del Poder Ejecutivo Nacional y del
Honorable Congreso de la Nación, las propuestas de reformulación del marco legal y de funcionamiento del Sistema Educativo Nacional.

Artículo 6°.- El citado Consejo, en el marco de sus funciones, deberá
priorizar el análisis de los siguientes temas, sin perjuicio de otros
que estime necesario abordar.

*La Educación como derecho de los niños.
*La Educación Pública y la Educación Privada.
*El Presupuesto educativo.
*La formación y profesionalización docente.
*Gestión de la Educación.
*Logros de aprendizaje y calidad de la Educación.
*Problemas de comprensión lectora.
*Articulación entre los Niveles del Sistema.
*Educación Técnica.
*Capacitación técnico-laboral para adultos semialfabetizados.
*Vinculación de la Educación a las estrategias para superar la pobreza
y las desigualdades sociales.

Artículo 7º.- Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a presupuestar y
proveer los fondos y medios necesarios para asegurar la implementación, el desarrollo y el cumplimiento del Programa Nacional de Emergencia Educativa, debiéndose contemplar una partida especial en el Presupuesto Nacional de los años subsiguientes a la implementación de la presente iniciativa, para garantizar eficacia y eficiencia en el desarrollo de la misma.

Asimismo podrán recibirse donaciones de entidades de orden público o privado nacionales e internacionales, para el financiamiento del
Programa al que se refiere el artículo 2º.

Artículo 8°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

María T. Colombo.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La educación es un derecho humano reconocido por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, la Convención de los Derechos del Niño, y por distintos tratados y pactos que tienen jerarquía
constitucional en nuestro país.

De igual modo, el Constituyente de 1994 plasmó en la Reforma de aquel año de la Constitución Nacional, facultades propias de este Honorable Congreso, insertas en los incisos 18º y 19º del artículo 75º, relativas a la materia educativa.

Así el inciso 18º del artículo 75ª le atribuye al Poder Legislativo la
atribución de "...proveer lo conducente a la prosperidad del país, al
adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la
ilustración, dictando planes de instrucción general y
universitaria...".

Refuerza lo antes señalado, lo preceptuado en el tercer párrafo del
inciso 19º del artículo mencionado ut supra, el que atribuye al
Honorable Congreso la potestad de "...sancionar leyes de organización
y de base de la educación que consoliden la unidad nacional respetando las particularidades provinciales y locales; que aseguren la
responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia
y la sociedad, la promoción de los valores democráticos y la igualdad
de oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna; y que
garanticen los principios de gratuidad y equidad de la educación
pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades
nacionales..."

Como lo expresa la Constitución Nacional, el Estado - del cual este
Poder Legislativo es una de sus columnas -, no puede permanecer ajeno sino que por el contrario, debe asumir sus responsabilidades en esta hora, en que todos los indicadores muestran señales de alarma en este verdadero mosaico que es, si podemos llamarlo, el "sistema educativo nacional".

Además de ser un derecho, en el mensaje al pueblo argentino el 25 de
Mayo de 2003, el flamante Presidente Kirchner, considera a la
Educación como "formidable herramienta que construye identidad nacional y unidad cultural, presupuestos básicos de cualquier país que quiera ser nación". En dicho discurso el Señor Presidente ya menciona el deterioro de la educación y hace referencia a que "la situación de la
educación argentina revela dos datos vinculados a su problema central, que es la calidad de la enseñanza. Por un lado, una creciente anarquía educativa, y por el otro, la crisis de los sistemas de formación
docente. Ambos afectan severamente la igualdad educativa....

La igualdad educativa es para nosotros un principio irrenunciable no
sólo como actitud ética, sino esencialmente como responsabilidad
institucional. Debemos garantizar que un chico del Norte argentino
tenga la misma calidad educativa que un chico de la Capital federal. Es correcto que las provincias dirijan y administren el sistema de
prestación del servicio educativo, pero el Estado Nacional debe
recuperar su rol en materia de planificación, contenidos de la
educación y sistemas de formación y evaluación docente. Garantizar la igualdad educativa de norte a sur es aportar a la formación de una
verdadera conciencia e identidad nacional".

Las falencias en el esquema educativo de la Argentina a las que hace
alusión el Presidente Kirchner, se advierten ya notoriamente en los
años 90, causadas por razones de origen económico y por una irracional aplicación de lo previsto en el II Congreso Pedagógico Nacional y lo sancionado en 1993 por la Ley 24195.

