COMUNICADO COMISIÓN BANCA DE LA MUJER
Como senadoras nacionales integrantes
de la Comisión Banca de la Mujer del H. Senado de la Nación, y ante los hechos
de público conocimiento, por los cuales se podrían estar adoptando medidas
alternativas a la privación de la libertad en establecimientos penitenciarios,
como la prisión domiciliaria, manifestamos nuestra profunda preocupación por
los riesgos que podría implicar para las víctimas, la libertad de personas
detenidas o condenadas por delitos contra la integridad sexual o hechos de
violencia contra las mujeres. En particular, nos referimos al acercamiento o
contacto de los agresores con sus víctimas.
Sabemos que los ámbitos carcelarios
ofrecen dificultades a la eficacia de las medidas de distanciamiento con que el
gobierno viene intentando retrasar los niveles de contagio por COVID-19 y nos
pronunciamos por el reconocimiento al derecho a la salud de las personas
privadas de libertad, pero en estos difíciles y complejos momentos que estamos
atravesando, en los que el aislamiento social, preventivo y obligatorio
profundiza y recrudece la violencia por razones de género, es que los esfuerzos
tienen que estar también concentrados en garantizar el acceso a la justicia y a
la protección efectiva de las mujeres y de sus hijos e hijas.
Atento a la gravedad de sus actos,
las personas privadas de libertad por delitos contra las mujeres, deben
efectuar sus condenas en establecimientos penitenciarios. Éstos deben cumplir
con lo establecido en nuestra Constitución Nacional en su artículo 18, debiendo
ser sanas y limpias. Claro está que la pandemia que transcurre debido al virus
COVID-19, puede dificultar ese mandamiento, por lo que debemos extremar los
cuidados sanitarios para evitar contagios, pero nunca desamparar a la sociedad
ni a las víctimas, devolviendo a las calles a quienes cometieron delitos que
vulneran las autonomías de las mujeres, sin haber finalizado previamente su
condena.
Este escenario judicial, además de
suponer un peligro para la sociedad, conlleva asimismo una verdadera
vulneración de los derechos de todas las mujeres frente a la cual debemos
actuar de inmediato. La violación, el abuso sexual, el femicidio y el maltrato
son fenómenos que afectan a mujeres y niñas especialmente y de ninguna manera
podemos convalidar que quienes cometen estos delitos puedan poner nuevamente en
peligro a más mujeres.
En el marco del absoluto respeto a su
independencia, exhortamos al Poder Judicial a que se encamine en el mismo
sentido.