Número de Expediente 45/04

Listado de Autores
Jenefes , Guillermo Raúl

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-0045/04)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,...

Artículo 1°: Declárase Monumento Histórico Nacional a la Iglesia "San
Francisco", ubicado en la intersección de las calles Belgrano y
Lavalle, de la ciudad de San Salvador de Jujuy departamento Dr. Manuel
Belgrano, provincia de Jujuy, de acuerdo con lo dispuesto en las leyes
12.665 y 24.252.

Art. 2°: El Poder Ejecutivo, a través del organismo que corresponda,
adoptará las medidas necesarias para la preservación y promoción del
Monumento.

Art. 3°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Guillermo Raúl Jenefes.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Fue España quien a través de las expediciones conquistadoras, envió a
nuestra tierra, Misioneros de todas las Ordenes Religiosas. Sus
cristianas consecuencias están presentes en nuestros pueblos
americanos, en todos sus rincones.

Para el territorio de nuestra Nación, el "Antiguo Tucumán", la
presencia misionera franciscana tiene matices especiales.

Así, con la incansable labor evangélica desde sus comienzos , se
iniciaba la verdadera evangelización del territorio argentino
especialmente con la primera entrada de los misioneros Franciscanos
desde el Alto Perú.

Esta realidad se hacía realidad con su vida apostólica, con su servicio
incondicional, con su sangre derramada y con sus obras espirituales y
materiales, que a través de los siglos han sembrado entre nosotros.

San Salvador de Jujuy, la última Ciudad fundada por los españoles en el
siglo XVI, que sería el "Portón de entrada de la conquista y
colonización", fue precedida por otras dos fundaciones malogradas a
causa de las rencillas internas de los conquistadores.

La presencia Franciscana en esta tercera y definitiva fundación se
realiza solamente seis años después, en 1599, en los últimos meses,
habiendo salido dos de ellos del centro político y religioso
posiblemente de aquel tiempo, la Ciudad de Santiago del Estero.

De esta forma la presencia Franciscana en el Pueblo Jujeño, a través de
estos siglos, ha sufrido muchos inconvenientes, tal vez como en ningún
otro lugar misionero.

Los Franciscanos tuvieron que abandonar el primitivo Convento de San
Francisco de Jujuy los primeros meses del año 1609, por falta de
Religiosos y por la ausencia total de recursos. Solo el 16 de Enero de
1611 los Superiores de la Custodia de San Jorge del Tucumán abrían
nuevamente el Convento de San Francisco de Jujuy.

Pero todo el trabajo realizado durante dos siglos; la Iglesia, la
hermosa Biblioteca, el Convento que había albergado insignes
Franciscanos al servicio del pueblo se derrumbaron el 23 de Agosto de
1812, cuando la orden del Gral. Don Manuel Belgrano exigió el Éxodo.

Con todo el pueblo, también la Comunidad Franciscana se encaminó hacia
la Ciudad de San Miguel de Tucumán. El Convento Franciscano de esta
Ciudad recibió a los hermanos de San Salvador de Jujuy hasta el 18 de
Abril de 1813, en que volvieron al deteriorado Convento.

Pero no habían terminado los sin sabores de la comunidad Jujeña. El 28
de Diciembre de ese mismo año tuvo que tomar el destierro hacia Tucumán
otra vez. Y solamente el 16 de Agosto de 1814 volvieron para poner
manos a la obra en la reconstrucción del Convento e Iglesia casi
destruidos por los soldados invasores.

Y lo que podría haber parecido como el principio de una etapa
definitivamente estable para nuestra Comunidad se volvió en pesadumbre
para la misma.

En el año 1822 comenzaron a ponerse en práctica las Leyes de Reforma
Eclesiástica, y aquí todas las Ordenes y Congregaciones Religiosas
sufrieron las consecuencias. Por lo que se refiere a nuestra Comunidad
Jujeña, el desastre fue tremendo.

