Número de Expediente 137/03

Origen Tipo Extracto
137/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución FALCO : PROYECTO DE RESOLUCION EXPRESANDO PREOCUPACION POR EL DESARROLLO FUTURO DE LA CIENCIA EN EL PAIS ANTE LA EMIGRACION DE INVESTIGADORES Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS .-
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
10-03-2003 26-03-2003 10/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
12-03-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 31-01-0006

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones


(S-0137-03)

PROYECTO DE RESOLUCIÓN

El Senado de la Nación

RESUELVE

Dirigirse al Poder Ejecutivo nacional a efectos de manifestarle su
más profunda preocupación, por el desarrollo futuro de la ciencia en el
país, e instarlo a que rápidamente instrumente las políticas que estime
convenientes con el fin de promover el regreso a la República Argentina de
los investigadores que hallan emigrado, asegurando condiciones de trabajo
dignas en pos de una mejor calidad de vida para todos.

Luis A. Falcó.-




FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Existen numerosos investigadores argentinos talentosos, generalmente
egresados de universidades públicas, que han emigrado para profundizar sus
conocimientos en países del hemisferio norte, con la idea de regresar y
desarrollarse profesionalmente en nuestro país. Pero mientras aquí con
frecuencia deben luchar contra la frustración, innumerables centros de
investigación de países desarrollados los reciben con los brazos abiertos.

Sin embargo, y a pesar de las posibilidades que se les abren en el
extranjero, muchos de ellos quieren volver a trabajar en la Argentina, para
participar en el desarrollo futuro de la ciencia y aportar a la cultura en
la Argentina.

Estamos ante una catástrofe silenciosa. Es fundamental que nos demos cuenta
de lo que está pasando y meditemos qué país queremos para el futuro. La
emigración de científicos es una de las fugas de capital más alevosas. Las
ideas valen más que las riquezas naturales.

Decenas de investigadores jóvenes argentinos cada año marchan al exterior
para hacer un posgrado en diferentes disciplinas, muchos de los cuales
terminan emigrando y enriqueciendo el rentable aparato científico de los
países centrales.

La situación es delicada. Sólo el Instituto Balseiro, un centro de
excelencia reconocido en todo el mundo, perdió en los últimos cinco años una
veintena de investigadores con cargo permanente.

Muchos científicos prometedores desean volver a aportar en el país los
frutos de su preparación en el extranjero. También, reclaman mayor apoyo al
sistema científico. Debemos rebelarnos ante la poca atención que recibe la
ciencia en el país. La sociedad paga la educación de una persona altamente
calificada para después "exportarla". Es una pérdida que no se puede
mitigar.

Si no hay recambio, y no hay pirámide científica, el sistema envejece, los
temas de investigación se estancan y no hay dinámica de crecimiento. Los
científicos jóvenes son la sangre del sistema: los que hacen los
experimentos, los que van al campo, los que están en contacto con los
alumnos y, sobre todo, los que pueden evolucionar y adaptarse rápidamente.

Para que los científicos que emigran quieran volver a la Argentina hace
falta algo más que la familia, el dulce de leche o un amor a la Patria a
toda prueba: necesitan un lugar para trabajar en condiciones dignas.

Muchos de los científicos que se van estarían dispuestos a regresar al país,
si sienten que tienen opciones de seguir trabajando en forma competitiva,
como sucede, por ejemplo, en Brasil. Lo que necesitan es lo mismo que la
mayoría de los argentinos: trabajo, con salarios dignos, condiciones
competitivas y cierto grado de previsibilidad. Pero el riesgo es muy alto.
Existe una alta probabilidad de pasar a estar en las listas de desocupados,
frustrados y sintiéndose viejos a los 35 años.

El principal soporte y promotor de las políticas de investigación debe ser
el Estado, a través de un presupuesto apreciable destinado al área de
ciencia y tecnología. Generando la posibilidad de que científicos jóvenes
puedan delinear nuevas áreas de investigación y fomentando la formación de
microemprendimientos que tengan como finalidad la transferencia de
tecnología.

El éxodo de gente formada no repercute sólo en la ciencia, sino en toda la
sociedad. La pérdida es enorme si se considera que un país debe invertir más
de 20 años de educación para producir una generación de gente pensante. Y
aún más grave si se tiene en cuenta la potencialidad de esa masa de
personas. Argentina, luego de invertir tanto en la formación de sus
científicos, no disfruta de los resultados de su capacidad.

La ciencia en nuestro país está debilitada básicamente por dos razones: una
tiene que ver con la falta de apoyo político y presupuestario genuino al
desarrollo científico. La otra, con las prácticas endogámicas, a veces
mezquinas y cortas de vista, enquistadas en el propio sistema científico.

Quienes gozaron del sistema de educación e investigación en la Argentina,
quieren volver y seguir trabajando para mejorarlo. Participar en el
desarrollo futuro de la ciencia del país y aportar a la cultura nacional.

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del Proyecto de
Resolución que pongo a consideración.

Luis A. Falcó.-