Número de Expediente 168/03

Origen Tipo Extracto
168/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución FALCO : PROYECTO DE RESOLUCION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL DIA FORESTAL MUNDIAL A CELEBRARSE EL 21 DE MARZO DE 2003 .
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
12-03-2003 26-03-2003 12/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
13-03-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 05-04-2005

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-0168/03)

PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación

RESUELVE:

Adherir a la conmemoración del "Día Forestal Mundial", a celebrarse el 21 de
marzo de 2003, con motivo de ser el mismo de suma importancia para la
comunidad internacional, al contribuir en la toma de conciencia sobre el
cuidado y protección del medio ambiente.

Luis A. Falcó.-


FUNDAMENTOS
Señor Presidente:

En el año 1971 los estados miembros de la Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), aceptaron la celebración
del Día Forestal Mundial, el 21 de marzo, por ser el mismo el primer día de
otoño en el hemisferio sur y primer día de primavera en el hemisferio norte,
imprimiéndole de esta manera un carácter simultaneo en todo el mundo.

Resulta importante destacar en esta fecha, que todos los tipos de
bosques del mundo, proveen a la comunidad internacional, de bienes y
servicios esenciales, sociales, económicos y ambientales, y contribuyen a la
seguridad alimentaria, agua y aire limpios, protección del suelo, y que su
manejo de manera sostenible, es fundamental para lograr un desarrollo
sustentable apto para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes, sin comprometer las de las generaciones futuras.

Reflexionar y tomar conciencia sobre la situación en que se encuentran los
bosques que, cual alfombra verde, cubren el planeta y le sirven de sostén a
la gama infinita de expresiones vivientes u organismos que bajo su sombra,
en sus frutos, en sus flores, en sus hojas, en sus ramas, en su tallo, en
sus troncos, en sus raíces, en sus maderas, en la resina, en las esencias,
en la celulosa, en sus desechos orgánicos, encuentran su hábitat, alimento,
un espacio para la vida social y, lo más importante, las condiciones
necesarias para reproducirse, es decir, para hacer que la vida cada vez sea
más vida, es sin lugar a dudas, el principal objetivo de esta conmemoración.

Los especialistas al valorar los múltiples beneficios y funciones que
brindan y desempeñan los bosques del planeta, y en particular aquellos que
se encuentran en la franja tropical, han llegado a compararlos con un
almacén infinitamente grande, donde se resguarda la biodiversidad de la
Tierra, con capacidad de autorregular el clima (temperatura, humedad,
corrientes de aire, luminosidad...) y las condiciones del suelo (fertilidad,
estructura, porosidad, disponibilidad de aire, disponibilidad de agua,
microorganismos, materia orgánica...), no solamente para mantener latente
los activos fijos de la vida que posee, sino para potencializarlos y
brindarles las condiciones óptimas para que sea capaz de crear y volver a
crear nuevos modelos de vida, que vendrán a sumarse a la biodiversidad
existente.

El ''Día Mundial Forestal'' es para analizar lo que hemos hecho con tanta
vida, para evaluar la forma en que nos manejamos y conducimos, para que
nunca se agoten nuestros recursos naturales en pos de las generaciones
venideras

Señor Presidente, de continuar el ritmo de deforestación mundial actual,
dentro de 15 años habrá desaparecido de manera prematura y violenta un
millón de especies, representando la velocidad de extinción de mayor
magnitud ocurrida sobre el planeta desde el fin del período Cretáceo, hace
aproximadamente 65 millones de años. En estos momentos, hay una alarma roja
encendida para las regiones tropicales del planeta. La pérdida de 20
millones de hectáreas anuales de los bosques que conforman la epidermis de
la Tierra y la desaparición de una especie viva (planta o animal), cada 15
minutos, mantiene en vilo a los especialistas que estiman que el ritmo de
pérdida del capital de vida del planeta marcha a una velocidad cuatrocientas
veces superior a las estimaciones realizadas en las postrimerías del siglo
pasado.

