Exhibición tinta y fuego en la Estación “Congreso” del Subte A
En tres folios manuscritos, los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata sellaron con tinta firme y voluntad inquebrantable el nacimiento de una Nación libre. Corría 1816, y en medio de la incertidumbre y las ruinas de un Imperio, una voz se alzó con dignidad para declarar que debíamos ser "una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli."
Este documento es un acto de fe. Fe como certeza de lo que se espera, como convicción de lo que aún no se ve. Fue escrito con la mirada puesta en una patria que todavía no existía, como quien deja atrás lo conocido, sin temer la furia de los poderosos, sosteniéndose como viendo al Invisible.
Hoy, frente al ir y venir de los pasos cotidianos, se alza este legado junto a la bandera argentina. Que quien pase, vea. Que quien vea, recuerde. Que quien recuerde, defienda.