Número de Expediente 122/03

Origen Tipo Extracto
122/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución ISIDORI Y OTROS: PROYECTO DE RESOLUCION MANIFESTANDO PREOCUPACION POR LA PUBLICACION DEL INDEC, RESPECTO A LA DIFERENCIA SALARIAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES.
Listado de Autores
Isidori , Amanda Mercedes
Maestro , Carlos
Lescano , Marcela Fabiana
Taffarel , Ricardo César
Moro , Eduardo Aníbal

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
07-03-2003 26-03-2003 9/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
11-03-2003 10-09-2003

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 10-09-2003

ENVIADO AL ARCHIVO : 04-11-2003

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 01-10-2003
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
APROBADO COMO: Proyecto de Comunicacion
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
744/03 16-09-2003 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-0122/03)

PROYECTO DE RESOLUCION
El Senado de la Nación

RESUELVE:

1º.- Manifestar su preocupación por los datos publicados por el INDEC
referentes a la desigualdad de sueldo para mujeres respecto a los hombres .

2º.- Solicitar al Poder Ejecutivo que garantice el efectivo cumplimiento de
los artículos 14, 14 bis y l6 de la Constitución Nacional, como así
también de la ley con rango constitucional
Nº. 23.179, que aprueba la Convención sobre la Eliminación de Todas las
formas de Discriminación Contra la Mujer.


Amanda Isidori.- Carlos M. Maestro.- Eduardo A. Moro.- Marcela F. Lescano.-
Ricardo C. Taffarel.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), publica regularmente
los resultados de la encuesta permanente de hogares. En base a esos datos y
a las publicaciones de otros estudios sociológicos de carácter privado, los
medios gráficos se hicieron eco de las estadísticas que revelan que en la
Argentina los salarios de las mujeres, teniendo en cuenta la igualdad de
condiciones, son más bajos que los de los varones . Los hombres ganan un 46
por ciento más que las mujeres.

Las cifras son significativas y nos permiten reflexionar acerca de que
nuestro país pareciera dar señales de estar entre los que todavía permiten
la discriminación laboral femenina, a pesar de las leyes que claramente
establecen lo contrario.

De los datos a los que se puede acceder , se desprende que existe una
preponderancia masculina entre los ocupados a pesar de que los últimos años
ha habido un ingreso cuantitativamente relevante de mujeres al mercado de
trabajo. Según un estudio de la UCES, Universidad de Ciencias Empresariales
y Sociales, la entrada masiva de las mujeres al mercado laboral no las
convierte necesariamente en ocupadas, ni garantiza mejoras en las
condiciones de inserción. Las mujeres reciben salarios más bajos que los
varones y están mucho más expuestas al trabajo en forma irregular.
Necesitan además, un nivel de escolaridad superior al de los hombres para
acceder a las mismas oportunidades de empleo.

Mientras que entre los hombres que trabajan, son más los de menos
estudios (32,7) que los mejor preparados (27,2) entre las mujeres, en
cambio, son mayoría las mejor instruidas(38,3 contra 28,2 de nivel educativo
bajo). Es decir, que a las mujeres se les exige mas preparación para acceder
al mercado laboral. Sin embargo, la ventaja de instrucción no es
proporcional al puesto de trabajo obtenido. Los hombres acceden a mejores
lugares que la mujer en el mercado laboral y esto incrementa las
posibilidades de ganar más.

Un tema especial lo constituyen las mujeres más pobres, que se ven
obligadas a trabajar en condiciones que rayan con la explotación humana.

Somos conscientes de que estas diferencias no son exclusivas de la
Argentina, en toda América Latina se dan situaciones de discriminación
laboral femenina. Según la Organización Mundial del Trabajo, "¿una mujer en
América Latina requiere de cuatro años más de estudio para obtener el mismo
ingreso que un hombre y dos años más para obtener un puesto similar¿".

Según una las últimas publicaciones del Comité Latinoamericano para la
Defensa de los Derechos de la Mujer, conjuntamente con la Asociación de
Mujeres en Acción, la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer y
otras organizaciones afines : "...más allá de la gravísima situación que
atraviesan tanto hombres como mujeres en Argentina, debido a las cada vez
más altas cifras de desocupación, nuestro país es uno de los ámbitos donde
se da la mayor discriminación contra la mujer. Esto se debe a la existencia
de oportunidades diferenciales por sexo, es decir, la existencia de
condiciones y posibilidades de empleo desiguales para grupo de oferentes
igualmente productivos¿". Coinciden en que la desproporción en las
remuneraciones laborales se incrementa con la edad y la calificación. Las
que padecen mayor desproporción son las mujeres mayores de 40 años y quienes
trabajan en actividades por cuenta propia, como el servicio doméstico , pero
también las que poseen los niveles superiores de instrucción encuentran
serias dificultades a la hora de recibir una remuneración acorde con su
tarea.

