28 de abril de 2009

NAIDENOFF REPUDIO LAS AMENAZAS DE MUERTE RECIBIDAS POR LOS CURAS VILLEROS

El senador radical por Formosa, Luis Naidenoff, repudió esta tarde las amenazas de muerte recibidas por el cura José María Di Paola, quien se desempeña desde hace doce años como sacerdote de la parroquia instalada en la villa 21 de Barracas, en Buenos Aires. "Que te digan que vas a ser boleta y que te la tienen jurada por haber firmado un documento que plantea que la droga está despenalizada de hecho en las villas y que no pase nada, es una señal de alarma más frente a la ausencia de una verdadera política de derechos humanos de parte del Estado".

DROGA: DESPENALIZACION DE HECHO EN BARRIOS CARENCIADOS

NAIDENOFF REPUDIO LAS AMENAZAS DE MUERTE RECIBIDAS POR LOS CURAS VILLEROS

El senador radical por Formosa, Luis Naidenoff, repudió esta tarde las amenazas de muerte recibidas por el cura José María Di Paola, quien se desempeña desde hace doce años como sacerdote de la parroquia instalada en la villa 21 de Barracas, en Buenos Aires. "Que te digan que vas a ser boleta y que te la tienen jurada por haber firmado un documento que plantea que la droga está despenalizada de hecho en las villas y que no pase nada, es una señal de alarma más frente a la ausencia de una verdadera política de derechos humanos de parte del Estado".

A través de un proyecto presentado hoy, acompañado por el presidente del bloque radical, Ernesto Sanz, y los senadores de la UCR Gerardo Morales (Jujuy), Juan Carlos Marino (La Pampa), Roy Nikisch (Chaco) y Pablo Verani (Río Negro), además del porteño Samuel Cabanchik (Coalición Cívica), Naidenoff destacó su "profundo repudio ante las amenazas de muerte recibidas por los sacerdotes católicos", ante el mensaje de los curas para los barrios carenciados titulado "La droga en las villas: Despenalización de hecho", del 25 de marzo pasado.

"Me preocupan las vidas de todos estos religiosos que fueron amenazados de muerte, ya que el mensaje mafioso fue para todos, aunque lo hayan recibido sólo algunos. Estoy esperando, al igual que la sociedad en su conjunto que quiere un país pacífico y en calma, la máxima diligencia de las autoridades competentes para el cuidado de las personas que fueron amenazadas", advirtió el formoseño.

"Los verdaderos defensores de los derechos humanos no podemos dejar de lado una denuncia tan fuerte como lo es el flagelo de la droga en las villas de emergencia y la denuncia de inactividad por parte de los órganos competentes para tomar las medidas necesarias", agregó Naidenoff..

Ante la presentación del documento, el senador coincidió con que los curas destaquen "el lado oscuro de los barrios carenciados: que la droga está instalada desde hace años y despenalizada de hecho. Dicen que se la puede tener, llevar y consumir sin ser prácticamente molestado. Habitualmente ni la fuerza pública, ni ningún organismo que represente al Estado se mete en la vida de estos chicos que tienen veneno en sus manos. Una denuncia terrible de que nuestros jóvenes se están muriendo sin que nadie haga nada".

Además, Naidenoff compartió la postura de los sacerdotes: "Ante la confusión que se genera en la opinión pública con la prensa amarilla que responsabiliza a la villa del problema de la droga y la delincuencia, se dice claramente que el problema no es la villa sino el narcotráfico. La mayoría de los que se enriquecen con el narcotráfico no viven en las villas, en estos barrios donde se corta la luz, donde una ambulancia tarda en entrar, donde es común ver cloacas rebalsadas. Otra cosa distinta es que el espacio de la villa -como zona liberada- resulte funcional a esta situación".

"Estamos ante un atentado contra la libertad de opinión y una amenaza contra la vida, que exige del Estado el máximo repudio. Por eso, nos preocupa la vida de estos sacerdotes, que entregan la suya en la labor cotidiana para combatir la pobreza y las adicciones a la droga. En la Argentina, alrededor de 50 mil jóvenes consumen paco y eso no puede dejar de estremecernos", finalizó Naidenoff.