14 de julio de 2021

HOMENAJE A LOS 241 AÑOS DEL NACIMIENTO DE JUANA AZURDUY DE PADILLA

En el Salón de las Provincias del Senado de la Nación se conmemoró el "Día de la Confraternidad Boliviano-Argentina", establecido, en marzo de 2010, en recuerdo del natalicio de la Generala del Ejército Argentino.

Con la presencia del Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia, Jorge Ramiro Tapia Sainz y la participación del senador por Jujuy, Guillermo Snopek, presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con Bolivia se recordaron los 241 años del nacimiento de la heroína del Ejército Libertador.

Del evento participaron los senadores por Chubut, Alfredo Luenzo, y por Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Pablo Daniel Blanco, ambos integrantes del Grupo Parlamentario de Amistad con Bolivia. También estuvieron presentes, Franco Maximiliano Metaza, Director General de Relaciones Internacionales, Soledad Magno, Subdirectora General de Diplomacia Parlamentaria y Franco Vitali, Director General de Cultura.

Luego de una presentación musical y de diversos números artísticos, el embajador del Estado Plurinacional de Bolivia señaló que "hablar de la hermandad boliviana-argentina nos llevaría mucho tiempo. A veces ha habido malos bolivianos, o malos argentinos. Nos da gusto estar ahora en el lugar que representa a todos los argentinos, de Norte a Sur. La mayoría de los argentinos nos trata de iguales, de hermanos".

Después de destacar que en una recorrida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pudo apreciar que "la misma está custodiada por la escultura de Eva Perón, al Sur, y al norte, por la de Juana Azurduy", donada por el Estado de Bolivia; señaló que "los bolivianos y argentinos que seguimos la huella independentista tenemos que trabajar en apoyo mutuo. Convenios para mitigar la pandemia, convenios de Salud, convenios sobre energía y nunca traficar con dolor y luto como son las armas".

Posteriormente y marcando la finalización del evento, hizo uso de la palabra el senador por Jujuy, Guillermo Snopek. Resaltó la entrega de Juana Azurduy manifestando que "esta mujer puso alma y vida en los sueños independentistas. Esa lucha le llevó a su compañero de sueños y a sus hijos".

También subrayó el rol cumplido por la provincia de Jujuy en esa gesta al reivindicar "el Éxodo Jujeño que dejó tierra arrasada al enemigo para poder enfrentarlo en la Batalla de Tucumán. Morir en la más absoluta soledad y en una fosa común para ser reivindicada después de 100 años y retornar a su país, nos marca su dimensión".

El Presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con Bolivia recordó "la interrupción del orden constitucional ocurrido en Bolivia en 2019" y finalizó su exposición diciendo: "son los pueblos los que deciden su destino en una democracia que ha costado la vida a muchos americanos". Se comprometió también en "compartir nuestros trabajos para la construcción de una verdadera Patria Grande".

Juana Azurduy fue ascendida post mortem al rango de Generala el 14 de julio de 2009 por la entonces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. En 1816, a través de un decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, había obtenido el rango de Teniente Coronel.

En 1813, el General Manuel Belgrano le había obsequiado su sable por la fuerza y valor demostrada en la Batalla de Ayohuma . Ocasión en la que estuvo al comando del Batallón Leales, fuerza que ella organizó y entrenó. En 1816, luego de obtener el rango de Teniente Coronel por sus logros militares en la Guerra de Independencia, Belgrano le obsequió el sable que utilizó durante el Éxodo Jujeño.

Perteneciente a una familia del Alto Perú, Juana Azurduy nació en el Departamento de Potosí, Virreinato del Río de la Plata. A partir de 1811 se unió al Ejército Auxiliar del Norte enviado desde Buenos Aires para combatir a los realistas del Alto Perú. Desde ese momento se puso a las órdenes de Juan José Castelli y del General Manuel Belgrano.

Casada con Manuel Ascencio Padilla, con quien tuvo cinco hijos, participó activamente junto a su marido y a sus hijos en el combate contra las fuerzas españolas en el Alto Perú. Luego de la muerte de su esposo se unió a la guerrilla del General Martín Miguel de Güemes donde tuvo un papel destacado en el rechazo de seis invasiones realistas.

Después de la muerte del caudillo salteño, en 1821, Juana Azurduy también se retiró del combate. Murió el 25 de mayo de 1862 a la edad de 81 años luego de haber perdido a su marido y a cuatro de sus cinco hijos en la lucha de Independencia.