Número de Expediente 1109/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1109/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Resolución | AVELIN : PROYECTO DE RESOLUCION RINDIENDO HOMENAJE AL 441 ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE SAN JUAN . |
Listado de Autores |
---|
Avelin de Ginestar
, Nancy
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
10-06-2003 | 11-06-2003 | 71/2003 Tipo: NORMAL |
ENVIADO AL ARCHIVO : 17-06-2003
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 11-06-2003 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA: |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1109/03)
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Rendir homenaje por el 441° Aniversario de la Fundación de San Juan,
hecho histórico acaecido el 13 de junio de 1562, cuando en el Valle de
Tucuma o Tulúm y en la Provincia de los Huarpes, el capitán Don Juan
Jufré fundó la ciudad de San Juan de la Frontera, así designada en
honor del Santo patrono del fundador.
Nancy Avelín.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Dscubrimiento de Cuyo y Exploraciones
"La Capitanía de Chile con indicación de sus límites, había sido creada
por resolución de 1548 del presidente de la Real Audiencia de Lima,
licenciado Pedro de la Gasca, confirmada por real cédula de Carlos V en
1552, al producirse el descubrimiento de Cuyo.
En ambos documentos, en reconocimiento de distinguidos servicios
prestados al monarca en la guerra civil peruana y como conquistador de
la región, se designaba gobernador y capitán general de Chile a Pedro
de Valdivia. Asimismo se acordó en jurisdicción a la capitanía, desde
el paralelo de Copiapó por el norte, a 27º 20´ de latitud sur, hasta el
paralelo 41º de igual orientación; y a lo ancho cien leguas a contar
desde la costa del pacifico, en una línea tirada al oriente de norte a
sur en el Tucumán, determinada por el meridiano 64º 34` de longitud
oeste.
De tal modo que, con anterioridad al descubrimiento de la región de
Cuyo y dentro de la misma San Juan, quedaron asignados a la capitanía
de Chile con asiento en Santiago del Nuevo Extremo.
Conduciendo a Chile desde el Perú un refuerzo de 185 hombres y 500
caballos para la guerra contra los araucanos, el capitán Francisco de
Villagra al servicio del primer gobernador de la capitanía, Pedro de
Valdivia, pisa tierra cuyana en territorio sanjuanino, en mayo de 1551.
Vasta proyección revestirá el hecho, porque entrañaba el
descubrimiento de Cuyo para la conquista española. Puede afirmarse que
el año 1551 fue para la región, lo que 1492 había sido para América y
que San Juan era teatro del extraordinario acontecimiento.
El capitán Villagra cubrió en dos años la distancia entre Lima y
Santiago de Chile, a través del altiplano y el Tucumán paso por Cuzco y
Cotagaita, penetró por la quebrada de Humahuaca en el noroeste
Argentino, arribando a la ciudad del Barco.
Hasta abril de 1551, Villagra permaneció en Barco, para proseguir por
La Rioja hacia el sur hasta Cuyo, región a la que ingresó por Guandacol
y el río Bermejo, siguiendo por Ullún para detenerse en Mendoza, al
norte del curso superior del río de su mismo nombre, con el propósito
de cruzar la cordillera y llegar a Chile. Más durante su permanencia en
tierra cuyana, sorprendió a Villagra una tormenta de viento frío y
granizo que duro cinco horas, el 24 de junio de 1551, festival de San
Juan Bautista, causando grandes estragos a la expedición: mato más de
doscientos indios y puso en trance de perecer a los españoles, aunque
afortunadamente había leña y se encendieron grandes fogatas.
El episodio constituyó la primera noticia de las granizas de la región
de cuyana. El hecho ocurrió en el valle de Güentota, provincia de
Mendoza, paraje cercano a Uspallata.
Habiendo arribado Villagra con un mes de retraso a los contrafuertes
del gran macizo andino, bloqueados ya los pasos por la nieve invernal,
el descubridor y su gente pudieron pasar a Chile en los primeros días
de octubre, tras padecer hambres y fríos sin cuento. Consiguió
ahorrarse tener que sacrificar la caballada que conducía en refuerzo de
la guerra de Arauco, por un milagro de Dios: un grupo de seis a ocho
soldados, al mando de Gabriel Villagra consiguió, pese a los deshielos,
cruzar la cordillera y regresar con auxilio, salvando la expedición.
Durante su forzada estaba en el invierno de 1551, el descubridor tomó
contacto con los naturales de la región. El cronista Colonial Fray
Reginaldo de Lizarraga y el estudioso contemporáneo Emilio Jofre,
afirman que los indios recibieron bien a los españoles, sin ofrecer
resistencia. Y monseñor Audino Rodríguez y Olmos, aventura la hipótesis
de que el Amta o cacique Pismanta y su tribu se convirtieron al
Cristianismo, aceptando la dominación española una década antes de su
establecimiento en Cuyo.
Varios cronistas de la época, suministraron una explicación muy
sencilla al acto inexplicable de la sumisión en masa de todo un pueblo:
los desdichados Huarpes -creen Mariño de Lovera y Diego Rosales-
alentaron la esperanza de encontrar en el hombre blanco, un instrumento
de liberación contra la opresión de los incas.
