Número de Expediente 1169/07
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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1169/07 | Senado De La Nación | Proyecto De Resolución | GIUSTI : PROYECTO DE RESOLUCION ADHIRIENDO A LOS FESTEJOS POR LA CONMEMORACION DEL 197° ANIVERSARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO . |
Listado de Autores |
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Giusti
, Silvia Ester
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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04-05-2007 | 23-05-2007 | 55/2007 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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10-05-2007 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
10-05-2007 | 23-05-2007 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 03-07-2007
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 23-05-2007 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA:SE AP. TEXTO UNIF. CONJ. S. 665, 994,1402,1419/07 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1169/07)
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Expresar su adhesión a los festejos por la conmemoración del 197º Aniversario de la Revolución de Mayo y su reconocimiento a todos los que con sus esfuerzos y gestos patrióticos hicieron posible dicha gesta revolucionaria.
Silvia E. Giusti.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La Revolución de Mayo hace referencia a una serie de eventos que se sucedieron en mayo de 1810 en el Virreinato del Río de la Plata -más precisamente en la ciudad de Buenos Aires- que desembocaron en la formación del primer gobierno independiente de la metrópoli española, del país que luego sería Argentina.
Con la llegada de una fragata inglesa a Montevideo, el 13 de mayo de 1810, se confirmaban los rumores que circulaban en Buenos Aires: las tropas de Napoleón Bonaparte habían invadido España y habían apresado y destituido al rey Fernando VII, siendo reemplazado éste por José Bonaparte. Esto significaba que el poder de la corona se había trasladado al Consejo de Regencia, instalado en Cádiz, sitiada por tropas francesas. El razonamiento de los revolucionarios era claro: si la autoridad de la que emanaba el poder del virrey había cesado, el poder quedaba vacante.
Luego de conocerse que el rey español había sido capturado por Napoleón, un grupo revolucionario compuesto por, entre otros, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso y Antonio Luis Beruti sostuvieron una reunión el día 18 donde plantearon la necesidad de organizar un Cabildo abierto, que finalmente se realizó el día 22. En éste, un grupo de cabildantes manifestó la necesidad de independizarse de España y crear una nueva nación libre e independiente. Otro sector más conservador señalaba la necesidad de continuar bajo el manto realista frente a la incertidumbre de los acontecimientos en Europa, en parte también en protección de sus propios intereses económicos y sociales. Un último grupo, de carácter ecléctico, pretendía una nación libre e independiente pero sostenía que no era el momento apropiado: había que esperar el desarrollo de los sucesos.
Finalmente, se decidió la renuncia del virrey, en ese momento Baltasar Hidalgo de Cisneros y la formación de una Junta. Esta Junta, formada el 24, estuvo presidida por el ex-virrey, y ante el rechazo del pueblo se disolvió, formándose el 25 de mayo un nuevo gobierno sin la participación del virrey, la Primera Junta. Luego de la formación de este primer gobierno, pasarían más de 6 años hasta la declaración formal de la independencia argentina, realizada el 9 de julio de 1816.
La Revolución de Mayo de 1810, es para los argentinos el punto de partida de nuestra existencia como pueblo soberano y, por lo tanto, un fenómeno que hemos incorporado a nuestro ser histórico del mismo modo que hemos recibido en herencia una fisonomía étnica, una lengua, una religión y una forma de vida.
El pensamiento de mayo se hizo carne en el corazón de todo un pueblo, improvisó armas, exigió sacrificios de ricos y pobres y triunfó en todo el ámbito de un continente nuevo y misterioso.
Es en ese ámbito dónde se desarrolló nuestra pequeña sociedad colonial, simple en su comunidad de aldea, primaria en su aprendizaje, pero en cuyo seno estaban dadas las condiciones históricas para la gran transformación. De ese núcleo elemental, de esa vida quieta y apacible, surgen sin embargo los hombres creadores que dirigen el proceso con genio, con pasión, con desprendimiento religioso. No existían técnicas, ni armas, ni poderío económico. Sin embargo se produjo la revolución y se propagó triunfante.
Una Nación independiente se gesta en un largo y cruento proceso de luchas, aciertos y errores, avances y retrocesos. Ningún pueblo ha escapado a esta implacable ley histórica, que le impone tremendos sacrificios para lograr la soberanía y la libertad. No es solamente la guerra contra el adversario extranjero; son las disputas internas entre facciones y hombres de la misma causa patriótica que no se ponen de acuerdo sobre las formas y los métodos de la empresa común.
A veces la pasión de la lucha los arrastró al odio y a la guerra fratricida; sin embargo, un ideal los inspiraba; el sentimiento de patria estaba presente en el error de unos, en la clara visión de otros, en las vacilaciones de muchos. Visto en la perspectiva serena del tiempo, el tumulto del pasado se aquieta y se vislumbran las líneas directrices de la unidad nacional, que se concreta en la Carta Magna de 1853.
Hoy, más que nunca, además de evocar este hecho histórico necesitamos reafirmar esa libertad e independencia, no sólo en el ámbito político sino en el plano espiritual, en el de las ideas y los anhelos de ser nosotros mismos, de conservar y acentuar los rasgos característicos que nos distinguen de las demás naciones; en lo cultural, con el cultivo y conservación de las tradiciones y los valores morales básicos de nuestro pueblo; en lo económico, defendiendo a toda costa el patrimonio que costó lágrimas y vidas a nuestros antepasados y que nosotros debemos acrecentar con el trabajo que fecunda la tierra, ennoblece y civiliza a los pueblos.
El mejor homenaje a los hombres que forjaron la patria toda, es el que rendimos y rendirán las generaciones presentes y futuras, preparándonos para conservar incorruptible esa independencia y esa libertad duramente lograda, y lo haremos confiando en nuestras fuerzas e ideales, cultivando las virtudes ciudadanas sobre una base patriótica y desinteresada, anteponiendo la generosidad y la honestidad a todo otro interés o conveniencia personal.
Señor Presidente, la Revolución de Mayo de 1810 fue un hecho crucial en la historia argentina. No se trata de un acontecimiento aislado, sino que forma parte de un proceso de transformación más amplio. Analizar el antes, el durante y el después, permite entender su vinculación lógica en el tiempo, es por ello que solicito a mi pares me acompañen en la presente declaración.
Silvia E. Giusti.-