La entidad gremial que afilia a los sindicatos de todas las
jurisdicciones educativas del país, CETERA, hace una síntesis de la
fallida política educativa que el país sufrió durante la década del
noventa, y señala: "El proyecto se ha ido cumpliendo en etapas. La
transferencia del sistema educativo nacional a las provincias sin
recursos (1992), el vaciamiento de los fondos al eliminarse la ley
23.906, los pactos fiscales (1993) que reducen los porcentajes de
coparticipación correspondientes a las provincias, la disminución de
los presupuestos asignados a educación, el incorrecto manejo de los
presupuestos provinciales sumado al incumplimiento de los artículos
sobre el financiamiento de la Ley Federal de Educación (1993), de
manera puntual y combinada, han generado un agudo proceso de
desfinanciamiento que ha desencadenado conflictos muy graves
provocados, entre otros aspectos, por la disminución de los salarios
docentes, ya congelados desde 1991, en por lo menos 11 provincias, en un porcentaje que va desde el 6 % hasta el 40%, el atraso en el pago de los sueldos por varios meses en algunas jurisdicciones, el pago con bonos o con serias irregularidades legales en otras provincias.

Además, para acentuar la turbulencia de estos tiempos debemos mencionar el modo autoritario de implementación de la ley federal que, entre otros aspectos, supone la desaparición del Sistema Educativo Nacional por la anarquía y fragmentación que genera. No podemos desconocer que la concepción tecnocrática de aplicación de las reformas confluye junto a lo anterior a conformar una verdadera emergencia del sistema educativo, que pone en riesgo a la sociedad argentina, al sistema de educación pública, a los maestros argentinos...".

Cabe advertir, que al tiempo de su efectiva aplicación durante la
gestión del Presidente Menem, éste solamente declaró la vigencia de
la Ley Federal de Educación, pero cada provincia tuvo que adaptar su
organización educativa a dicha ley.

La UNESCO también muestra cómo influye la falta de presupuesto para la educación en distintos países: "en los cinco países menos avanzados, el presupuesto de educación se ha reducido más del 50% en un período de 10 años. Además el Banco Mundial ha mostrado muy poca consideración hacia las dificultades que rodean el ejercicio del derecho a la educación, al imponer severos recortes en los presupuestos de educación en los países en desarrollo... La educación ha llegado a ser tan costosa como la salud y la vivienda y está fuera del alcance de los sectores más deprimidos de la población"; este escenario no hace otra cosa que acentuar las desigualdades sociales, ampliando la brecha existente entre las clases sociales y con respecto a otros países; atentando contra una integración efectiva en el mundo, ya sea desde lo intelectual, lo científico, lo cultural, lo tecnológico y lo artístico.

Nuestro país, considerado hasta no hace mucho tiempo, como un verdadero ejemplo, está en estos momentos en uno de los últimos puestos de la evaluación que se hace a nivel mundial de la lectura comprensiva. Ello significa una verdadera vergüenza y está generada por múltiples factores entre los cuales el más relevante y ya mencionado es la crisis económica y el empobrecimiento de amplios sectores de la población.

Respecto de la evaluación mencionada hemos extraído de una nota del diario la Nación de abril de 2003, el pensamiento de Alfredo van
Gelderen: "La Argentina se cae del mapa", se lamentó el profesor, al
reflexionar sobre los incontrastables resultados que ubican a la
Argentina "peleando la zona de promoción".

En alusión al estudio internacional Pirls, que mide con un examen la capacidad lectora de los alumnos de 4º grado de 35 países en el que Argentina se colocó en el puesto 31º.

"Si en cuarto grado la mayoría de los países nos saca tanta diferencia
qué pasará después, en los grados sucesivos. Cómo hacemos para
construir un trayecto escolar más fuerte" se preguntó Van Gelderen"
(miembro de Comisión Técnico-Asesora de la Secretaría de Programación y Evaluación Educativa, organismo responsable de la producción de los Contenidos Básicos Comunes que rigen hoy las currículas en el país.)

Otra muestra de lo que los medios de comunicación reflejan en sus
ediciones lo podemos extraer de una nota de opinión de un periodista de una cadena nacional de radio que apunta:

"...Cuando un censo educativo revela que los adolescentes argentinos no entienden lo que leen, muchos parecen descubrir lo que ya estaba a la vista.

Cuando un chico es apuñalado salvajemente en una escuela, otros tantos deciden preguntarse qué está pasando con nuestros jóvenes.
Entonces se apunta a la escuela y a los docentes como responsables del fracaso y la violencia de la escuela. Los demás, tranquilos: ya tenemos a quien culpar.