Objeto de otras exploraciones fue la región, con anterioridad a su
poblamiento en 1562. Francisco de Aguirre, soldado de Valdivia y
poblador de la Serena, partió de esta ciudad en la costa del Pacífico,
y tras una novelesca marcha por la estepa atacameña y la gran
cordillera, a la que cruzo por el paso de San Francisco a seis mil
metros de altura, llego a Barco III en mayo de 1553, trasladándola con
el nombre de Santiago del Estero el 24 de julio, a orillas del río
Dulce. Por último, regresó a la Serena por suelo sanjuanino, a través
de los pasos cordilleranos de Guana o de Agua Negra...
Nombres de la Región
Los nombres precolombinos de algunos parajes de Cuyo, fueron, en lengua
aborigen: Valle de Güentota o Guantota, dado a Mendoza; Valle de Caria,
Cariagasta, Tucuma o Tulún o Tuluma al lugar donde quedaría San Juan;
Valle de Catalve al oeste, o sea Calingasta; Valle de Huanacache a la
región de las lagunas y Conlara o Cayocanta al este, correspondiente a
San Luis...
A la región toda los naturales la llamaban "Cuyum" en lengua vernácula,
origen de su nombre actual.
Etimológicamente, Cuyo significa en Quichua "Vasallos del Cuzco", o en
araucano "Cuyum - Puulli", tierra arenisca, de acuerdo a su condición
natural.
Los españoles cambiaron la nomenclatura aborigen cuyana, como economía,
él genero de vida y la civilización. La designación de Cuyo como
"provincia de los Guarpes", consignada en las actas fundacionales de
Mendoza y San Juan por Jufré, se explica por si sola: fue la comarca
donde moraban los Huarpes, aunque el nombre no prospero..." (Videla,
Horacio HISTORIA DE SAN JUAN - Segunda edición. Ed. Plus Ultra,
Bs.As. 1983, pág.10 a 13).-
Los Huarpes
Al descubrimiento de la región por los españoles en 1551, los
naturales de Cuyo eran los indios Huarpes .-
"El fondo antropológico y cultural de los Huarpes, es antiquísimo, pero
a la llegada del conquistador hispano se encontraba fuertemente
penetrado por la civilización incásica..." que "...ello puede
atribuirse al "camino del Inca", construído entre el Cuzco y Chile,
pasando por Iglesia y Calingasta en territorio de San Juan, para
proseguir por Uspallata en dirección al país transandino ..."
"Los Huarpes veneraban el sol, la luna, el lucero del alba, el viento,
los ríos y los cerros, de los cuales esperaban la salud, los astros y
los elementos fueron sus genios protectores...los Huarpes reconocían
dos poderes sobrenaturales: "Soychú", la potestad del bien y "Valichú",
el espíritu del mal..- Pero los aborígenes cuyanos, por encima de esos
espíritus...adoraban a una divinidad superior llamada "HUNUC-HUAR",
versión vernácula del monoteísmo ....
"Los indios suponían que el Dios Hunuc-Huar invocado en las
necesidades, moraba en la cordillera y como ofrenda le dedicaban maíz,
chicha y plumas de avestruz. Por la creencia en la inmortalidad del
alma, los Huarpes enterraban sus muertos en posición de descanso,
horizontalmente con la cabeza dirigida hacia la cordillera, a fin de
que el espíritu se pudiese elevar hacia el numen "Hunuc-Huar", que
moraba allí..."
"Entre las ideas morales de los Huarpes, digna de mención fue la
condenación del robo y la mentira..."(ob.cit.págs.18,19)
La fundación de San Juan de la Frontera
El Capitán Juan Jufré de Loayza y Montesca, hijodalgo de Medina del Río
Seco (según sus nombres y títulos completos), nacido en 1516 en Medina
de Río Seco, provincia de Valladolid, Castilla la Vieja, fue el
fundador de la Ciudad de Resurrección o Mendoza y de San Juan de la
Frontera.
"Nombrado el capitán Juan Jufré por Francisco de Villagra, sucesor de
García Hurtado de Mendoza en el mando de la capitanía transandina, en
setiembre de 1561, teniente de gobernador y capitán general de la
provincia de Cuyo, con recomendación de poblar Mendoza y San Juan, se
puso en la empresa encomendada antes a Pedro del Castillo.
El nuevo teniente gobernador partió de Santiago, en enero de 1562, y
previo tramontar la gran cordillera por el portillo del juncal con
salida al valle de Uspallata, llegó al valle de Güentota, y a dos tiros
de arcabuz del fuerte, construido por del Castillo, fundó el 28 de
marzo la población que bautizó "Ciudad de la Resurrección", labrando
acta fundacional y practicando el primer reparto de tierras y de
indios, hasta seis leguas a la redonda...
