Número de Expediente 1534/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1534/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | FALCO : PROYECTO DE DECLARACION CONDENANDO LAS VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS QUE SUFREN PRISIONEROS DE GUERRA IRAKIES . |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
24-05-2004 | 02-06-2004 | 97/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
26-05-2004 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
26-05-2004 | 28-02-2006 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1534/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación,
DECLARA:
Su más enérgica condena a las violaciones a los Derechos Humanos que
tropas pertenecientes a la Alianza invasora perpetraron contra
prisioneros de guerra iraquíes en diversas cárceles de Irak.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Contraviniendo las más elementales normas internacionales sobre el
trato que debe dispensársele a los prisioneros de guerra, soldados de
las fuerzas invasoras que componen la denominada "Alianza" perpetraron
todo tipo de vejaciones contra soldados iraquíes.
Estos actos aberrantes fueron documentados en cintas de video y cientos
de fotografías que los principales periódicos del mundo han comenzado a
hacer públicas.
Prisioneros con las manos atadas, encapuchados y desnudos burlados
sádicamente por soldados femeninos de los Estados Unidos; iraquíes
humillados, obligados a ingerir excrementos, ultrajados sexualmente y
torturados con descargas eléctricas, son algunos de los ejemplos más
horrorosos que nos ha tocado ver por televisión y en las páginas
principales de los diarios.
Este escándalo, que ya ha tomado dimensión universal, muestra lo peor
de lo que es capaz la condición humana en pleno estado de locura y
prepotencia.
Como dijimos, son cientos los documentos gráficos tomados en la prisión
de Abu Ghraib, en los que se ve claramente a solados norteamericanos
humillando a prisioneros indefensos haciendo gala de un sadismo
patético.
No quisiéramos abundar aquí en detalles sobre las vejaciones sino hacer
expreso nuestro más enérgico repudio a las mismas.
Las fuerzas de la coalición que invadieron Irak enarbolaban las
banderas de la libertad y la democracia pregonando el fin de la
opresión. Ahora, frente al horror de estos testimonios, esas insignias
han quedado irremediablemente manchadas por esta actitud cobarde,
violatoria de los más elementales Derechos Humanos.
Se le dijo al "mundo" que la fuerza de las armas de occidente
implantaría en Irak la cultura de la tolerancia y la diversidad; hoy
resulta más claro que nunca que aquello era una quimera, un simple
"argumento de venta" orientado a obtener consenso internacional para
llevar adelante una intervención nefasta.
Así como sucesivas veces repudiamos la guerra de Irak (tanto cuando era
preparada como mientras se fue ejecutando) hoy nos vemos en la humana
obligación de condenar con toda energía cívica las torturas y
vejaciones a las que han sido sometidos los prisioneros de la nación
ocupada.
Es menester que la más alta jerarquía de las fuerzas que componen la
Coalición individualice a los culpables, asegure el cese de toda clase
de tormentos, acelere los procesos contra los prisioneros de guerra y
les devuelva la libertad de inmediato. Asimismo, deberán tomarse las
más severas medidas tanto contra los torturadores como contra sus
superiores jerárquicos por haberlas consentido u ordenado.
Por estas razones, solicito a los señores senadores que acompañen esta
iniciativa cuya única pretensión es repudiar este ataque a los Derechos
Humanos.
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1534/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación,
DECLARA:
Su más enérgica condena a las violaciones a los Derechos Humanos que
tropas pertenecientes a la Alianza invasora perpetraron contra
prisioneros de guerra iraquíes en diversas cárceles de Irak.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Contraviniendo las más elementales normas internacionales sobre el
trato que debe dispensársele a los prisioneros de guerra, soldados de
las fuerzas invasoras que componen la denominada "Alianza" perpetraron
todo tipo de vejaciones contra soldados iraquíes.
Estos actos aberrantes fueron documentados en cintas de video y cientos
de fotografías que los principales periódicos del mundo han comenzado a
hacer públicas.
Prisioneros con las manos atadas, encapuchados y desnudos burlados
sádicamente por soldados femeninos de los Estados Unidos; iraquíes
humillados, obligados a ingerir excrementos, ultrajados sexualmente y
torturados con descargas eléctricas, son algunos de los ejemplos más
horrorosos que nos ha tocado ver por televisión y en las páginas
principales de los diarios.
Este escándalo, que ya ha tomado dimensión universal, muestra lo peor
de lo que es capaz la condición humana en pleno estado de locura y
prepotencia.
Como dijimos, son cientos los documentos gráficos tomados en la prisión
de Abu Ghraib, en los que se ve claramente a solados norteamericanos
humillando a prisioneros indefensos haciendo gala de un sadismo
patético.
No quisiéramos abundar aquí en detalles sobre las vejaciones sino hacer
expreso nuestro más enérgico repudio a las mismas.
Las fuerzas de la coalición que invadieron Irak enarbolaban las
banderas de la libertad y la democracia pregonando el fin de la
opresión. Ahora, frente al horror de estos testimonios, esas insignias
han quedado irremediablemente manchadas por esta actitud cobarde,
violatoria de los más elementales Derechos Humanos.
Se le dijo al "mundo" que la fuerza de las armas de occidente
implantaría en Irak la cultura de la tolerancia y la diversidad; hoy
resulta más claro que nunca que aquello era una quimera, un simple
"argumento de venta" orientado a obtener consenso internacional para
llevar adelante una intervención nefasta.
Así como sucesivas veces repudiamos la guerra de Irak (tanto cuando era
preparada como mientras se fue ejecutando) hoy nos vemos en la humana
obligación de condenar con toda energía cívica las torturas y
vejaciones a las que han sido sometidos los prisioneros de la nación
ocupada.
Es menester que la más alta jerarquía de las fuerzas que componen la
Coalición individualice a los culpables, asegure el cese de toda clase
de tormentos, acelere los procesos contra los prisioneros de guerra y
les devuelva la libertad de inmediato. Asimismo, deberán tomarse las
más severas medidas tanto contra los torturadores como contra sus
superiores jerárquicos por haberlas consentido u ordenado.
Por estas razones, solicito a los señores senadores que acompañen esta
iniciativa cuya única pretensión es repudiar este ataque a los Derechos
Humanos.
Luis A. Falcó.-