EL SENADO CONVIRTIÓ EN LEY EL INCENTIVO A LA PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES
Capitanich resaltó la trascendencia del proyecto
El Senado convirtió en ley un proyecto que promueve el desarrollo industrial del biocombustible a partir de incentivos fiscales, con el objetivo de reducir la contaminación y sustituir recursos no renovables.
El proyecto original del senador Falcó fue aprobado por el Senado y regresó al recinto de la Cámara Alta en virtud de las modificaciones que sufrió en la Cámara de Diputados en la sesión del 22 de marzo pasado. Si bien las modificaciones fueron criticadas en varios aspectos por los senadores, especialmente de la oposición, sin embargo se resaltó que el espíritu del mismo se conserva y se destacó la importancia del proyecto en el futuro de la producción de biocombustible en la Argentina.
El proyecto conlleva incentivos fiscales para quienes produzcan biodisel, generando además una cobertura adicional de energía para el país en virtud de que durante los últimos años Argentina exporta diesel, y con el consiguiente beneficio por tratarse de energía no contaminante.
Energía no contaminante
El proyecto propicia la elaboración de diesel y alcohol a partir de vegetales mezclados con gasoil y nafta, y de esta forma generar un combustible que no castiga el medio ambiente. La iniciativa cosechó 39 votos a favor a los cambios que introdujo la Cámara de Diputados y 21 en contra, tras dos horas de debate.
El mayoritario bloque justicialista apoyó las amplias modificaciones de Diputados, mientras que la oposición encabezada por la UCR insistió sin suerte con el texto original de la Cámara alta.
El autor del proyecto, el radical Luis Falcó, criticó los cambios que colocó la Cámara baja argumentando que *el proyecto es otro, le han cambiado hasta el título*, se quejó.
Por su parte, el senador Jorge Capitanich actuó como miembro informante del Bloque del PJ defendiendo los cambios de Diputados y dijo que el régimen para promocionar el biocombustible le permitirá al país *diversificar la oferta de energía, reduciendo enormemente la contaminación y permitiendo el desarrollo de economías regionales*. Por otra parte, Capitanich también destacó que "el proyecto permitirá al gobierno establecer un precio de referencia y de ser necesario subsidiar a las pequeñas empresas de manera tal que la inversión sea rentable, otorgándole además un mercado para su venta".
Capitanich también destacó que "el proyecto otorga un 20 por ciento del cupo fiscal para la promoción de la actividad en las economías regionales".
Por otra parte, el senador chaqueño resaltó que "durante los últimos años, Argentina importa gasoil para satisfacer las necesidades del mercado interno, generando un gran costo fiscal en virtud de que el mismo es subsidiado ya que el costo de venta en los surtidores es menor que el que se paga a los otros países. Los beneficios fiscales que otorga este proyecto se cubrirán con la reducción del costo fiscal generado por la exportación".
Los principales cambios
Uno de los cambios que aceptó el Senado tiene que ver con la autoridad de aplicación de la norma, que quedará bajo la órbita de la secretaria de Energía, que encabeza Daniel Cameron.
Además, se avaló la facultad para que el Poder Ejecutivo establezca precios de referencia y se otorgó un 20 por ciento del cupo fiscal a las economías regionales.
Se incorporó, por otro lado, la posibilidad de que el Gobierno del presidente Néstor Kirchner distribuya subsidios para promocionar empresas del sector que se establezcan en distintas regiones del país, aunque sin especificar los montos ni el criterio de selección.
¿Qué son los biocombustibles?
La combustibles que se utilizan actualmente, derivados del petróleo, son de origen fósil. El proyecto convertido en ley impulsa un régimen promocional para el desarrollo, generación y uso de Biocombustibles. Apuesta a un desarrollo serio de las alternativas renovables como biodiesel y bioetanol a partir de biomasa que permitirían, además de otros beneficios, alejar ese horizonte de agotamiento de los recursos renovables de origen fósil, al favorecer la disminución del consumo de nafta y gasoil.
Argentina es naturalmente rica en posibilidades de producir biomasa -energía que ha sido almacenada mediante el proceso de fotosíntesis de los vegetales- para generar combustibles. Allí se inscribe la alternativa de biocombustibles derivados de la soja, girasol, colza, algodón, palma, cártamo, tártago, maíz, caña de azúcar, remolacha, sorgo dulce, papas y otros más -inclusive grasas animales y aceites vegetales usados-, para la generación de biodiesel y bioetanol. Además, como beneficio complementario, los combustibles renovables son absolutamente amigables con el medio ambiente, primer beneficiado de un plan de esta envergadura.
Por otra parte, la ley generaría otro beneficio como es la posibilidad de generar puestos de trabajo a partir de la producción de biocombustibles.