Dos meses después de fundar "Ciudad de la Resurrección", Jufré
emprendió hacia el norte, llegando con su expedición en primeros días
de junio al valle de Tucuma, Tulún o Tuluma, donde fundó en
representación del "muy ilustre señor Francisco de Villagra, mariscal
gobernador y capitán general de los reinos de Chile y a nombre del rey
de Castilla Don Felipe II", una ciudad que designó "San Juan de la
Frontera", en honor del santo patrono del fundador, y por encontrarse
en la frontera con el Tucumán.
Jufré rubricó el acta de fundación, junto con los vecinos Pedro
Márquez, Hernando Arias, Diego Lucero, Cristóbal Sánchez, Juan Eugenio
de Mallea, Luis Fenevio o Generio, Gaspar Ruiz, Cristóbal de Buiza y
Martín Delvira en calidad de testigos, y de Tomas Nuñez como escribano
y primer teniente corregidor; distribuyo solares entre su gente,
reservando parcelas para plaza mayor, Cabildo e Iglesia matriz,
colocada bajo la advocación de San Pedro, y para las órdenes religiosas
y hospitales separados para españoles y naturales, y repartió a los
indios en encomiendas.
Lo hizo todo Jufré, el 13 de junio de 1562, "en este asiento y valle de
Tucuma, provincia de los Guarpes, que es de esta otra parte de la gran
Cordillera Nevada", en el margen derecha del torrente llamado por los
naturales "de Tucuma".
El texto completo de esa partida bautismal, escrito en caracteres de
piedra en el monumento del fundador erigido en la plaza Juan Jufré, en
el "Pueblo Viejo" o Concepción, proclama el lugar supuesto de aquella
fundación.
Aunque existe discrepancia sobre el número de aquellos primeros de la
gloria y de la fama, treinta y dos encomenderos asistidos por unos mil
quinientos indios repartidos en encomiendas, fueron los pobladores
fundadores de San Juan de la Frontera, que según otros estudios se
reducían a quince o veintitrés...
Muchos no arraigaron en San Juan, regresando con Jufré a Chile antes de
cuatro meses de la fundación...
Según el plano de repartimiento fundador, encabezado con el escudo real
de Castilla y rubricada al pie con el blasón familiar del capitán
Jufré, la ciudad fue pequeña y regular. Su trazado sencillo como el
semblante de un niño, consistió en un rectángulo de cinco manzanas por
lado y veinticinco en total, divididas por dos ejes perpendiculares que
proporcionaban cuatro parcelas por manzana, y sus calles, rectas y
tiradas a cordel de ciento cincuenta varas por lado, de acuerdo al
molde de poblaciones de Indias fijado por la Real Cédula de Poblaciones
de 1523.
El acta fundacional asignó a la nueva ciudad en jurisdicción, treinta
leguas a la redonda; hasta la banda de Lampa al este y hasta el valle
de Catalve (Calingasta) al oeste, al sur hasta el valle de Huanacache y
otro tanto por la banda del norte.
Patrono de la población, fue San Juan Bautista, conforme al nombre
impuesto por el fundador y concesión de Felipe II, por real cédula de
1575; y patronos menores, San Clemente, San Pantaleón y Santa Ana,
madre de la Virgen, honrados con sendos templos dedicados a su
advocación, que se mantuvieron en pie hasta mediados del siglo
XIX..."(ob.cit.pág.41 a 46).
El territorio sanjuanino
"El significado del territorio sanjuanino proviene sobre todo de su
majestuosa cordillera jalonada por inaccesibles cumbres; de su
topografía abrupta, plena de posibilidades, negaciones y contrastes, y
de su incalculable riqueza mineral.
En casi noventa y nueve de cien partes del suelo de San Juan, custodio
de fabulosas riquezas inexplotadas, asientan las montañas o son yermas
travesías. Toda la naturaleza sanjuanina se encuentra abrumada por la
eclosión andina. Unica excepción acaso sea la presencia de algún
testigo trasconejado de una época primario-arcaica.
Puede asignarse al territorio una altitud media de 650 metros sobre el
nivel del mar. ..." (Videla Horacio, Historia de San Juan, tomo I,
pag.24)
"...A causa de la falta de lluvias de la ausencia de humedad en la
atmósfera, el aspecto del suelo es desolado. Una pobre vegetación
natural representada por el cactus, la jarilla, el lámar, el retamo, el
algarrobo y el chañar, viste vastas extensiones de tierras arenosas y
silicosas, en tanto que la cortadera, el jume, los cañaverales, el
pájaro bobo y la zampa, pueblan ciénagas, salitrales y tierras gruesas
sin cultivo.
Donde el regadío artificial lo permite, brotan como en un edén, el
lujuriante viñedo, el olivar cálido, el manzanar de climas templado y
el frutal y las siembras de todo paraje, borrando la aridez del
paisaje. El milagro agrícola de San Juan...
...dominan en el campo al algarrobo, al retamo y al chañar, nobles
señores del pasado autóctono, las frondosas alamedas y saucedales, el
eucalipto, el pimiento o aguaribay. Más aún que el sauce de flexible
ramaje figura tipo de otros rincones cuyanos de mayor benignidad, el
álamo altivo y resistente, que recibe el rayo del cielo y entrega la
madera para casa del hombre... el álamo cobra en San Juan el valor de
símbolo.