Existen razones socioculturales, aunque no justificativos, muy
determinantes, en el rol que se le asigna a la mujer en nuestra sociedad.
Cada derecho femenino reconocido, es decir cada derecho humano debidamente
reconocido, o cada ley que lo garantice, es el producto de una larga lucha
y el comienzo de otra para que la ley se cumpla.

Las mujeres, criadas y educadas en la cultura de la dependencia y para la
dependencia, encuentran serias dificultades cuando consiguen acceder a la
posibilidad de un trabajo que les signifique una relativa independencia
económica.

El dinero, en nuestra cultura, además de un instrumento de poder, es un
medio casi exclusivamente masculino. Parafraseando a Alby Gellon,
"...mientras los varones administran al dinero de la abundancia, las mujeres
administran el de la carencia..."

La administración del dinero "chico" por parte de las mujeres no es un hecho
biológico ni el resultado de su "naturaleza inamovible". Es consecuencia de
múltiples factores que interactúan entre sí dialécticamente. Uno de ellos es
la prescripción social que pretende recluir a la mujer en el seno del hogar,
respondiendo al ideal femenino vinculado a la maternidad, los afectos, la
interioridad, etc.

El altruismo , la incondicionalidad y la abnegación propias del ideal
femenino, en nuestra cultura siempre han sido opuestos a la racionalidad del
dinero. Es ese mismo altruismo, el que implícitamente se les "impone"
trasladar al trabajo a las mujeres y debe prevalecer sobre la "frialdad" del
salario. Como si fueran valores opuestos y separados, unos para mujeres,
otros para hombres.

Las mujeres tradicionalmente se ocupan del trabajo doméstico, y "pueden" ,
léase tienen permiso para, insertarse en el mercado laboral, sin
desprenderse de su función primordial. Esto está en el inconsciente
colectivo, aunque no esté explícitamente establecido, aún después de
habernos desprendido de años de marginalidad y dependencia , para
insertarnos en "igualdad " de condiciones en el nuevo siglo.

El tiempo dedicado al trabajo por parte del sexo femenino es culturalmente,
un tiempo continuo, indiscriminado, disociado de lo económico, ligado a la
práctica maternal y a la experiencia doméstica, un tiempo que transcurre
como una cinta sin fin en donde una tarea sucede a la otra sin que medie un
corte definido, sin discriminación de nivel de preparación.

Por otra parte, aún el trabajo doméstico es una función social y como tal,
debe tener un valor económico, las mujeres que trabajan en el ámbito
doméstico sin remuneración, están contribuyendo a forjar un capital
económico común.

El mercado laboral, representa un desafío que presenta el obstáculo de estar
enmarcado desde sus orígenes, en un contexto patriarcal. Es que la
disponibilidad de dinero y la posibilidad de ganarlo están íntimamente
ligados al ejercicio de la independencia y la libertad

Libertad de imaginar, de pensar, de elegir, de decidir, de hacer, etc.., la
suma de estas libertades conduce a la libertad de acción y a la movilidad en
general.

En este punto cabe recordar los Artículos 14, 14bis y 16 de nuestra
Constitución Nacional, donde queda establecida la igualdad de todos los
ciudadanos ante la ley, el derecho de todos los ciudadanos a trabajar, la
igualdad de remuneración por igual tarea y la igualdad de admisión en los
empleos sin otra condición que la idoneidad.

Asimismo la Convención sobre la eliminación de todas la formas de
discriminación contra la mujer, adoptada por la Asamblea General de la ONU
el 18 de diciembre de 1979 (Ley 23.179), suscrita por nuestro país y
adquiriendo jerarquía constitucional en 1994. donde queda establecida la
prohibición de toda forma de discriminación en contra de la mujer, que en
uno de sus artículos dice:
"...Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para modificar
los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a
alcanzar la eliminación de prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de
cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o
superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de
hombres y mujeres...".

Por lo expuesto solicito, la aprobación del presente Proyecto.

Amanda Isidori.- Carlos M. Maestro.- Eduardo A. Moro.- Marcela F. Lescano.-
Ricardo C. Taffarel.-