Número de Expediente 1083/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1083/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA DEL PERIODISTA Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS . |
Listado de Autores |
---|
Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
06-06-2003 | 11-06-2003 | 69/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
09-06-2003 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
ORDEN DE GIRO: 1 |
09-06-2003 | 28-02-2005 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005
ENVIADO AL ARCHIVO : 31-01-0006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1083/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su ferviente adhesión al Día del Periodista instituido en homenaje
a quienes ejercen y defienden el derecho a la libre expresión de las
ideas como base fundamental para el desenvolvimiento de las
instituciones democráticas.
2°) Asimismo expresa su más enérgico repudio a todo acto presente,
pasado o futuro que cercene, restrinja o condicione de manera alguna la
libertad de expresión, como derecho natural e inalienable de la
condición humana.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Desde los albores de nuestra vida
independiente, la libertad de prensa constituyó una evidente
preocupación en la argentina. La Primera Junta de Gobierno y el
Triunvirato dictaron los dos primeros Reglamentos consagrando el
derecho inalienable a expresar las ideas por la prensa sin censura
previa. Al organizarse constitucionalmente el país en 1853, la
Constitución Nacional consagra en su artículo 14 la tan preciada
libertad de expresión, mereciendo en el seno de la Convención
Constituyente una reflexión que merece destacarse: "...restringir ese
derecho significa negar al hombre lo que Dios mismo le concede."
Luego de las cinco reformas introducidas a la
ley suprema, la cláusula constitucional que plasma la libertad de
prensa se ha mantenido sin modificaciones hasta la actualidad.
Posiblemente ello se deba a que el derecho a la libre expresión sea
como el derecho a la vida, inalienable y natural, y como tal no
necesita siquiera ser consagrado para existir. Sin embargo, una vez
plasmado en un cuerpo legal cobra efectividad con todas sus fuerzas y
en toda su dimensión, vive por sí mismo y quienes lo ejercen
contribuyen día a día con sus acciones a robustecerlo.
Así lo manifestó la Corte Suprema de Justicia
al referirse a uno de los derechos esenciales que poseen más entidad en
nuestra Constitución Nacional, al decir que sin su resguardo, solo
existiría una democracia desmedrada o puramente nominal.
El reconocido escritor inglés George Orwell
dijo que "Si la libertad significa algo, será sobre todo el derecho de
decirle a la gente aún aquello que no quieren oír". Considero que aquí
radica el germen de la libertad de expresión como elemento sustancial
del desenvolvimiento de un régimen democrático, que asegura la
participación en los asuntos públicos, la diversidad de ideas, la
pluralidad de opiniones y la necesaria oposición política que necesita
de libertad para expresar sus juicios y desacuerdos con la gestión de
los gobernantes.
Como institución destinada a nuclear todas las
formas de expresión del pensamiento, la prensa ha sido víctima desde
siempre de los avatares políticos propios de nuestro tránsito pendular
entre dictadura y democracia. Cada golpe militar tuvo por objeto
acallar a la prensa libre, ya sea a través de la persecución física, el
amedrentamiento psicológico o el monopolio de los medios para obtener
el dominio de la información.
En la eterna lucha del hombre por conquistar su
libertad de expresión, cientos de imprentas clausuradas o destruidas
demuestran que los regímenes autocráticos temen más a una imprenta que
a la más poderosa de las armas. Y entonces resulta paradójico que los
gobiernos llamados "fuertes" sean quienes imponen la censura, que no es
sino un evidente signo de debilidad política, moral e ideológica.
Como Parlamentarios tenemos el deber superior
de defender la libre expresión de las ideas, a sabiendas que sin prensa
libre solo podremos generar una sociedad esclava, esclava del miedo, de
las viejas ideas, de los dogmas en desuso. Los periodistas y los
medios de comunicación son quienes toman el pulso a nuestra sociedad y
a nuestros gobernantes, son quienes forman y transforman la opinión de
la gente, no sólo a través de la información pura sino a través de las
opiniones expresadas a través de artículos y editoriales. Y la gente
elige y juzga adultamente, requiriéndoles responsabilidad, veracidad y
lealtad en el ejercicio de esa libertad, que el estado
constitucionalmente respeta y garantiza.
Sarmiento, periodista por excelencia, no se
cansó de destacar la trascendencia de la prensa, al decir que el diario
es para los pueblos lo que el Foro era para los romanos. "La Prensa ha
sustituido a la tribuna y al púlpito. Por los diarios los pueblos
mandan". Por ello todo estado democrático necesita que el hombre de la
calle tenga acceso a la información, las instituciones de la república
necesitan para su subsistencia que el ciudadano esté informado de las
decisiones que se toman en su nombre, que exprese su acuerdo o
disconformidad, y que proteste contra las injusticias o el mal
desempeño de los funcionarios.
El día del Periodista merece la adhesión y el
reconocimiento de este Parlamento, en homenaje a los periodistas y
comunicadores del mundo que en ejercicio de su profesión, han soportado
los más crueles destratos y humillaciones, los exilios y las muertes,
pero que continúan vivos en la memoria y la acción de quienes siguen el
camino por ellos recorrido, en defensa de la libertad de informar y de
expresar las ideas por la prensa.
Finalmente deseo reproducir las palabras de
Tácito, que fueran elegidas por Mariano Moreno como lema fundacional de
nuestro primer periódico "La Gaceta de Buenos Aires": "...Raros tiempos
de felicidad aquellos en que se puede sentir lo que se quiere y decir
lo que se siente". En el ejercicio cotidiano de la democracia cada
ciudadano tiene el compromiso de disfrutar este tiempo y con acciones
responsables hacer que se instale por siempre entre los argentinos.