El paisaje sanjuanino, con todo no ha perdido el aspecto peculiar y
mantiene casi intactas las características de su pasado milenario.
"...En San Juan, cantan al Aconcagua los hombres de letras y poetas en
bellos poemas e inspirados romances, reparando la omisión de su nombre
en la nomenclatura comarcana....."
Los sismos
"Crónicos remezones, algunos de los cuales fueron terremotos, depararon
a San Juan sus orgullosas montañas.
Los temblores son incontables, constituyendo asunto cotidiano, como en
toda la región andina desde el nudo de Pasto, en los Andes colombianos,
hasta los fiordos y cordones desmochados de la cordillera patagónica.
Son los mismos que aquende y allende los Andes causaron una o varias
veces la destrucción de ciudades argentinas y chilenas: San Juan, en
1894, 1944 y 1952,y en 1977 Mendoza, en 1862; La Rioja, en 1863 y 1894;
Valparaíso, en 1822 y 1906; Coquimbo en 1859 y La Serena en 1730, 1796
y 1859; Copiapó, en 1822, y Vallenar en 1922; Concepción, Chillán y
Valdivia, en 1939 y 1960.
San Juan se ha familiarizado con sus temblores como con sus vientos Sur
y Zonda. Brama sorda y casi imperceptiblemente la tierra, cantan los
gallos y demás aves de corral, aúllan los perros del barrio, la gente
corre despavorida, y grita: ¡ tiembla! ..."
El clima
" El de San Juan constituye en climatología ejemplo típico de clima
continental. Es riguroso, jalonado por acusadas diferencias térmicas y
barométricas, si bien extremadamente seco y saludable.
Muy caluroso en verano, hasta alcanzar con facilidad los cuarenta
grados a la sombra y aún más, la población conoce en invierno los
rigores de las temperaturas bajo cero en valles y poblados. Cuando en
un magnífico día de sol o tras un quemante viento Zonda, se desencadena
el desconcertante Sur, se registran cambios hasta de veinticinco grados
en el mismo día.
Un territorio tan accidentado como el sanjuanino ofrece, por añadidura,
abismos de diferencias térmicas, de un lugar a otro a muy corta
distancia.
El Febo sanjuanino
La calidad del sol sanjuanino, pleno en el cielo como en el escudo
oficial de la Provincia siempre ha sido exaltado por historiadores,
investigadores y poetas.
"...Sólo quien haya visto de madrugada a ese disco de fuego desgarrar
la bóveda azul recortada sobre el Pie de Palo, tiñendo con grana y
escribiendo relieves en nubes, campos y montañas, puede comprender el
culto al sol profesado por los Huarpes comarcanos, sólo quien nunca
haya sentido la caricia de su calor vivificante en un mediodía de
invierno, en la morbidez de las vides o en los vinos generosos de la
tierra, puede reclamar por los rigores del Febo sanjuanino...".-
Ese sol y ese cielo diáfano y despejado prácticamente todos los días
del año, fue el elemento decisivo para elegir establecer un complejo
astronómico que permita la investigación científica del hemisferio
Sur, ubicado en el departamento de Calingasta.
El Observatorio astronómico "Dr. Felix Aguilar" ubicado en Chimbas y
su Estación Astronómica de Altura "Doctor Carlos Ulrrico Cesco",
situada a casi 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar, en El
Leoncito, constituyen un orgullo para los sanjuaninos y una referencia
científica para el mundo.
En tierra sanjuanina se encuentran bellezas naturales majestuosas como
el Parque Natural Ischigualasto (conocido como Valle de la Luna)
declarado patrimonio de la Humanidad y la Reserva de la Biósfera de
San Guillermo: una de las áreas protegidas de mayor tamaño en Argentina
y Sudamérica - San Guillermo es el único que perdura como ecosistema en
la Zona más Austral de la Puna (desierto de altura exclusivo de
Sudamérica) a 3.500 metros sobre el nivel del mar que se conserva
intacta.
Al decir del Gran historiador Dr. Horacio Videla, en su libro Historia
de San Juan tomo I, "ninguna comarca fuera de los desiertos del mundo,
puede lucir, como San Juan, un sol radiante casi sin excepción".-
La provincia de San Juan, con sus 19 departamentos ha sido escenario de
notables episodios históricos y cuna de hombres cuya personalidad
gravitó sensiblemente en la construcción nacional y en las luchas por
la independencia y el engrandecimiento del país; entre ellos el maestro
de América Domingo Faustino Sarmiento. La ciudad de San Juan, capital
de la provincia emplazada en el centro sur del territorio provincial, a
643 metros sobre el nivel del mar, es una ciudad con una urbanización
de avanzada, con avenidas amplias, fruto de la reconstrucción luego del
terremoto de 1944.
