Número de Expediente 1078/03

Origen Tipo Extracto
1078/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DEL REFUGIADO .
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
06-06-2003 11-06-2003 69/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
09-06-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
09-06-2003 28-02-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 27-04-2005

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-1078/03)

PROYECTO DE DECLARACION

El H. Senado de la Nación

DECLARA:

Su adhesión a la conmemoración del 20 de junio como el "Día Mundial del
Refugiado", instituido por la Organización de Naciones Unidas para
generar una conciencia mundial acerca de las catástrofes humanitarias
que generan las persecuciones y las guerras y sus dramáticas
consecuencias sobre la sociedad civil.

Mabel L. Caparrós.-





























FUNDAMENTOS:

Señor Presidente:


El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) calcula que actualmente existen en el mundo
cerca de cincuenta millones de refugiados, de los cuales treinta
millones aproximadamente corresponden a aquéllos que entran en la
definición de la Convención de Ginebra -se encuentran fuera de sus
países- y alrededor de veinte millones corresponden a desplazados
internos, es decir, aquéllos que no han podido abandonar el país en el
que sufren persecución y han buscado refugio en otra región de dicho
país.

De estos cincuenta millones de personas que han
perdido su hogar, apenas un 10% ha encontrado protección en países
desarrollados, mientras que la mayoría de ellas permanece acogida
deficientemente en países del Tercer Mundo. A pesar de lo anterior, la
opinión pública de los países occidentales está convencida de que son
los países desarrollados los que soportan en mayor grado la acogida de
refugiados.

Las anteriores cifras por sí solas bastarían
para la designación de un Día Mundial del Refugiado, aunque sólo fuera
para que con tal excusa la comunidad internacional y la sociedad civil
tomen conciencia de la gravedad del problema en nuestros días. La
Asamblea General de Naciones Unidas adoptó el pasado 4 de Diciembre de
1999 la decisión de proclamar el 20 de Junio, hasta ahora día del
Refugiado Africano, como Día Mundial del Refugiado.

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial,
Europa se convirtió en un inmenso campo de refugiados donde millones de
personas vagaban sin rumbo fijo, buscando un lugar donde reiniciar una
nueva vida. Ante esta inmensa catástrofe humanitaria, Naciones Unidas
impulsó la elaboración y aprobación de la "Convención sobre el Estatuto
de los Refugiados" más conocida como Convención de Ginebra de 1951.

En ella se define como refugiado a quien
"...como resultado de acontecimientos ocurridos antes del 1 de Enero de
1951 y debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza,
religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u
opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y
no puede, a causa de dichos temores, o no quiere acogerse a la
protección de tal país...".


La Convención de Ginebra parece que fue
concebida para atender prioritariamente a aquellas personas perseguidas
a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial en Europa, en un momento en
que el conflicto internacional había ocasionado en Asia tantas o más
tragedias que en el continente europeo.

Posteriormente, el Protocolo sobre el estatuto
de los refugiados, acordado en Nueva York en 1967, generalizó la
protección de la Convención de Ginebra a todas aquellas personas que
padecieran ese temor a una persecución al margen de que tal temor o
persecución se produjera antes o después de 1951.

Desde entonces, el sistema de protección a los
refugiados de las Naciones Unidas ha debido aumentar su capacidad de
intervención a la vista de que el número de refugiados en el mundo,
lejos de disminuir, ha ido aumentando durante el siglo XX y lo poco que
llevamos vividos del XXI.

Un fenómeno de la realidad indica que, hasta el
final de la guerra fría, los países occidentales utilizaron las
políticas de asilo y refugio como un arma antojadiza frente al bloque
soviético. A los ciudadanos de países del bloque del Este que
alcanzaban occidente y solicitaban asilo les era concedido de forma
relativamente sencilla.

Lamentablemente, tanta generosidad duró lo que
la guerra fría: con el fin de ésta los países occidentales endurecieron
sus políticas de admisión y comenzaron a exigir la acreditación de las
causas de persecución de manera individualizada, de una forma tan
estricta que esta exigencia ha llegado a convertirse en muchos casos en
lo que los juristas denominan prueba diabólica o de imposible
acreditación.

Baste pensar cómo haría alguien para acreditar
que ha escapado a una ejecución extrajudicial o que ha huido porque en
su localidad vienen realizándose masacres de personas que coinciden con
sus inclinaciones políticas o religiosas o con su grupo étnico. Tanto
como ha cambiado el mundo en los últimos cincuenta años han cambiado
también las causas de persecución incluidas en 1951 en la Convención de
Ginebra. Sin embargo, estas nuevas causas de persecución aún no han
sido incorporadas plenamente a las legislaciones nacionales e
internacionales protectoras del derecho de asilo.

En nuestros días la opinión pública también
considera acreedores de protección internacional a los desplazados por
conflictos internos o a las víctimas de los enfrentamientos causantes
de desplazamientos masivos de personas.

En el mes de abril de 2001 se celebró en Suecia
la Conferencia Internacional sobre Recepción de Refugiados Reasentados.
El objetivo era ampliar el escaso número de países en condiciones de
acoger a algunos de esos refugiados que de forma masiva se encuentran
hacinados en los campos situados en el Tercer Mundo.

Si bien la República Argentina no ha adquirido
un compromiso en materia de reasentamiento de refugiados, parece que
una buen forma de celebrar este Día Mundial del Refugiado sería
adquirir el compromiso, por parte de las autoridades argentinas de
participar activamente en los programas internacionales de
reasentamiento de refugiados y monitorear las situaciones de los miles
de refugiados que han llegado a la Argentina bajo promesas de
condiciones dignas de vida y hoy se encuentran ejerciendo la
mendicidad, hacinados en barracas o criando a sus hijos en la calle.
El refugiado no puede ni debe serlo para siempre. La Comunidad
Internacional debe luchar con todas sus fuerzas y las herramientas
legales a su alcance para que esta situación de dolor y desarraigo a
que millones de personas en el mundo se ven sometidas pueda ser
superada, restaurada y reparada.

Por los motivos expuestos solicito de mis pares
la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.