Por los motivos expuestos solicito de mis pares
la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1083/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su ferviente adhesión al Día del Periodista instituido en homenaje
a quienes ejercen y defienden el derecho a la libre expresión de las
ideas como base fundamental para el desenvolvimiento de las
instituciones democráticas.
2°) Asimismo expresa su más enérgico repudio a todo acto presente,
pasado o futuro que cercene, restrinja o condicione de manera alguna la
libertad de expresión, como derecho natural e inalienable de la
condición humana.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Desde los albores de nuestra vida
independiente, la libertad de prensa constituyó una evidente
preocupación en la argentina. La Primera Junta de Gobierno y el
Triunvirato dictaron los dos primeros Reglamentos consagrando el
derecho inalienable a expresar las ideas por la prensa sin censura
previa. Al organizarse constitucionalmente el país en 1853, la
Constitución Nacional consagra en su artículo 14 la tan preciada
libertad de expresión, mereciendo en el seno de la Convención
Constituyente una reflexión que merece destacarse: "...restringir ese
derecho significa negar al hombre lo que Dios mismo le concede."
Luego de las cinco reformas introducidas a la
ley suprema, la cláusula constitucional que plasma la libertad de
prensa se ha mantenido sin modificaciones hasta la actualidad.
Posiblemente ello se deba a que el derecho a la libre expresión sea
como el derecho a la vida, inalienable y natural, y como tal no
necesita siquiera ser consagrado para existir. Sin embargo, una vez
plasmado en un cuerpo legal cobra efectividad con todas sus fuerzas y
en toda su dimensión, vive por sí mismo y quienes lo ejercen
contribuyen día a día con sus acciones a robustecerlo.
Así lo manifestó la Corte Suprema de Justicia
al referirse a uno de los derechos esenciales que poseen más entidad en
nuestra Constitución Nacional, al decir que sin su resguardo, solo
existiría una democracia desmedrada o puramente nominal.
El reconocido escritor inglés George Orwell
dijo que "Si la libertad significa algo, será sobre todo el derecho de
decirle a la gente aún aquello que no quieren oír". Considero que aquí
radica el germen de la libertad de expresión como elemento sustancial
del desenvolvimiento de un régimen democrático, que asegura la
participación en los asuntos públicos, la diversidad de ideas, la
pluralidad de opiniones y la necesaria oposición política que necesita
de libertad para expresar sus juicios y desacuerdos con la gestión de
los gobernantes.
Como institución destinada a nuclear todas las
formas de expresión del pensamiento, la prensa ha sido víctima desde
siempre de los avatares políticos propios de nuestro tránsito pendular
entre dictadura y democracia. Cada golpe militar tuvo por objeto
acallar a la prensa libre, ya sea a través de la persecución física, el
amedrentamiento psicológico o el monopolio de los medios para obtener
el dominio de la información.
En la eterna lucha del hombre por conquistar su
libertad de expresión, cientos de imprentas clausuradas o destruidas
demuestran que los regímenes autocráticos temen más a una imprenta que
a la más poderosa de las armas. Y entonces resulta paradójico que los
gobiernos llamados "fuertes" sean quienes imponen la censura, que no es
sino un evidente signo de debilidad política, moral e ideológica.
Como Parlamentarios tenemos el deber superior
de defender la libre expresión de las ideas, a sabiendas que sin prensa
libre solo podremos generar una sociedad esclava, esclava del miedo, de
las viejas ideas, de los dogmas en desuso. Los periodistas y los
medios de comunicación son quienes toman el pulso a nuestra sociedad y
a nuestros gobernantes, son quienes forman y transforman la opinión de
la gente, no sólo a través de la información pura sino a través de las
opiniones expresadas a través de artículos y editoriales. Y la gente
elige y juzga adultamente, requiriéndoles responsabilidad, veracidad y
lealtad en el ejercicio de esa libertad, que el estado
constitucionalmente respeta y garantiza.
Sarmiento, periodista por excelencia, no se
cansó de destacar la trascendencia de la prensa, al decir que el diario
es para los pueblos lo que el Foro era para los romanos. "La Prensa ha
sustituido a la tribuna y al púlpito. Por los diarios los pueblos
mandan". Por ello todo estado democrático necesita que el hombre de la
calle tenga acceso a la información, las instituciones de la república
necesitan para su subsistencia que el ciudadano esté informado de las
decisiones que se toman en su nombre, que exprese su acuerdo o
disconformidad, y que proteste contra las injusticias o el mal
desempeño de los funcionarios.
El día del Periodista merece la adhesión y el
reconocimiento de este Parlamento, en homenaje a los periodistas y
comunicadores del mundo que en ejercicio de su profesión, han soportado
los más crueles destratos y humillaciones, los exilios y las muertes,
pero que continúan vivos en la memoria y la acción de quienes siguen el
camino por ellos recorrido, en defensa de la libertad de informar y de
expresar las ideas por la prensa.
Finalmente deseo reproducir las palabras de
Tácito, que fueran elegidas por Mariano Moreno como lema fundacional de
nuestro primer periódico "La Gaceta de Buenos Aires": "...Raros tiempos
de felicidad aquellos en que se puede sentir lo que se quiere y decir
lo que se siente". En el ejercicio cotidiano de la democracia cada
ciudadano tiene el compromiso de disfrutar este tiempo y con acciones
responsables hacer que se instale por siempre entre los argentinos.
Por los motivos expuestos solicito de mis pares
la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-