El monumento al fundador Capitán Juan Jufré, realizado por Miguel Sugo,
fue descubierto en el año1951, en la plaza de Concepción, lugar de cita
de los sanjuaninos el 13 de junio de cada año, conmemorándose en este
año el 441° aniversario de la Fundación de nuestra querida Ciudad de
San Juan.-
En mérito a lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente
proyecto.
Nancy Avelín.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1109/03)
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Rendir homenaje por el 441° Aniversario de la Fundación de San Juan,
hecho histórico acaecido el 13 de junio de 1562, cuando en el Valle de
Tucuma o Tulúm y en la Provincia de los Huarpes, el capitán Don Juan
Jufré fundó la ciudad de San Juan de la Frontera, así designada en
honor del Santo patrono del fundador.
Nancy Avelín.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Dscubrimiento de Cuyo y Exploraciones
"La Capitanía de Chile con indicación de sus límites, había sido creada
por resolución de 1548 del presidente de la Real Audiencia de Lima,
licenciado Pedro de la Gasca, confirmada por real cédula de Carlos V en
1552, al producirse el descubrimiento de Cuyo.
En ambos documentos, en reconocimiento de distinguidos servicios
prestados al monarca en la guerra civil peruana y como conquistador de
la región, se designaba gobernador y capitán general de Chile a Pedro
de Valdivia. Asimismo se acordó en jurisdicción a la capitanía, desde
el paralelo de Copiapó por el norte, a 27º 20´ de latitud sur, hasta el
paralelo 41º de igual orientación; y a lo ancho cien leguas a contar
desde la costa del pacifico, en una línea tirada al oriente de norte a
sur en el Tucumán, determinada por el meridiano 64º 34` de longitud
oeste.
De tal modo que, con anterioridad al descubrimiento de la región de
Cuyo y dentro de la misma San Juan, quedaron asignados a la capitanía
de Chile con asiento en Santiago del Nuevo Extremo.
Conduciendo a Chile desde el Perú un refuerzo de 185 hombres y 500
caballos para la guerra contra los araucanos, el capitán Francisco de
Villagra al servicio del primer gobernador de la capitanía, Pedro de
Valdivia, pisa tierra cuyana en territorio sanjuanino, en mayo de 1551.
Vasta proyección revestirá el hecho, porque entrañaba el
descubrimiento de Cuyo para la conquista española. Puede afirmarse que
el año 1551 fue para la región, lo que 1492 había sido para América y
que San Juan era teatro del extraordinario acontecimiento.
El capitán Villagra cubrió en dos años la distancia entre Lima y
Santiago de Chile, a través del altiplano y el Tucumán paso por Cuzco y
Cotagaita, penetró por la quebrada de Humahuaca en el noroeste
Argentino, arribando a la ciudad del Barco.
Hasta abril de 1551, Villagra permaneció en Barco, para proseguir por
La Rioja hacia el sur hasta Cuyo, región a la que ingresó por Guandacol
y el río Bermejo, siguiendo por Ullún para detenerse en Mendoza, al
norte del curso superior del río de su mismo nombre, con el propósito
de cruzar la cordillera y llegar a Chile. Más durante su permanencia en
tierra cuyana, sorprendió a Villagra una tormenta de viento frío y
granizo que duro cinco horas, el 24 de junio de 1551, festival de San
Juan Bautista, causando grandes estragos a la expedición: mato más de
doscientos indios y puso en trance de perecer a los españoles, aunque
afortunadamente había leña y se encendieron grandes fogatas.
El episodio constituyó la primera noticia de las granizas de la región
de cuyana. El hecho ocurrió en el valle de Güentota, provincia de
Mendoza, paraje cercano a Uspallata.
Habiendo arribado Villagra con un mes de retraso a los contrafuertes
del gran macizo andino, bloqueados ya los pasos por la nieve invernal,
el descubridor y su gente pudieron pasar a Chile en los primeros días
de octubre, tras padecer hambres y fríos sin cuento. Consiguió
ahorrarse tener que sacrificar la caballada que conducía en refuerzo de
la guerra de Arauco, por un milagro de Dios: un grupo de seis a ocho
soldados, al mando de Gabriel Villagra consiguió, pese a los deshielos,
cruzar la cordillera y regresar con auxilio, salvando la expedición.
Durante su forzada estaba en el invierno de 1551, el descubridor tomó
contacto con los naturales de la región. El cronista Colonial Fray
Reginaldo de Lizarraga y el estudioso contemporáneo Emilio Jofre,
afirman que los indios recibieron bien a los españoles, sin ofrecer
resistencia. Y monseñor Audino Rodríguez y Olmos, aventura la hipótesis
de que el Amta o cacique Pismanta y su tribu se convirtieron al
Cristianismo, aceptando la dominación española una década antes de su
establecimiento en Cuyo.
Varios cronistas de la época, suministraron una explicación muy
sencilla al acto inexplicable de la sumisión en masa de todo un pueblo:
los desdichados Huarpes -creen Mariño de Lovera y Diego Rosales-
alentaron la esperanza de encontrar en el hombre blanco, un instrumento
de liberación contra la opresión de los incas.