Al arribar al primer ''Día Mundial Forestal'' del nuevo siglo y del nuevo
milenio, si se quiere, la humanidad se encuentra ante la pesadilla de que
estos almacenes irreemplazables de la preciosa biodiversidad de la Tierra,
están siendo talados y degradados para obtener madera en bruto, apacentar
ganado, producir leña, ampliar o darle apertura a nuevas áreas mineras y la
práctica de la agricultura, a una velocidad realmente alarmante. Los
incendios forestales están convirtiendo en cenizas, la masa fotosintética
que garantiza la estabilidad del clima, la fortaleza de la capa de ozono y
el equilibrio ecológico del planeta.

La mayoría del una vez extenso bioma de los bosques residuos tropicales
originales del mundo, han sido cortados y ahora estamos en el proceso de
eliminar la mayoría de los bosques lluviosos vírgenes que le quedan al
planeta. Los datos revelan que la mitad de toda la deforestación tropical
está ocurriendo en la vasta cuenca amazónica, fundamentalmente en la
amazonia brasileña. Brasil, Zaire e Indonesia, que poseen más del 50 % de
los bosques tropicales cerrados del planeta, también sufren el 44% de las
pérdidas mundiales anuales a causa de la deforestación.

Existen varios países donde se ha perdido la mayor parte de su cubierta
forestal original, teniendo en la lista negra particularmente a Haití (con
un 98% de pérdida, nuestro vecino más cercano y que por lo tanto, ostenta la
categoría de la nación más deforestada del mundo), al archipiélago de Las
Filipinas (con un 97% de pérdida) y a Madagascar (con un 93% de pérdida, lo
cual mantiene bajo constante preocupación a los principales organismos
ambientalistas del mundo por ser la isla más rica en biodiversidad que
existe sobre la Tierra). De continuar la actual tasa exponencial de
pérdidas, se estima que dentro de 40 ó 50 años habrán desaparecido de la faz
del mundo todos los bosques vírgenes, salvo las áreas silvestres protegidas
que logren soportar la embestida.

Si los cálculos están bien hechos, hace apenas 100 millones de años
aproximadamente que la evolución ha ido creando este tesoro genético que
cubre entre el 6 y el 7 por ciento del área de tierra seca en las regiones
tropicales; sin embargo, es tanta la vida que hay en ellos que los sistemas
contables hasta ahora ideados por la mente humana se ven ridículos cuando
intentan establecer la cantidad de organismos vivos que albergan. No
obstante, es tal su fragilidad que basta con derribar un árbol para que
cientos y miles de otros organismos vean amenazada su existencia, no sólo
por la destrucción de su ecosistema, sino por la desaparición de las
funciones que éste desempeñaba en el engranaje vital global.

Un solo árbol puede sustentar unas 400 especies de insectos. Esta función y
muchas otras no se pueden traducir fácilmente a términos monetarios.
Haciendo un gran esfuerzo y jugando solamente con las variables físicas,
perfectamente identificables mediante los sistemas de contabilidad ambiental
que ya se están implementando en algunas partes del mundo, un árbol típico
puede tener un valor monetario de 196,250 dólares calculados en términos de
beneficios ecológicos, esto es, en forma de producción de oxígeno durante su
existencia, reducción de la contaminación del aire, mantener y garantizar la
fertilidad del suelo, controlar la erosión, reciclamiento del agua y control
de la humedad, hábitat de la vida silvestre y fuente de proteínas para
sostener el caudal viviente de la naturaleza. Pero si este mismo árbol fuese
vendido como madera, su valor máximo apenas alcanzaría los 590 dólares.

Los científicos consideran la destrucción presente y la degradación actual
de los bosques tropicales uno de los problemas ambientales y de recursos más
críticos y graves del mundo, pues si se toma como parámetro la escala humana
del tiempo, todos los bosques vírgenes de la Tierra deben ser considerados
como recursos naturales no renovables; que no deberían ser talados porque
sus servicios ecológicos a largo plazo son mucho más importantes que la
ganancia económica a corto plazo derivada de su remoción.

Lamentablemente, Señor Presidente, este planteamiento molesta o inquieta a
los técnicos apóstoles del desarrollo y del modernismo, que opinan que los
ecólogos están desfasados del mundo actual, sin embargo, los datos
precedentes están siendo construidos por economistas, formados en sus mismas
escuelas y con las misma sensibilidad humana o mayor, porque poseen una
visión de futuro y no tan miope como la que se nos inculca desde las aulas y
en el seno de la sociedad en que nos desenvolvemos.

