Número de Expediente 1623/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1623/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CURLETTI : PROYECTO DE DECLARACION MANIFESTANDO PREOCUPACION POR LAS MANIFESTACIONES DEL SECRETARIO DE CULTURA , DR. TORCUATO DI TELLA , AL DIARIO LA NACION . |
Listado de Autores |
---|
Curletti
, Mirian Belén
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
01-06-2004 | 02-06-2004 | 103/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
02-06-2004 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
02-06-2004 | 28-02-2006 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1623/04)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación,
DECLARA:
Que manifiesta su sorpresa, malestar y preocupación, por las
declaraciones formuladas por el Señor Secretario de Cultura de la
Nación Torcuato Di Tella, en una entrevista publicada por el matutino
La Nación, de esta capital, el día jueves 27 de mayo de 2004, en las
que expresó: "La verdad, dentro de todos los problemas por los que
atraviesa el país, la Cultura, con c mayúscula, no tiene prioridad. No
tiene prioridad para el Gobierno y tampoco la tiene para mí. Con
respecto de otros temas, la cultura es el gallinero de una casa que se
quema."
Mirian Curletti.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En reiteradas oportunidades, en especial desde los albores de este
siglo XXI, académicos de la filosofía, sociología y la política,
siempre preocupados por desentrañar alguna de las causas de la larga
crisis de aflige a nuestro país, sus instituciones y relaciones
sociales, han diagnosticado que gran parte de la responsabilidad recae
en la enorme crisis cultural, entendiendo a la cultura como un conjunto
de prácticas, relaciones y valores que distinguen y otorgan identidades
a los pueblos, permitiéndoles diversas formas de expresión,
entendiéndola como "universo simbólico compartido".
Cuál es la ubicación de la "cultura con c mayúscula" en este universo
simbólico?. Sería preciso acordar sobre ese concepto, más parecido a un
cliché que se le podría atribuir a las clases medias elitistas, que
precisan distinguirse de una consumidor masivo de la cultura de masas,
o bien, de esas personas generalmente alejadas de las marquesinas que
construyen cultura popular en los barrios y comunidades mas diversas, a
través de diversas practicas e intervenciones en la realidad que los
circunda y que generan culturas de participación, de equidad, cívicas y
políticas, solidarias, antidiscriminatorias, productivas, entre otros
relevantes aspectos, que producen transformaciones duraderas.
La batalla cultural librada por los agentes del neoliberalismo, apenas
comenzada la recuperación democrática, rindió con creces sus frutos
amargos en la década del noventa, años en los que la nación enajenó su
patrimonio, "vendiendo las joyas de la abuela", gracias a que hubo un
medio cultural favorable a esas reformas, que sin anestesia, y
prácticamente con la aclamación de las propias víctimas, hizo trepar la
desocupación a sus registros históricos mas altos, proporcionalmente al
crecimiento de los condicionamientos y de la dependencia externa,
gracias a haber duplicado el valor de la deuda externa argentina.
Cabe preguntarse de qué cultura con "c mayúscula" nos ha pretendido
hablar el Señor Secretario de Cultura: de nuestras pujantes industrias
culturales a pesar de lo exiguo de los incentivos gubernamentales para
su desarrollo?. Se referirá a "gallinero cultural" que resiste en los
teatros del "under", en las cooperativas de actores, músicos y
escritores, a los artesanos, y pintores que comen salteado pero no
abandonan el "gallinero" por sitios más cómodos y alfombrados?.
Y qué decir la cultura en las diferentes provincias y regiones de
nuestro país, siempre lejos del ojo del funcionario que atiende, junto
con dios, solo en esta Capital. Qué políticas culturales y de
inclusión, en el marco de la tolerancia y el respeto por su autonomía,
tienen por destinatarios a nuestros hermanos aborígenes?.
Este proyecto que hoy impulsamos, se solidariza también con las
expresiones de decenas de personalidades de la vida cultural argentina,
como Carlos Orgambide, Félix Luna, Alicia Steimberg, Enrique Valiente
Noailles, Ivonne Bordelois, Josefina Delgado, Araceli Bellota, Daniel
Divinsky, Natu Poblet, Jimena Paz, Luisa Valenzuela, Rubén Szchumacher,
Julia Iribarne, Miguel A. Inchausti, Carlos López Puccio, Ricardo
Manetti, Claudio España, Inés Sanguinetti, Hebe Solves, José Miguel
Onaindia, muchas de ellas con reconocimiento internacional, que alzaron
su voz para condenar estas declaraciones, agravadas por provenir del
propio secretario del área, quién es responsable del impulso de las
políticas públicas del sector.
Señor Presidente, no tenemos dudas del papel que le cabe a la cultura
en el desarrollo, y en tal sentido afirmamos que, ávido de cambios que
tiendan a promover un país más justo, solidario y equitativo, nuestro
pueblo tiene hambre, hambre de cultura, como vehículo para alcanzar su
bienestar y superación. La cultura es un derecho, un derecho humano
básico más al que el Estado esta obligado a garantizar, promover y
asegurar su acceso a todos los habitantes de este suelo.