Objeto de otras exploraciones fue la región, con anterioridad a su
poblamiento en 1562. Francisco de Aguirre, soldado de Valdivia y
poblador de la Serena, partió de esta ciudad en la costa del Pacífico,
y tras una novelesca marcha por la estepa atacameña y la gran
cordillera, a la que cruzo por el paso de San Francisco a seis mil
metros de altura, llego a Barco III en mayo de 1553, trasladándola con
el nombre de Santiago del Estero el 24 de julio, a orillas del río
Dulce. Por último, regresó a la Serena por suelo sanjuanino, a través
de los pasos cordilleranos de Guana o de Agua Negra...
Nombres de la Región
Los nombres precolombinos de algunos parajes de Cuyo, fueron, en lengua
aborigen: Valle de Güentota o Guantota, dado a Mendoza; Valle de Caria,
Cariagasta, Tucuma o Tulún o Tuluma al lugar donde quedaría San Juan;
Valle de Catalve al oeste, o sea Calingasta; Valle de Huanacache a la
región de las lagunas y Conlara o Cayocanta al este, correspondiente a
San Luis...
A la región toda los naturales la llamaban "Cuyum" en lengua vernácula,
origen de su nombre actual.
Etimológicamente, Cuyo significa en Quichua "Vasallos del Cuzco", o en
araucano "Cuyum - Puulli", tierra arenisca, de acuerdo a su condición
natural.
Los españoles cambiaron la nomenclatura aborigen cuyana, como economía,
él genero de vida y la civilización. La designación de Cuyo como
"provincia de los Guarpes", consignada en las actas fundacionales de
Mendoza y San Juan por Jufré, se explica por si sola: fue la comarca
donde moraban los Huarpes, aunque el nombre no prospero..." (Videla,
Horacio HISTORIA DE SAN JUAN - Segunda edición. Ed. Plus Ultra,
Bs.As. 1983, pág.10 a 13).-
Los Huarpes
Al descubrimiento de la región por los españoles en 1551, los
naturales de Cuyo eran los indios Huarpes .-
"El fondo antropológico y cultural de los Huarpes, es antiquísimo, pero
a la llegada del conquistador hispano se encontraba fuertemente
penetrado por la civilización incásica..." que "...ello puede
atribuirse al "camino del Inca", construído entre el Cuzco y Chile,
pasando por Iglesia y Calingasta en territorio de San Juan, para
proseguir por Uspallata en dirección al país transandino ..."
"Los Huarpes veneraban el sol, la luna, el lucero del alba, el viento,
los ríos y los cerros, de los cuales esperaban la salud, los astros y
los elementos fueron sus genios protectores...los Huarpes reconocían
dos poderes sobrenaturales: "Soychú", la potestad del bien y "Valichú",
el espíritu del mal..- Pero los aborígenes cuyanos, por encima de esos
espíritus...adoraban a una divinidad superior llamada "HUNUC-HUAR",
versión vernácula del monoteísmo ....
"Los indios suponían que el Dios Hunuc-Huar invocado en las
necesidades, moraba en la cordillera y como ofrenda le dedicaban maíz,
chicha y plumas de avestruz. Por la creencia en la inmortalidad del
alma, los Huarpes enterraban sus muertos en posición de descanso,
horizontalmente con la cabeza dirigida hacia la cordillera, a fin de
que el espíritu se pudiese elevar hacia el numen "Hunuc-Huar", que
moraba allí..."
"Entre las ideas morales de los Huarpes, digna de mención fue la
condenación del robo y la mentira..."(ob.cit.págs.18,19)
La fundación de San Juan de la Frontera
El Capitán Juan Jufré de Loayza y Montesca, hijodalgo de Medina del Río
Seco (según sus nombres y títulos completos), nacido en 1516 en Medina
de Río Seco, provincia de Valladolid, Castilla la Vieja, fue el
fundador de la Ciudad de Resurrección o Mendoza y de San Juan de la
Frontera.
"Nombrado el capitán Juan Jufré por Francisco de Villagra, sucesor de
García Hurtado de Mendoza en el mando de la capitanía transandina, en
setiembre de 1561, teniente de gobernador y capitán general de la
provincia de Cuyo, con recomendación de poblar Mendoza y San Juan, se
puso en la empresa encomendada antes a Pedro del Castillo.
El nuevo teniente gobernador partió de Santiago, en enero de 1562, y
previo tramontar la gran cordillera por el portillo del juncal con
salida al valle de Uspallata, llegó al valle de Güentota, y a dos tiros
de arcabuz del fuerte, construido por del Castillo, fundó el 28 de
marzo la población que bautizó "Ciudad de la Resurrección", labrando
acta fundacional y practicando el primer reparto de tierras y de
indios, hasta seis leguas a la redonda...
Dos meses después de fundar "Ciudad de la Resurrección", Jufré
emprendió hacia el norte, llegando con su expedición en primeros días
de junio al valle de Tucuma, Tulún o Tuluma, donde fundó en
representación del "muy ilustre señor Francisco de Villagra, mariscal
gobernador y capitán general de los reinos de Chile y a nombre del rey
de Castilla Don Felipe II", una ciudad que designó "San Juan de la
Frontera", en honor del santo patrono del fundador, y por encontrarse
en la frontera con el Tucumán.