Ya señalábamos que de continuar la velocidad de la pérdida y degradación de
los bosques tropicales que se verifica actualmente, por lo menos un millón
de especies llegará prematuramente a la extinción debido a las actividades
humanas en los próximos 15 años. Esta tasa de extinción es de tal magnitud
que supera a cualquier otra ocurrida sobre la Tierra desde el fin del
Cretácico, hace aproximadamente 65 millones de años. Y es posible que muchas
mentes humanas no entiendan lo que esto significa, pues no sólo es una
muerte física, sino el fin de los nacimientos.

Pero si vamos a lo práctico, a lo que la miopía nos permite ver, aun así la
existencia de los bosques cobra sentido, pues las cubiertas forestales
tropicales suministran la mitad de la cosecha anual de madera dura del
mundo. Cientos de productos alimenticios y aromáticos como el café, el
cacao, las especias, nueces y frutas tropicales; materiales industriales
como el latex del caucho, resinas, colorantes y aceites esenciales; plantas
que proporcionan ingredientes para un cuarto de los alimentos de
prescripción de patentes del mundo, provienen de los bosques tropicales.

A pesar de su inmensa potencialidad, se ha calculado que menos del 1% de las
especies de los bosques tropicales ha sido examinado para su posible uso
como recurso humano. La destrucción de estos bosques y muchas de las
especies que contienen y que producen ganancias a corto plazo, es como tirar
un regalo sin desenvolver, o quemar una biblioteca antigua antes de que se
hayan hojeado los libros. Se estima que los bosques tropicales le brindan
albergue a 250 millones de personas, muchas de las cuales sobreviven cazando
y recolectando. Muchas tribus indígenas están viendo cómo las tierras que le
vieron nacer y siempre le han brindado albergue, desaparecen arrasadas,
quemadas e inundadas y por lo tanto, desapareciendo tan rápidamente como los
mismos bosques. Los analistas de esta situación estiman que
independientemente de la importancia económica, de salud o ecológica de los
bosques tropicales para nosotros, las personas que han adquirido la
conciencia mundial de la Tierra sustentable, creen que esa destrucción
incesante debe ser detenida por errónea, inhumana y torpe que sea

Ya se ha comprobado en todas partes del mundo que los bosques tropicales no
están siendo destruidos por ignorancia como siempre se ha dicho, sino por el
afán de riquezas, la voracidad y el avance de la pobreza. La gran
destrucción de las masas boscosas del mundo es causada por proyectos
gigantescos de corporaciones multinacionales y organismos internacionales de
préstamos que financian la extracción de los recursos en las naciones pobres
para sostener los estilos de vida de la gente de los países desarrollados.

Las causas reales de la desaparición de los bosques tropicales son:

- estancias ganaderas usadas principalmente para producir carne cruda y
enlatada para exportación;
- tala de árboles indiscriminadas y procesamiento en fábricas de papel
ecológicamente ineficientes (la madera y el papel son productos para la
exportación);
- plantaciones inmensas de caña de azúcar, cultivos injertos, musáceas y
otros monocultivos de exportación;
- cultivos de marihuana y coca para la producción de estupefacientes para
abastecer el ilegal pero extraordinariamente lucrativo comercio mundial de
drogas;
- la práctica de la minería a cielo abierto, y
la construcción de presas de generación hidráulica de energía eléctrica.

Señor Presidente, existe la esperanza de que con las primeras luces del
tercer milenio, la humanidad reconozca que desde todo punto de vista
(científico, ecológico, estético, económico o ético), la destrucción de los
bosques vírgenes que aún le quedan al mundo y consecuentemente con gran
parte de su biodiversidad, es una tragedia de proporciones horrendas, una
guerra biológica global devastadora, contra nosotros mismos, nuestros hijos,
nietos y otras especies.

Por los motivos expuestos, y teniendo como fin y objetivo primordial el de
que todos los habitantes del planeta gocen del derecho a un medio ambiente
sano, equilibrado, apto par el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes, sin comprometer las de las
generaciones futuras, es que solicito a mis pares, los Señores legisladores,
la aprobación del presente Proyecto de Resolución.

Luis A. Falcó.-