Mirian Curletti.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1623/04)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación,
DECLARA:
Que manifiesta su sorpresa, malestar y preocupación, por las
declaraciones formuladas por el Señor Secretario de Cultura de la
Nación Torcuato Di Tella, en una entrevista publicada por el matutino
La Nación, de esta capital, el día jueves 27 de mayo de 2004, en las
que expresó: "La verdad, dentro de todos los problemas por los que
atraviesa el país, la Cultura, con c mayúscula, no tiene prioridad. No
tiene prioridad para el Gobierno y tampoco la tiene para mí. Con
respecto de otros temas, la cultura es el gallinero de una casa que se
quema."
Mirian Curletti.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En reiteradas oportunidades, en especial desde los albores de este
siglo XXI, académicos de la filosofía, sociología y la política,
siempre preocupados por desentrañar alguna de las causas de la larga
crisis de aflige a nuestro país, sus instituciones y relaciones
sociales, han diagnosticado que gran parte de la responsabilidad recae
en la enorme crisis cultural, entendiendo a la cultura como un conjunto
de prácticas, relaciones y valores que distinguen y otorgan identidades
a los pueblos, permitiéndoles diversas formas de expresión,
entendiéndola como "universo simbólico compartido".
Cuál es la ubicación de la "cultura con c mayúscula" en este universo
simbólico?. Sería preciso acordar sobre ese concepto, más parecido a un
cliché que se le podría atribuir a las clases medias elitistas, que
precisan distinguirse de una consumidor masivo de la cultura de masas,
o bien, de esas personas generalmente alejadas de las marquesinas que
construyen cultura popular en los barrios y comunidades mas diversas, a
través de diversas practicas e intervenciones en la realidad que los
circunda y que generan culturas de participación, de equidad, cívicas y
políticas, solidarias, antidiscriminatorias, productivas, entre otros
relevantes aspectos, que producen transformaciones duraderas.
La batalla cultural librada por los agentes del neoliberalismo, apenas
comenzada la recuperación democrática, rindió con creces sus frutos
amargos en la década del noventa, años en los que la nación enajenó su
patrimonio, "vendiendo las joyas de la abuela", gracias a que hubo un
medio cultural favorable a esas reformas, que sin anestesia, y
prácticamente con la aclamación de las propias víctimas, hizo trepar la
desocupación a sus registros históricos mas altos, proporcionalmente al
crecimiento de los condicionamientos y de la dependencia externa,
gracias a haber duplicado el valor de la deuda externa argentina.
Cabe preguntarse de qué cultura con "c mayúscula" nos ha pretendido
hablar el Señor Secretario de Cultura: de nuestras pujantes industrias
culturales a pesar de lo exiguo de los incentivos gubernamentales para
su desarrollo?. Se referirá a "gallinero cultural" que resiste en los
teatros del "under", en las cooperativas de actores, músicos y
escritores, a los artesanos, y pintores que comen salteado pero no
abandonan el "gallinero" por sitios más cómodos y alfombrados?.
Y qué decir la cultura en las diferentes provincias y regiones de
nuestro país, siempre lejos del ojo del funcionario que atiende, junto
con dios, solo en esta Capital. Qué políticas culturales y de
inclusión, en el marco de la tolerancia y el respeto por su autonomía,
tienen por destinatarios a nuestros hermanos aborígenes?.
Este proyecto que hoy impulsamos, se solidariza también con las
expresiones de decenas de personalidades de la vida cultural argentina,
como Carlos Orgambide, Félix Luna, Alicia Steimberg, Enrique Valiente
Noailles, Ivonne Bordelois, Josefina Delgado, Araceli Bellota, Daniel
Divinsky, Natu Poblet, Jimena Paz, Luisa Valenzuela, Rubén Szchumacher,
Julia Iribarne, Miguel A. Inchausti, Carlos López Puccio, Ricardo
Manetti, Claudio España, Inés Sanguinetti, Hebe Solves, José Miguel
Onaindia, muchas de ellas con reconocimiento internacional, que alzaron
su voz para condenar estas declaraciones, agravadas por provenir del
propio secretario del área, quién es responsable del impulso de las
políticas públicas del sector.
Señor Presidente, no tenemos dudas del papel que le cabe a la cultura
en el desarrollo, y en tal sentido afirmamos que, ávido de cambios que
tiendan a promover un país más justo, solidario y equitativo, nuestro
pueblo tiene hambre, hambre de cultura, como vehículo para alcanzar su
bienestar y superación. La cultura es un derecho, un derecho humano
básico más al que el Estado esta obligado a garantizar, promover y
asegurar su acceso a todos los habitantes de este suelo.
Mirian Curletti.-