Número de Expediente 1484/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1484/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | FALCO : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA DECISION DE CONCLUIR LA CENTRAL NUCLEAR ATUCHA II . |
Listado de Autores |
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Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
20-05-2004 | 02-06-2004 | 94/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
21-05-2004 | 14-10-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE MINERÍA, ENERGÍA Y COMBUSTIBLES
ORDEN DE GIRO: 1 |
24-05-2004 | 14-10-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 07-01-2005
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 10-11-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
1333/04 | 15-10-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1484/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su apoyo y aprobación a la decisión del Poder Ejecutivo nacional de
concluir las obras de la Central Nuclear Atucha II, y así poder
integrarla al sistema nacional de generación de energía.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Resulta altamente positivo para nuestro país, que desde el gobierno
nacional se propicien obras públicas, más aún si tenemos en cuenta que
la prosecución de la obra que nos ocupa, Atucha II, y en circunstancias
de una profunda crisis energética, acude a aportar, finalmente, mayor
generación de energía eléctrica, lo que se traduce en bienestar para
la población.
Ya a mediados del 2003, a poco de entrar en funciones el nuevo
gobierno, desde la Secretaría de Energía manifestaba su intención de
decidir en breve lapso el destino de la obra de la central nuclear
Atucha II (CNA II), largamente demorada.
Hoy dicha decisión adquiere carácter de urgente ya que, en el plazo que
demandaría la terminación de la obra, si no se incorporaran nuevas
centrales se alcanzaría un déficit importante de la potencia eléctrica
instalada, aumentando el riesgo de indisponibilidad del sistema.
De contar con el aporte de más de 700 Mwe de CNA II y el aumento de
potencia por la elevación de la cota de la central hidroeléctrica de
Yaciretá, se nivelaría el crecimiento de la demanda sin recurrir a la
incorporación de nuevas centrales alimentadas a gas o fuel oil, con lo
cual se preservan las reservas de hidrocarburos, se evita más emisión
de contaminantes a la atmósfera y se reduce el costo promedio de
producción de energía eléctrica.
Para la actividad nuclear Argentina, la culminación de CNA II dará
lugar a un nuevo impulso, generando condiciones mucho más favorables
para reactivar la producción de agua pesada y la minería del uranio,
y mejorando la economía de la producción de elementos combustibles y de
la gestión de residuos.
Se posibilitará así la activa participación del sector nuclear
argentino en un futuro en el cual, como de hecho se manifiesta cada vez
con más fuerza en la mayoría de los países avanzados, la
nucleoelectricidad conservará o incrementará su participación en la
oferta energética.
Un resumen de la historia y del estado actual de la obra, nos permitirá
tener una visión lo más aproximada posible de los problemas que deberán
superarse para su finalización.
El proyecto se inicia a mediados de 1980 con un acuerdo firmado entre
CNEA y Siemens AG. La elección de la empresa alemana como proveedor
estuvo condicionada a la provisión, simultáneamente con la central, de
una planta de fabricación de agua pesada, que fue construida por Sulzer
Bros. El acuerdo comprendía, además de la venta de CNA II, la
transferencia a CNEA del know-how del diseño, de la fabricación y del
montaje de este tipo de central, en el transcurso de un plan de
construcción de CNA II y de otras 3 centrales, en un plazo aproximado
de 20 años. Para la ejecución de ese plan se creó la sociedad ENACE
S.A., cuyos socios eran SIEMENS KWU (subsidiaria de Siemens AG) con el
75% y CNEA con el 25%.
Durante largos años el deficiente manejo y financiación de la obra , y
a partir de 1994 la política deliberada de abandono de la misma como
parte del proyecto de privatización, han llevado el monto invertido,
incluyendo la deuda por capital e intereses, a una cifra aproximada al
doble de la originalmente presupuestada. Esta cifra puede ser más
dramática si se computa también la pérdida por la energía no facturada
desde la fecha inicialmente prevista para el inicio de la
operación-julio de 1987- hasta la actualidad.
Es importante considerar cuidadosamente las condiciones y dificultades
que ofrece hoy el proyecto.
Es alentador que, a pesar del tiempo transcurrido, los suministros
acopiados y la documentación ya elaborada se encuentren muy bien
conservados, gracias al excelente trabajo de mantenimiento hecho por
personal de la ex - ENACE, ahora de NASA.
Por otro lado, uno de los problemas principales es la ejecución de la
ingeniería aun faltante, buena parte de la cual -que estaba a cargo de
la empresa Siemens KWU- debería ser objeto de una renegociación de los
contratos. Esta ingeniería, estimada por la propia KWU en 1997 en
270.000 horas hombre, involucra tareas en oficina de diseño y en obra
comprendiendo, entre otras, la redacción de procedimientos de puesta en
marcha y la supervisión del montaje, en particular del turbo-grupo,
fabricado por Siemens. NASA ha estimado la posibilidad de reducir
costos tomando a su cargo algunas de esas tareas pendientes por unas
50.000 hh.
