17 de mayo de 2006

LOS ABORÍGENES CHAQUEÑOS EN ESTADO DE EMERGENCIA

Nos debemos condiciones de igualdad, convivencia, participación y respeto por la identidad cultural.

El día del Aborigen Americano se celebra todos los 19 de abril, desde 1945 en nuestro país, pero eso no quiere decir que los restantes 364 días del año no nos acordemos de ellos.

 

El vocablo "aborigen" proviene del latín y significa "desde el origen" o "desde el principio", recalcando el orgullo de estos pueblos por ser los "dueños de la tierra" a la que en sus diferentes lenguas la siguen llamando Madre. Argentina también tiene rostro indígena. Siempre la tuvo, aunque muchos cerraron los ojos a esta realidad. O lo que es peor: taparon las miradas de niños y jóvenes para negar su existencia. Y así, fueron achicando también horizontes, sin darse cuenta que todos en América tenemos una raíz y hasta un presente en cierto modo aborigen. Empobrecidos y relegados, los aborígenes de hoy, no pretenden ya privilegios por su condición de primeros habitantes del continente, solo aspiran a que se los trate como iguales, que se les reconozca el derecho a la tierra donde habitan en comunidades, igualdad de oportunidades: de estudio, de trabajo y progreso, y el respeto a los valores de sus culturas.

 

La provincia del Chaco posee una población de aproximadamente 55.000 indígenas, que pertenecen a las etnias Tobas, Mocovíes y Wichís. Todas ellas enfrentan una problemática común: aislamiento, marginalidad y pobreza, debido fundamentalmente a un problema de inserción socio laboral.

 

A pesar que los niveles de pobreza e indigencia en la Argentina, se encuentran para la población en general en considerable baja, en el norte de nuestro país y más específicamente en la provincia del Chaco la situación que se presenta no es la misma. Esta realidad se agrava cuando nos ocupamos de las comunidades indígenas con un 98% de pobreza y más de un 92% de indigencia.

 

La infraestructura sanitaria, para todas las etnias son casi nulas, esto provoca un deterioro en sus condiciones de salud superior a la media de la población general. Según un estudio de la Universidad Nacional del Nordeste la prevalencia en la población aborigen del Chaco fue de 57.23% mientras que en el resto de la población provincial es de 12.8%.

 

En cuanto a la educación escolar, el porcentaje de ausentismo y deserción es elevado como también lo es el porcentaje de analfabetismo, pudiendo mencionarse entre las causas principales, las migraciones estacionales, la falta de escuelas bilingües y los programas no adaptados a la realidad aborigen.

Por si hicieran faltas más datos para significar el panorama de abandono de estos grupos poblacionales, podemos agregar que carecen de vivienda digna, agua potable, desagües cloacales, energía eléctrica.

En la población indígena se presentan dos realidades: los que habitan en las periferias de ciudades y pequeños centros poblados, y los que pertenecen a comunidades rurales alejadas de estas, en ambos, hogares y personas carecen de los ingresos suficientes para adquirir bienes y servicios destinados a satisfacer sus necesidades elementales. Los que habitan en urbes están limitados por la falta de inserción laboral y el empleo en negro, aquellos que pertenecen a comunidades rurales son campesinos pobres, principalmente bajo la categoría de trabajadores familiares no remunerados, o bien pequeños productores familiares, sin perspectivas de mejorar su bienestar económico, social y cultural.

 

En este estado de emergencia son necesarias políticas públicas focalizadas, desde lo asistencial para paliar la deficiencia y crisis que sumergen a las poblaciones indígenas marginadas, articulando programas alimentarios, de salud y de subsidios especiales destinados a fomentar el empleo y producción rural. Es indispensable que esas políticas respeten las formas, idiosincrasia y cultura de las comunidades asistidas, y que posibiliten una plena participación de los involucrados en la identificación y resolución de sus problemáticas.

 

En la última reforma Constitucional se realizaron una serie de correcciones y se incorporaron nuevos derechos respecto a los pueblos aborígenes. Los derechos indígenas están reconocidos en el artículo 75, inciso 17: *Corresponde al Congreso: Reconocer la preexistencia de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptibles de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.*

 

Por su parte la Ley 23.302, sancionada en 1985 y reglamentada en el año 1989 trata *Sobre Política Indígena y Apoyo a las Comunidades Aborígenes* y declara *de interés nacional la atención y apoyo a los aborígenes, su defensa y desarrollo para su participación en el proceso socioeconómico cultural de la Nación, respetando sus propios valores y modalidades. A ese fin se implementarán planes que permitan su acceso a la propiedad de la tierra y el fomento de la producción agropecuaria, forestal, minera, industrial o artesanal. (art. 1º)."

 

Es por eso que durante el mes de abril de este año, presenté un proyecto que propicia la creación de un fondo para asistir a la situación de emergencia social por la que están atravesando las comunidades indígenas de la Provincia del Chaco, financiando proyectos que favorezcan el restablecimiento de condiciones de igualdad con respecto al resto de los grupos poblacionales, en el acceso a la salud, la educación, el trabajo, la vivienda y la infraestructura social básica. Promoviendo la participación activa de las poblaciones implicadas y el respeto por su identidad y cultura, como una forma de aceptar en una misma Nación la convivencia de dos culturas diferentes que pueden perfectamente unirse sin imposiciones.

 

A partir de este proyecto, el titular del INAI, doctor Jorge Rodríguez aseguró que se están diseñando programas de focalización regional que atiende a los temas propuestos en mi proyecto de ley: atención de las necesidades alimentarias; promoción de minicultivos, huertas y granjas; financiamiento para la construcción y mantenimiento de la infraestructura de salud; formación de profesionales de la salud especializados en la atención de las comunidades atendiendo a su cultura e idiosincrasia; financiamiento para la formación de docentes bilingües para atender las necesidades de las distintas étnias, como también para programas adaptados a dichas necesidades; microcréditos para proyectos productivos; promoción comercial de los productos elaborados por aborígenes en ferias nacionales e internacionales; financiamiento de viviendas atendiendo a las necesidades, formas de vida, constructivas y de apropiación del espacio de las comunidades indígenas; financiamiento de obras para la provisión de agua potable y cloacas; entre otras necesidades de los aborígenes. Estas necesidades van a ser atendidas a través de varios programas vigentes de los Ministerios de Desarrollo Social y de Salud de la Nación: Plan de Seguridad Alimentaria, Plan de Desarrollo Local y Economía Social, y Programa Familias por la Inclusión Social, combinando los mismos con otros programas como Plan Remediar, Plan Social Agropecuario, INTA, Becas para estudiantes indígenas. Los representantes del Consejo de Participación Indígena, conformado por el INAI, tendrán como misión la articulación de estos planes para cubrir las necesidades de las comunidades aborígenes.

Estas necesidades van a ser atendidas a través de varios programas vigentes de los Ministerios de Desarrollo Social y de Salud de la Nación: Plan de Seguridad Alimentaria, Plan de Desarrollo Local y Economía Social, y Programa Familias por la Inclusión Social, combinando los mismos con otros programas como Plan Remediar, Plan Social Agropecuario, INTA, Becas para estudiantes indígenas.

Los representantes del Consejo de Participación Indígena, conformado por el INAI, tendrán como misión la articulación de estos planes para cubrir las necesidades de las comunidades aborígenes

Jorge Milton Capitanich