Jufré rubricó el acta de fundación, junto con los vecinos Pedro
Márquez, Hernando Arias, Diego Lucero, Cristóbal Sánchez, Juan Eugenio
de Mallea, Luis Fenevio o Generio, Gaspar Ruiz, Cristóbal de Buiza y
Martín Delvira en calidad de testigos, y de Tomas Nuñez como escribano
y primer teniente corregidor; distribuyo solares entre su gente,
reservando parcelas para plaza mayor, Cabildo e Iglesia matriz,
colocada bajo la advocación de San Pedro, y para las órdenes religiosas
y hospitales separados para españoles y naturales, y repartió a los
indios en encomiendas.
Lo hizo todo Jufré, el 13 de junio de 1562, "en este asiento y valle de
Tucuma, provincia de los Guarpes, que es de esta otra parte de la gran
Cordillera Nevada", en el margen derecha del torrente llamado por los
naturales "de Tucuma".
El texto completo de esa partida bautismal, escrito en caracteres de
piedra en el monumento del fundador erigido en la plaza Juan Jufré, en
el "Pueblo Viejo" o Concepción, proclama el lugar supuesto de aquella
fundación.
Aunque existe discrepancia sobre el número de aquellos primeros de la
gloria y de la fama, treinta y dos encomenderos asistidos por unos mil
quinientos indios repartidos en encomiendas, fueron los pobladores
fundadores de San Juan de la Frontera, que según otros estudios se
reducían a quince o veintitrés...
Muchos no arraigaron en San Juan, regresando con Jufré a Chile antes de
cuatro meses de la fundación...
Según el plano de repartimiento fundador, encabezado con el escudo real
de Castilla y rubricada al pie con el blasón familiar del capitán
Jufré, la ciudad fue pequeña y regular. Su trazado sencillo como el
semblante de un niño, consistió en un rectángulo de cinco manzanas por
lado y veinticinco en total, divididas por dos ejes perpendiculares que
proporcionaban cuatro parcelas por manzana, y sus calles, rectas y
tiradas a cordel de ciento cincuenta varas por lado, de acuerdo al
molde de poblaciones de Indias fijado por la Real Cédula de Poblaciones
de 1523.
El acta fundacional asignó a la nueva ciudad en jurisdicción, treinta
leguas a la redonda; hasta la banda de Lampa al este y hasta el valle
de Catalve (Calingasta) al oeste, al sur hasta el valle de Huanacache y
otro tanto por la banda del norte.
Patrono de la población, fue San Juan Bautista, conforme al nombre
impuesto por el fundador y concesión de Felipe II, por real cédula de
1575; y patronos menores, San Clemente, San Pantaleón y Santa Ana,
madre de la Virgen, honrados con sendos templos dedicados a su
advocación, que se mantuvieron en pie hasta mediados del siglo
XIX..."(ob.cit.pág.41 a 46).
El territorio sanjuanino
"El significado del territorio sanjuanino proviene sobre todo de su
majestuosa cordillera jalonada por inaccesibles cumbres; de su
topografía abrupta, plena de posibilidades, negaciones y contrastes, y
de su incalculable riqueza mineral.
En casi noventa y nueve de cien partes del suelo de San Juan, custodio
de fabulosas riquezas inexplotadas, asientan las montañas o son yermas
travesías. Toda la naturaleza sanjuanina se encuentra abrumada por la
eclosión andina. Unica excepción acaso sea la presencia de algún
testigo trasconejado de una época primario-arcaica.
Puede asignarse al territorio una altitud media de 650 metros sobre el
nivel del mar. ..." (Videla Horacio, Historia de San Juan, tomo I,
pag.24)
"...A causa de la falta de lluvias de la ausencia de humedad en la
atmósfera, el aspecto del suelo es desolado. Una pobre vegetación
natural representada por el cactus, la jarilla, el lámar, el retamo, el
algarrobo y el chañar, viste vastas extensiones de tierras arenosas y
silicosas, en tanto que la cortadera, el jume, los cañaverales, el
pájaro bobo y la zampa, pueblan ciénagas, salitrales y tierras gruesas
sin cultivo.
Donde el regadío artificial lo permite, brotan como en un edén, el
lujuriante viñedo, el olivar cálido, el manzanar de climas templado y
el frutal y las siembras de todo paraje, borrando la aridez del
paisaje. El milagro agrícola de San Juan...
...dominan en el campo al algarrobo, al retamo y al chañar, nobles
señores del pasado autóctono, las frondosas alamedas y saucedales, el
eucalipto, el pimiento o aguaribay. Más aún que el sauce de flexible
ramaje figura tipo de otros rincones cuyanos de mayor benignidad, el
álamo altivo y resistente, que recibe el rayo del cielo y entrega la
madera para casa del hombre... el álamo cobra en San Juan el valor de
símbolo.
El paisaje sanjuanino, con todo no ha perdido el aspecto peculiar y
mantiene casi intactas las características de su pasado milenario.