Pero la empresa SIEMENS KWU fue disuelta hace varios años y sus activos
y compromisos en el área nuclear han sido asumidos por Framatome ANP
-una sociedad de una empresa francesa (ahora AREVA) con Siemens AG- con
la excepción de la obra de CNA II.
Una de las cuestiones que más está en discusión, es la forma de
organizar a los distintos actores para la gerenciación de la obra, y
fundamentalmente cómo se involucrarán las instituciones principales,
CNEA y Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA)
No cabe duda que debe ser NASA -en representación de la Secretaría de
Energía- quien debe ejercer el papel de dueño de CNA II, en cuanto al
control de la provisión de fondos, su administración y las gestiones
contractuales. Insistimos aquí en la necesidad de asegurar un adecuado
flujo de fondos para evitar la historia de demoras y parálisis que en
el pasado catapultaron el costo de la obra.
NASA es además el futuro operador de la central y debe velar por la
corrección técnica del montaje, puesta en marcha y la operación previa,
asegurando el cumplimiento de los requisitos de seguridad para su
aprobación por la Autoridad Regulatoria Nuclear. En esta faceta cuenta
con el apoyo de CNEA, que es a su vez responsable de la gestión del
Diseño y Tecnología del Combustible.
ü La decisión de terminar la central de CNA II es de crucial
importancia, en un momento difícil para el sector de energía eléctrica.
ü La puesta en operación de CNA II marcará para la actividad nuclear
la apertura de una nueva etapa, puesto que con ella:
ü Se amplía y se hace más económica la producción de elementos
combustibles;
ü Se afianza el proyecto de reactivar la minería del uranio en el país;
ü Se da continuidad a la fábrica de agua pesada;
ü Se mejora la economía de la gestión de residuos;
ü se incorporan nuevos profesionales y técnicos y se amplían las
perspectivas de desarrollo de toda la actividad nuclear y de su
proyección internacional.
La obra de CNA II en esta etapa, debe ser encarada por los estamentos
de gobierno, las instituciones de la actividad nuclear y sus
trabajadores, con la responsabilidad que emana de una historia de
dificultades y desaciertos, y dispuestos a remozar su misión al
servicio de la sociedad. Por todo ello señor Presidente, solicito a mis
pares votar afirmativamente el presente proyecto.
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1484/04)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su apoyo y aprobación a la decisión del Poder Ejecutivo nacional de
concluir las obras de la Central Nuclear Atucha II, y así poder
integrarla al sistema nacional de generación de energía.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Resulta altamente positivo para nuestro país, que desde el gobierno
nacional se propicien obras públicas, más aún si tenemos en cuenta que
la prosecución de la obra que nos ocupa, Atucha II, y en circunstancias
de una profunda crisis energética, acude a aportar, finalmente, mayor
generación de energía eléctrica, lo que se traduce en bienestar para
la población.
Ya a mediados del 2003, a poco de entrar en funciones el nuevo
gobierno, desde la Secretaría de Energía manifestaba su intención de
decidir en breve lapso el destino de la obra de la central nuclear
Atucha II (CNA II), largamente demorada.
Hoy dicha decisión adquiere carácter de urgente ya que, en el plazo que
demandaría la terminación de la obra, si no se incorporaran nuevas
centrales se alcanzaría un déficit importante de la potencia eléctrica
instalada, aumentando el riesgo de indisponibilidad del sistema.
De contar con el aporte de más de 700 Mwe de CNA II y el aumento de
potencia por la elevación de la cota de la central hidroeléctrica de
Yaciretá, se nivelaría el crecimiento de la demanda sin recurrir a la
incorporación de nuevas centrales alimentadas a gas o fuel oil, con lo
cual se preservan las reservas de hidrocarburos, se evita más emisión
de contaminantes a la atmósfera y se reduce el costo promedio de
producción de energía eléctrica.
Para la actividad nuclear Argentina, la culminación de CNA II dará
lugar a un nuevo impulso, generando condiciones mucho más favorables
para reactivar la producción de agua pesada y la minería del uranio,
y mejorando la economía de la producción de elementos combustibles y de
la gestión de residuos.
Se posibilitará así la activa participación del sector nuclear
argentino en un futuro en el cual, como de hecho se manifiesta cada vez
con más fuerza en la mayoría de los países avanzados, la
nucleoelectricidad conservará o incrementará su participación en la
oferta energética.
