06 de agosto de 2009

"PARA GOBERNAR NO HACEN FALTA SUPERPODERES"

*La cuestión de los superpoderes se trataba no sólo de una delegación de facultades encubierta e inconstitucional, sino además de un infundado y repetitivo discurso que vinculaba necesariamente la gobernabilidad con la ampliación de las facultades del Jefe de Gabinete. Para gobernar no hacen falta `superpoderes*, señaló Naidenoff.

SENADOR LUIS NAIDENOFF, EN COMISION DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES

*PARA GOBERNAR NO HACEN FALTA SUPERPODERES*

El senador de la Unión Cívica Radical por Formosa, Luis Naidenoff, fue uno de los tres miembros del partido radical que opinó sobre la derogación de los llamados *superpoderes*, tratados hoy al mediodía en reunión conjunta de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación.

*Estoy aquí para ratificar la posición que sostuvimos en el 2006, cuando decíamos que la cuestión de los superpoderes se trataba no sólo de una delegación de facultades encubierta e inconstitucional, sino además de un infundado y repetitivo discurso que vinculaba necesariamente la gobernabilidad con la ampliación de las facultades del Jefe de Gabinete. Para gobernar no hacen falta `superpoderes*, señaló Naidenoff.

*Es mentira ese discurso de que `es necesario garantizar la gobernabilidad y la capacidad de respuesta del Estado¿. Los superpoderes responden a un estilo de ejercer el poder que pretende institucionalizar la discrecionalidad del manejo de los recursos*, añadió.

Además, el radical formoseño aseguró que *el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo tiene trampa, porque se intenta instalar falsamente en la sociedad que se pone límite al Jefe de Gabinete, poniendo un techo del 5% que no era necesario, ya que ninguno de los presupuestos anteriores se habían modificado montos por un volumen mayor de dinero. En 2007 fue del 3,5% y en 2008, del 2,5%. En el Presupuesto 2009, el tope del 5% equivale a 11.500 millones de pesos*, precisó.

Por otra parte, el senador nacional indicó que *las facultades legislativas más importantes del Ejecutivo no están en los superpoderes, sino en los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). En 2007, Néstor Kirchner aumentó los gastos de un plumazo en un 7,4%, con $8.925 millones en un Presupuesto con un gasto aprobado de 121 mil millones de pesos, por ejemplo*.

Al año siguiente, se aprobó un aumento de 36.727 millones de pesos en gastos y 15.127 millones para aplicaciones financieras.

*Estoy persuadido de que el futuro de nuestro país depende la construcción de una `democracia representativa¿, para lo cual es de vital importancia conformar una agenda parlamentaria cuyo eje central sea el `Combo institucional¿ y no parches circunstanciales que no alcanzan y no son más que maquillaje para los aplausos. No alcanza con eliminar los Superpoderes y la delegación de estas facultades en el Jefe de Gabinete, sino que es necesario avanzar mucho más allá, en la búsqueda del saneamiento de nuestro sistema institucional*, añadió Naidenoff.

Con dicho objetivo se debe:

1. Reformar la Comisión Bicameral de Trámite legislativo Ley 26.122 ya que:

Existe una lógica de concentración de poder en el Poder Ejecutivo al que le alcanza con dominar una de las cámaras para prevalecer sobre el Congreso y erigirse como principal legislador.

La intervención del Congreso fue establecida como una mera apariencia de controlador. Debemos dar un valor efectivo y verdadero al control del Congreso

Es necesario limitar la potestad excepcional del poder Ejecutivo de emitir normas de naturaleza legislativa, poniendo fin a una practica que pretende convertir lo extraordinario en ordinario.

Para ello debemos:

Eliminar la sanción ficta:

El silencio del Congreso no puede tener efecto convalidatorio si se espera que el Legislativo asuma su responsabilidad y se termine con el permisivismo constitucional del que sufre nuestro sistema.

Incorporamos en nuestro proyecto el plazo de 60 días a contar de la fecha de la recepción del decreto para que las Cámaras se expresen aprobando o rechazándolo. Se requiere la ratificación de ambas Cámaras para considerar aprobado el decreto, lo cual implica que el rechazo o la falta de pronunciamiento por alguna de ambas Cámaras, vencido el plazo anterior, implicará automáticamente el rechazo del decreto.

Poner la Presidencia en manos de la oposición

En este tema hemos tomado el ejemplo de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Facultades Delegadas al Poder Ejecutivo Nacional por la ley 25.561. La presidencia en manos de la oposición otorga a la Comisión un impulso distinto y forja la búsqueda del consenso democrático.

En caso de falta de remisión del decreto por el JGM:

El decreto será nulo de nulidad absoluta e insanable, y el Jefe de Gabinete incurrirá en responsabilidad política pasible de la sanción de censura de acuerdo a lo dispuesto por el Artículo 101 de la Constitución Nacional.

2. Terminar con la delegación legislativa

*Solamente atendiendo a estas dos grandes falencias que tanto daño le hacen a nuestras instituciones podremos ir avanzando, paso a paso hacia una verdadera `Democracia representativa*, finalizó Naidenoff.