"...En San Juan, cantan al Aconcagua los hombres de letras y poetas en
bellos poemas e inspirados romances, reparando la omisión de su nombre
en la nomenclatura comarcana....."
Los sismos
"Crónicos remezones, algunos de los cuales fueron terremotos, depararon
a San Juan sus orgullosas montañas.
Los temblores son incontables, constituyendo asunto cotidiano, como en
toda la región andina desde el nudo de Pasto, en los Andes colombianos,
hasta los fiordos y cordones desmochados de la cordillera patagónica.
Son los mismos que aquende y allende los Andes causaron una o varias
veces la destrucción de ciudades argentinas y chilenas: San Juan, en
1894, 1944 y 1952,y en 1977 Mendoza, en 1862; La Rioja, en 1863 y 1894;
Valparaíso, en 1822 y 1906; Coquimbo en 1859 y La Serena en 1730, 1796
y 1859; Copiapó, en 1822, y Vallenar en 1922; Concepción, Chillán y
Valdivia, en 1939 y 1960.
San Juan se ha familiarizado con sus temblores como con sus vientos Sur
y Zonda. Brama sorda y casi imperceptiblemente la tierra, cantan los
gallos y demás aves de corral, aúllan los perros del barrio, la gente
corre despavorida, y grita: ¡ tiembla! ..."
El clima
" El de San Juan constituye en climatología ejemplo típico de clima
continental. Es riguroso, jalonado por acusadas diferencias térmicas y
barométricas, si bien extremadamente seco y saludable.
Muy caluroso en verano, hasta alcanzar con facilidad los cuarenta
grados a la sombra y aún más, la población conoce en invierno los
rigores de las temperaturas bajo cero en valles y poblados. Cuando en
un magnífico día de sol o tras un quemante viento Zonda, se desencadena
el desconcertante Sur, se registran cambios hasta de veinticinco grados
en el mismo día.
Un territorio tan accidentado como el sanjuanino ofrece, por añadidura,
abismos de diferencias térmicas, de un lugar a otro a muy corta
distancia.
El Febo sanjuanino
La calidad del sol sanjuanino, pleno en el cielo como en el escudo
oficial de la Provincia siempre ha sido exaltado por historiadores,
investigadores y poetas.
"...Sólo quien haya visto de madrugada a ese disco de fuego desgarrar
la bóveda azul recortada sobre el Pie de Palo, tiñendo con grana y
escribiendo relieves en nubes, campos y montañas, puede comprender el
culto al sol profesado por los Huarpes comarcanos, sólo quien nunca
haya sentido la caricia de su calor vivificante en un mediodía de
invierno, en la morbidez de las vides o en los vinos generosos de la
tierra, puede reclamar por los rigores del Febo sanjuanino...".-
Ese sol y ese cielo diáfano y despejado prácticamente todos los días
del año, fue el elemento decisivo para elegir establecer un complejo
astronómico que permita la investigación científica del hemisferio
Sur, ubicado en el departamento de Calingasta.
El Observatorio astronómico "Dr. Felix Aguilar" ubicado en Chimbas y
su Estación Astronómica de Altura "Doctor Carlos Ulrrico Cesco",
situada a casi 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar, en El
Leoncito, constituyen un orgullo para los sanjuaninos y una referencia
científica para el mundo.
En tierra sanjuanina se encuentran bellezas naturales majestuosas como
el Parque Natural Ischigualasto (conocido como Valle de la Luna)
declarado patrimonio de la Humanidad y la Reserva de la Biósfera de
San Guillermo: una de las áreas protegidas de mayor tamaño en Argentina
y Sudamérica - San Guillermo es el único que perdura como ecosistema en
la Zona más Austral de la Puna (desierto de altura exclusivo de
Sudamérica) a 3.500 metros sobre el nivel del mar que se conserva
intacta.
Al decir del Gran historiador Dr. Horacio Videla, en su libro Historia
de San Juan tomo I, "ninguna comarca fuera de los desiertos del mundo,
puede lucir, como San Juan, un sol radiante casi sin excepción".-
La provincia de San Juan, con sus 19 departamentos ha sido escenario de
notables episodios históricos y cuna de hombres cuya personalidad
gravitó sensiblemente en la construcción nacional y en las luchas por
la independencia y el engrandecimiento del país; entre ellos el maestro
de América Domingo Faustino Sarmiento. La ciudad de San Juan, capital
de la provincia emplazada en el centro sur del territorio provincial, a
643 metros sobre el nivel del mar, es una ciudad con una urbanización
de avanzada, con avenidas amplias, fruto de la reconstrucción luego del
terremoto de 1944.
El monumento al fundador Capitán Juan Jufré, realizado por Miguel Sugo,
fue descubierto en el año1951, en la plaza de Concepción, lugar de cita
de los sanjuaninos el 13 de junio de cada año, conmemorándose en este
año el 441° aniversario de la Fundación de nuestra querida Ciudad de
San Juan.-
En mérito a lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente
proyecto.
Nancy Avelín.-