Pero la escuela es el templo del saber, no el templo de los milagros.
Sin familia que contenga a los chicos, con la sociedad quebrada y sin
instituciones que marquen carriles de circulación, perdidos valores
elementales que a nadie le interesan, sin trabajo para los padres ni
ejemplo de los gobernantes, no hay milagro posible. La escuela sola, no puede.

Vale como ejemplo una escuela de Córdoba: la escuela Regino Maders, en un barrio humilde y también peligroso de Córdoba, se parece a miles de escuelas en todo el país, mojones de una trinchera donde se libra la última batalla contra la marginalidad y el fracaso.

En una zona donde nadie se atrevería a dormir con una ventana abierta, la escuela no tiene rejas, ni cerco, ni alarma, ni custodia.

Cada tanto, cuando el último escándalo de la farándula ya aburre, nos
ocupamos del fracaso escolar: en la Universidad de La Plata fallaron en el ingreso a Astronomía todos los alumnos, la deserción en el
secundario es pavorosa, la fuerza de trabajo argentina retrocede en su
preparación. Entonces descubrimos que en nuestras escuelas se está
enseñando todo mal. Que los chicos no saben leer. Y cuando leen, no
entienden. Y cuando entienden, no retienen.

Está dicho: los chicos no saben leer en los libros, pero leen muy bien a realidad. Y aprenden, como estarán aprendiendo quienes no tendrán clases en la destrozada escuela cordobesa

Esos chicos ya han aprendido que la escuela no es de nadie, porque nadie se ocupa de protegerla. Que los discursos de
políticos, funcionarios, maestros y periodistas sobre la escuela como
prioridad nacional, son cuentos chinos. Han aprendido que el delito es
impune, que el que la hace no la paga y que pierden el tiempo los
padres enseñándoles a respetar la ley y otras tonterías. Han aprendido
que a la educación, a la escuela y a la maestra no las respeta nadie.

Han aprendido, y no lo van a olvidar, que a su escuela no la
destruyeron los vándalos. No ellos solos. Codo a codo voltearon
ladrillos, arrancaron pizarrones y desmantelaron baños y bancos los
policías que nunca estuvieron para protegerla, los gobernantes que
olvidaron sus promesas del día de la inauguración con tanta prensa, la
prensa que se fue y no volvió, los maestros que se rindieron después de pedir auxilio en vano cien veces.

El fracaso escolar es el fracaso de la sociedad. La destrucción de la escuela es el reflejo desolador de una sociedad destrozada... " (Miguel Clariá -Periodista de Cadena 3 Argentina- Columnista de Teleocho Noticias)

Diversos estudios e investigaciones demuestran una realidad que está a la vista de todos: "LA EDUCACIÓN ESTÁ FRACASANDO" y debe ser atendida en forma urgente. El primer paso para la solución de un problema es su reconocimiento, la toma de conciencia sobre la realidad es muy saludable, pero es esencial que a la fase diagnóstica la suceda inmediatamente la aplicación del remedio.

Del diagnóstico ya hay una triste perspectiva; pero todos sabemos que
la elaboración de programas y proyectos demanda un proceso que se
extiende en el tiempo, mientras la educación sigue en agonía.

Por ello se hace necesario implementar un programa de modo urgente y en forma excepcional, facultando al Poder Ejecutivo para implementar un Programa Nacional de Emergencia Educativa, ampliando la participación de los sectores que habitualmente elaboran as políticas educativas, pues no sólo en el mismo se prevé la representación de las jurisdicciones provinciales, tal como lo establece la Ley Federal de Educación vigente, respecto del Consejo Federal de Educación, sino que en su seno, se estima imprescindible contar con la participación de otros actores como representantes gremiales del sector docente público y privado, la representación del Poder Legislativo Nacional, del C.I.N. y del Consejo de Rectores de Universidades privadas .

El Programa de Emergencia Educativa propuesto por este cuerpo se
financiará con fondos del Tesoro Nacional, en virtud de que es función
indelegable del Estado garantizar la educación (véase además, el
artículo 2º de la ley 24195).

Lo cierto es que más allá de la crudeza de los números que reflejan
las evaluaciones, las estadísticas y el desempeño de los docentes y
alumnos de nuestro sistema educativo; estos magros resultados sacan a la luz la gravedad y la crisis que vive hoy el sistema. Por ello, Señor
Presidente, instamos a los miembros de este cuerpo a acompañar la
presente iniciativa y solicitamos se apruebe el presente proyecto de
ley.


María T. Colombo.-