Número de Expediente 1635/04

Origen Tipo Extracto
1635/04 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS :PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACION Y LA SEQUIA .-
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
02-06-2004 23-06-2004 104/2004 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
03-06-2004 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1
03-06-2004 28-02-2006

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-1635/04)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA:

1°) Su adhesión al "Día Mundial de Lucha contra la
Desertificación y la Sequía" instituído por la Asamblea General de
Naciones Unidas el 17 de junio de cada año.

2°) La necesidad de promover una conciencia colectiva sobre la
utilización racional y la valoración mundial del suelo como recurso
esencial para el desarrollo de la humanidad.

Mabel L. Caparros.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La Asamblea General de Naciones Unidas, la
UNESCO, la Organización de Estados Americanos y los distintos foros
internacionales y regionales de política ambiental, han encarado desde
hace años una tenaz campaña destinada a concientizar a los Estados y
por su intermedio a su población, acerca de la urgente necesidad de
optimizar el uso del suelo a través de un aprovechamiento racional y
acorde a las necesidades básicas de cada región.

Si el concierto de naciones desea encarar
acciones responsables para encauzar el fenómeno las causas de la
problemática y sus futuras implicancias no pueden ser ignoradas: Las
reservas de selvas y bosques del planeta se tornan más escasas con el
transcurso del tiempo debido a la curva ascendente del desarrollo
demográfico mundial. A ello es necesario agregar la acción depredadora
del hombre y el agotamiento y contaminación de las reservas hídricas
del planeta.

En efecto la fuerte mecanización y la
utilización de productos agroquímicos, sumado al elevado consumo de
agua, constituyen los elementos característicos de la agricultura
intensiva, cuyo incremento en los últimos tiempos está propiciando un
aumento de la presión y degradación de nuestros suelos.

La "Convención Internacional de Lucha contra la
Desertificación" se firmó el 17 de junio de 1994 como respuesta del
concierto de naciones frente a los peligros que representa el fenómeno
de las sequías graves y los procesos erosivos y desertificatorios en
diversas partes de nuestro planeta. El 19 de diciembre de ese mismo
año, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas proclamó
el 17 de junio como el "Día Mundial de Lucha contra la Desertificación
y la Sequía" (resolución 49/115) en conmemoración a haberse firmado ese
día la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la
Desertificación, encaminada a brindar marco normativo internacional a
las acciones de los países afectados por sequías graves, en particular
en África. Asimismo se invitó a los estados miembros de la comunidad
internacional a que dedicaran el Día Mundial para sensibilizar a la
opinión pública respecto de la necesidad de aunar esfuerzos mediante la
cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los
efectos de la sequía y respecto de la aplicación de la Convención de
las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.

Consciente de la importancia de este cuerpo
normativo internacional, la República Argentina suscribió la Convención
en 1994 y la ratificó en 1996, confiando en que esta nueva herramienta
se convierta en un instrumento válido para prevenir, combatir y
revertir los graves procesos de desertificación que sufre nuestro país.
En efecto, las zonas de deterioro y degradación del ecosistema
comprenden el 75% de nuestro territorio nacional.

Según el informe GEO 2000, el total de tierras
degradadas ha afectado aproximadamente a 1900 millones de hectáreas en
todo el mundo, lo cual equivale a un 40% de la superficie terrestre. La
búsqueda de máximos beneficios a corto plazo de la agricultura
intensiva se ha convertido en la principal causa de la degradación de
los suelos y el agua y, por tanto, de los procesos de desertificación
que a ritmo vertiginoso y con características expansivas se vienen
registrando en todo el planeta. Sin duda el implantar un día mundial de
lucha sirve para tratar de concientizar a los ciudadanos de estos
problemas ambientales que cada año suponen la pérdida de grandes
superficies de tierra en Argentina y en todo el mundo.

Los usos del suelo que más contribuyen a los
procesos de desertificación son los cultivos leñosos y herbáceos de
secano, por su elevado potencial erosivo debido a un exceso de laboreo,
y los sistemas de regadío, por el agotamiento de los acuíferos,
contaminación de aguas y suelos por exceso de productos fitosanitarios
y abonos químicos y la salinización.

Otros factores que influyen sobre los procesos
de desertificación son las grandes pérdidas de cubierta vegetal a causa
de repetidos incendios forestales y la concentración de actividad
económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano,
las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío.
Estas formas abusivas de utilización del suelo, a pesar de resultar
insostenibles a mediano plazo, se han extendido mucho en los últimos
años, impulsados por factores de mercado.

En definitiva el problema de la desertización
es un síntoma de la ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos
naturales y el sistema socio-económico que los explota, y cuya solución
pasa tanto por la concientización como por un cambio de las políticas
hidrológicas, energéticas y agrarias de los gobiernos. Pero la
desertización no es un problema aislado, sino que está plenamente
relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la
biodiversidad y la necesidad de bosques sostenibles y un manejo
adecuado del agua. Los vínculos entre estos aspectos y los factores
socioeconómicos son cruciales.

Debemos apelar a la conciencia
individual que generalmente precede a la colectiva, por ello cada
hombre deberá enfrentar mentalmente el desafío de pensar cómo sería un
día de su vida sin estos vitales elementos, con tierras estériles y
desertificadas, y seguramente, le será difícil encontrar una respuesta.
Es menester encarar políticas concretas en que cada Estado, cada ONG,
cada familia, cada ser humano se plantee la posibilidad concreta de no
contar con tierras fértiles en un futuro cercano.

El crecimiento y progreso de los países
desarrollados o en vías de serlo no puede bajo ningún concepto
producirse a costa del equilibrio ecológico y la dilapidación de los
elementos básicos para la vida en el planeta. Los esfuerzos de todos
los Estados deben encaminarse a un racional y mejor aprovechamiento de
todos los recursos naturales. Esta es la piedra basal en que se asienta
el principio de desarrollo sustentable, es decir, para todos, para el
futuro, para las generaciones venideras.

Como legisladores debemos adherir entusiastas a
esta celebración, que ayudará decididamente a promover una conciencia
colectiva en la utilización racional y la valoración mundial de los
recursos naturales esenciales para el desarrollo de la humanidad.

Por las razones expuestas, solicito de mis
pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparros.