Número de Expediente 1241/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1241/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | FALCO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES RELACIONADOS A LA CONTINUIDAD DE LA EMPRESA CICCONE CALCOGRAFICA EN LA CONFECCION DE PASAPORTES Y CEDULAS DE IDENTIDAD Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS . |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
24-06-2003 | 02-07-2003 | 78/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
24-06-2003 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE LEGISLACIÓN GENERAL
ORDEN DE GIRO: 1 |
25-06-2003 | 28-02-2005 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005
ENVIADO AL ARCHIVO : 20-01-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1241/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Se dirige al Poder Ejecutivo Nacional para que por medio de las
autoridades del Ministerio del Interior responda si la empresa Ciccone
Calcográfica continuará como encargada de la confección de los
pasaportes y cédulas de identidad que emite la Policía Federal, habida
cuenta de que el día 19 de junio de 2003 solicitó su concurso
preventivo. En caso negativo, sírvase responder cuáles serán las
medidas que se llevarán adelante para formalizar su reemplazo y
asegurar la provisión de tan importantes documentos.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El pasado 19 de junio, la empresa Ciccone Calcográfica, encargada desde
1996 de la confección de pasaportes y cédulas de identidad que emite la
Policía Federal, solicitó su concurso preventivo. Lo hizo ante el
Juzgado N° 8, a cargo del juez Atilio González.
Esta solicitud proyecta un interrogante sobre la viabilidad de la
empresa para continuar con la provisión de tan importantes documentos
para lo que, hace apenas dos meses, el Gobierno Nacional había
sancionado un decreto concediendo a la compañía un aumento de precio
más que significativo.
En efecto, el Decreto 1017/2003, autorizaba a Ciccone Calcográfica a
aumentar sus tarifas accediendo así a un pedido de la empresa que venía
argumentando que el costo de los insumos importados le hacía imposible
mantener sus precios.
Según declaró a la prensa el gerente general, Mario Verdún, la "empresa
cobra en pesos y paga en dólares porque el componente importado de los
pasaportes es alto ya que el papel es brasileño y las tapas son
inglesas".
El Decreto 1017/2003, que oportunamente rechazamos mediante la
presentación del proyecto de ley cuyo expediente lleva el número
S-716/03, le concedía a la empresa una aumento del 39% para la
confección y entrega al público de pasaportes. En los fundamentos del
proyecto citado sosteníamos que "este 'ajuste' en beneficio de una
empresa y en detrimento de la ciudadanía no sólo es una medida
antipopular sino también una acción que sienta un precedente riesgoso
ya que cualquier empresa proveedora del Estado podría, legítimamente,
reclamar que el gobierno se haga cargo de compensar el efecto negativo
(casualmente un 40%) causado por la devaluación".
El pedido de concurso preventivo que ha solicitado Ciccone Calcográfica
nos parece causal más que suficiente para que el Estado Nacional
considere seriamente retirarle su confianza. ¿Acaso parece razonable
que una empresa en quiebra tenga la responsabilidad de confeccionar
documentos tan sensibles como las cédulas de identidad y los
pasaportes?
El presente proyecto de comunicación tiene por objeto llamar la
atención sobre este asunto en particular, solicitándole al Poder
Ejecutivo nacional su opinión al respecto, además de consultarle cuáles
son las alternativas de acción que estaría considerando para asegurar,
de ahora en más, la continuidad de la provisión de la documentación.
En el proyecto de ley de mi autoría sostuve un argumento que me parece
adecuado volver a repetir hoy: "los documentos como el pasaporte
deberían ser gratuitos o pagos al sólo efecto de cubrir mínimamente sus
costos. Resulta inadmisible que el precio de un pasaporte sea igual a
un tercio del salario mínimo de un trabajador".
Ahora que esta empresa (que supo celebrar millonarios negocios con el
Estado y que en 1997 llegó a facturar 100 millones de dólares) pide que
se dictamine su quiebra, ha llegado el tiempo de revisar sus contratos
y proceder, en la medida de lo posible, a su nueva licitación o a la
reformulación integral del sistema para la confección de este tipo de
documentos.
Por estas razones, elevo a consideración de mis pares el presente
proyecto de comunicación, solicitándoles su voto afirmativo para su
pronta aprobación.
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1241/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Se dirige al Poder Ejecutivo Nacional para que por medio de las
autoridades del Ministerio del Interior responda si la empresa Ciccone
Calcográfica continuará como encargada de la confección de los
pasaportes y cédulas de identidad que emite la Policía Federal, habida
cuenta de que el día 19 de junio de 2003 solicitó su concurso
preventivo. En caso negativo, sírvase responder cuáles serán las
medidas que se llevarán adelante para formalizar su reemplazo y
asegurar la provisión de tan importantes documentos.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El pasado 19 de junio, la empresa Ciccone Calcográfica, encargada desde
1996 de la confección de pasaportes y cédulas de identidad que emite la
Policía Federal, solicitó su concurso preventivo. Lo hizo ante el
Juzgado N° 8, a cargo del juez Atilio González.
Esta solicitud proyecta un interrogante sobre la viabilidad de la
empresa para continuar con la provisión de tan importantes documentos
para lo que, hace apenas dos meses, el Gobierno Nacional había
sancionado un decreto concediendo a la compañía un aumento de precio
más que significativo.
En efecto, el Decreto 1017/2003, autorizaba a Ciccone Calcográfica a
aumentar sus tarifas accediendo así a un pedido de la empresa que venía
argumentando que el costo de los insumos importados le hacía imposible
mantener sus precios.
Según declaró a la prensa el gerente general, Mario Verdún, la "empresa
cobra en pesos y paga en dólares porque el componente importado de los
pasaportes es alto ya que el papel es brasileño y las tapas son
inglesas".
El Decreto 1017/2003, que oportunamente rechazamos mediante la
presentación del proyecto de ley cuyo expediente lleva el número
S-716/03, le concedía a la empresa una aumento del 39% para la
confección y entrega al público de pasaportes. En los fundamentos del
proyecto citado sosteníamos que "este 'ajuste' en beneficio de una
empresa y en detrimento de la ciudadanía no sólo es una medida
antipopular sino también una acción que sienta un precedente riesgoso
ya que cualquier empresa proveedora del Estado podría, legítimamente,
reclamar que el gobierno se haga cargo de compensar el efecto negativo
(casualmente un 40%) causado por la devaluación".
El pedido de concurso preventivo que ha solicitado Ciccone Calcográfica
nos parece causal más que suficiente para que el Estado Nacional
considere seriamente retirarle su confianza. ¿Acaso parece razonable
que una empresa en quiebra tenga la responsabilidad de confeccionar
documentos tan sensibles como las cédulas de identidad y los
pasaportes?
El presente proyecto de comunicación tiene por objeto llamar la
atención sobre este asunto en particular, solicitándole al Poder
Ejecutivo nacional su opinión al respecto, además de consultarle cuáles
son las alternativas de acción que estaría considerando para asegurar,
de ahora en más, la continuidad de la provisión de la documentación.
En el proyecto de ley de mi autoría sostuve un argumento que me parece
adecuado volver a repetir hoy: "los documentos como el pasaporte
deberían ser gratuitos o pagos al sólo efecto de cubrir mínimamente sus
costos. Resulta inadmisible que el precio de un pasaporte sea igual a
un tercio del salario mínimo de un trabajador".
Ahora que esta empresa (que supo celebrar millonarios negocios con el
Estado y que en 1997 llegó a facturar 100 millones de dólares) pide que
se dictamine su quiebra, ha llegado el tiempo de revisar sus contratos
y proceder, en la medida de lo posible, a su nueva licitación o a la
reformulación integral del sistema para la confección de este tipo de
documentos.
Por estas razones, elevo a consideración de mis pares el presente
proyecto de comunicación, solicitándoles su voto afirmativo para su
pronta aprobación.
Luis A. Falcó.-