La usurpación ilegal y la ocupación de los bienes de la Comunidad
comenzó de un modo firme el 19 de Agosto de 1816, con la prohibición a
los Prelados y Comunidades religiosas a hacerse cargo de sus bienes. El
9 de Junio, por una Ley de las Cámaras de Representantes de Salta, los
bienes propios y los que podían recibir, pasaban al poder del
Gobierno. Pese a todo esto ya se había iniciado la reconstrucción del
Convento con las limosnas del pueblo. El Gobierno, el 18 de Septiembre
de 1834, respaldo su reparación, ordenando, su inauguración solemne
para el 15 de Octubre de 1837. Exigiéndoles, a la Orden, el cuidado de
las Instalaciones, rendición de cuentas y se le prohibía hospedar a
nadie sin expresa licencia del Gobierno, terminando así la Ley; "Por
absoluta estimación de la Comunidad de Religiosos Franciscanos, se
destina el local del Convento para la fundación de un Colegio de
Ciencias Eclesiásticas y Morales".

Sin embargo el año 1857 podemos considerarlo como el principio de una
nueva era para la presencia de los Franciscanos en Jujuy. La iniciativa
es del entonces Gobernador de la Provincia de Jujuy, Don Roque
Alvarado, quien habiéndose enterado de que en el Convento de Salta se
había constituido un Colegio Apostólico de Propaganda Fide, escribió a
los Superiores Franciscanos, para erigir uno parecido a ese en la
ciudad de San Salvador de Jujuy.

Después de 21 años de silencio se abría nuevamente el antiguo Convento
Franciscano que no cerraría mas sus puertas, hasta el día de hoy, al
principio como Hospicio de Misioneros Franciscanos dependientes del
Colegio Apostólico de Salta, y después el 9 de Febrero de 1871, como
Convento independiente del primero, situación que duró hasta el año
1914.

En el año 1913, con la disposición de la Comisaría Provincial de
Misioneros, que reunía los Conventos Franciscanos de la zona del
Litoral, del Norte Argentino y de la Ciudad de Río Cuarto, también el
convento fue incluido en la nueva organización decidida por los
Superiores de la Congregación.

Pero esta no sería la realidad definitiva ya que por decreto de la
Orden se constituía la Comisaría Provincial Misionera, con sede en
Salta y de la cual formaron parte en ese momento los Convenios de San
Francisco de Salta, San Francisco de Jujuy, y la Residencia de San
Ramón de la Nueva Orán, dependientes de la Provincia Romana de Santa
María en Aracoelí.

Actualmente con otra denominación: "Custodia Provincial de Misioneros
Franciscanos", comprende además a esas tres casas nombradas, otras
seis; en el Ingenio San Martín de Tabacal, Embarcación, Tartagal,
Aguaray, Río Caraparí y una en Yacuiba (Bolivia), con la atención del
inmenso Chaco Salteño Boliviano.

Así, acompañando la historia del pueblo jujeño sin límites, su obra se
desarrolló con intensidad entre los pueblos de la puna, donde llegaron
los misioneros solo a lomo de burro, cruzando los cerros para dar la
Palabra de Cristo y los Sacramentos a los pueblos alejados.

La obra misionera de los Hermanos del Convento Franciscano de Jujuy
fue constante y junto a su capilla tantas veces destruidas, siempre
sembró nuevamente sus bases en la actividad espiritual, sin reparar en
la escasez, siendo reconocida desde hace casi cuatro siglos (1611), la
Iglesia de San Francisco de Jujuy, como "el centro primero de la
actividad espiritual de Jujuy y la mas frecuentada por los fieles",
será ejemplo de perseverancia y abnegación con disposición permanente
al servicio de un pueblo sufrido, como es el de la Provincia de Jujuy.

Por lo expuesto y con la convicción de reconocer y revalorizar nuestro
pasado para proyectarnos a un futuro común, solicito el voto afirmativo
de mis pares al presente proyecto.

Guillermo Raúl Jenefes.-