Un resumen de la historia y del estado actual de la obra, nos permitirá
tener una visión lo más aproximada posible de los problemas que deberán
superarse para su finalización.
El proyecto se inicia a mediados de 1980 con un acuerdo firmado entre
CNEA y Siemens AG. La elección de la empresa alemana como proveedor
estuvo condicionada a la provisión, simultáneamente con la central, de
una planta de fabricación de agua pesada, que fue construida por Sulzer
Bros. El acuerdo comprendía, además de la venta de CNA II, la
transferencia a CNEA del know-how del diseño, de la fabricación y del
montaje de este tipo de central, en el transcurso de un plan de
construcción de CNA II y de otras 3 centrales, en un plazo aproximado
de 20 años. Para la ejecución de ese plan se creó la sociedad ENACE
S.A., cuyos socios eran SIEMENS KWU (subsidiaria de Siemens AG) con el
75% y CNEA con el 25%.
Durante largos años el deficiente manejo y financiación de la obra , y
a partir de 1994 la política deliberada de abandono de la misma como
parte del proyecto de privatización, han llevado el monto invertido,
incluyendo la deuda por capital e intereses, a una cifra aproximada al
doble de la originalmente presupuestada. Esta cifra puede ser más
dramática si se computa también la pérdida por la energía no facturada
desde la fecha inicialmente prevista para el inicio de la
operación-julio de 1987- hasta la actualidad.
Es importante considerar cuidadosamente las condiciones y dificultades
que ofrece hoy el proyecto.
Es alentador que, a pesar del tiempo transcurrido, los suministros
acopiados y la documentación ya elaborada se encuentren muy bien
conservados, gracias al excelente trabajo de mantenimiento hecho por
personal de la ex - ENACE, ahora de NASA.
Por otro lado, uno de los problemas principales es la ejecución de la
ingeniería aun faltante, buena parte de la cual -que estaba a cargo de
la empresa Siemens KWU- debería ser objeto de una renegociación de los
contratos. Esta ingeniería, estimada por la propia KWU en 1997 en
270.000 horas hombre, involucra tareas en oficina de diseño y en obra
comprendiendo, entre otras, la redacción de procedimientos de puesta en
marcha y la supervisión del montaje, en particular del turbo-grupo,
fabricado por Siemens. NASA ha estimado la posibilidad de reducir
costos tomando a su cargo algunas de esas tareas pendientes por unas
50.000 hh.
Pero la empresa SIEMENS KWU fue disuelta hace varios años y sus activos
y compromisos en el área nuclear han sido asumidos por Framatome ANP
-una sociedad de una empresa francesa (ahora AREVA) con Siemens AG- con
la excepción de la obra de CNA II.
Una de las cuestiones que más está en discusión, es la forma de
organizar a los distintos actores para la gerenciación de la obra, y
fundamentalmente cómo se involucrarán las instituciones principales,
CNEA y Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA)
No cabe duda que debe ser NASA -en representación de la Secretaría de
Energía- quien debe ejercer el papel de dueño de CNA II, en cuanto al
control de la provisión de fondos, su administración y las gestiones
contractuales. Insistimos aquí en la necesidad de asegurar un adecuado
flujo de fondos para evitar la historia de demoras y parálisis que en
el pasado catapultaron el costo de la obra.
NASA es además el futuro operador de la central y debe velar por la
corrección técnica del montaje, puesta en marcha y la operación previa,
asegurando el cumplimiento de los requisitos de seguridad para su
aprobación por la Autoridad Regulatoria Nuclear. En esta faceta cuenta
con el apoyo de CNEA, que es a su vez responsable de la gestión del
Diseño y Tecnología del Combustible.
ü La decisión de terminar la central de CNA II es de crucial
importancia, en un momento difícil para el sector de energía eléctrica.
ü La puesta en operación de CNA II marcará para la actividad nuclear
la apertura de una nueva etapa, puesto que con ella:
ü Se amplía y se hace más económica la producción de elementos
combustibles;
ü Se afianza el proyecto de reactivar la minería del uranio en el país;
ü Se da continuidad a la fábrica de agua pesada;
ü Se mejora la economía de la gestión de residuos;
ü se incorporan nuevos profesionales y técnicos y se amplían las
perspectivas de desarrollo de toda la actividad nuclear y de su
proyección internacional.
La obra de CNA II en esta etapa, debe ser encarada por los estamentos
de gobierno, las instituciones de la actividad nuclear y sus
trabajadores, con la responsabilidad que emana de una historia de
dificultades y desaciertos, y dispuestos a remozar su misión al
servicio de la sociedad. Por todo ello señor Presidente, solicito a mis
pares votar afirmativamente el presente proyecto.
Luis A. Falcó.-