Número de Expediente 1554/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
1554/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | FALCO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES ACERCA DEL AUMENTO DE LA MORTALIDAD INFANTIL .- |
Listado de Autores |
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Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
26-05-2004 | 02-06-2004 | 98/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
27-05-2004 | 08-07-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
27-05-2004 | 08-07-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 02-08-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 26-07-2004 |
SANCION: Com.Art106 |
COMENTARIO: |
NOTA:DESPACHO 175/04 |
PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS
ORIGEN | TIPO | NUMERO | FECHA | AR |
---|---|---|---|---|
PE | RP | 879/04 | 02-02-2005 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1554/04)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, por intermedio del
Ministerio de Salud de la Nación, informe a la brevedad a esta Cámara,
respecto de las medidas a tomarse en el ámbito de la atención primaria
de la salud, ante el aumento de la mortalidad infantil en el país,
entre otros indicadores de salud materno infantil, a saber:
1) análisis sobre la denuncia de fragmentación que existiría entre los
servicios de salud nacionales, provinciales, municipales, públicos y
privados, con falta de coordinación y complementación de recursos;
2) análisis sobre la inequidad en la atención que existiría entre los
distintos grupos sociales;
3) análisis sobre la denunciada ineficiencia de los servicios que, en
su mayoría, se centrarían en la reparación de la enfermedad y uso de
tecnología, en detrimento de la prevención y la promoción de la salud.-
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La crisis económica y el mayor nivel de pobreza golpean a los menores
de 1 año. En contra de la tendencia descendente registrada en los años
1999, 2000 y 2001,la mortalidad infantil -significativo indicador de la
situación socioeconómica de un país- se incrementó levemente en la
Argentina, según surge de las últimas cifras oficiales emanadas del
Ministerio de Salud de la Nación.
Los últimos datos oficiales corresponden a 2002, y revelan que la tasa
de mortalidad infantil creció de 16,3 por mil -cifra de 2001- al 16,8
por mil, en 2002. La cuestión que enmarca este aumento, es que dentro
de los indicadores de salud materno infantil, varios de ellos
aumentaron: el porcentaje de nacidos vivos de muy bajo peso (peso
conocido) que pasó del 1,1 por mil a 1,2 por mil; el porcentaje de
nacidos vivos de bajo peso (peso conocido), de 7,4 por mil a 7,8 por
mil; el porcentaje de nacidos vivos de madres menores de 15 años, pasó
de 0,4 por mil a 0,5 por mil y la tasa de mortalidad materna, de 4,3
por mil a 4,6 por mil.
Es innegable que debemos vincular dichos incrementos con la situación
de crisis y quiebre institucional que sufrimos hace poco. Los
funcionarios nacionales del área competente afirman que las cifras
preliminares de 2003 -que se conocerán a fines de este año- indican que
"se podría esperar un mantenimiento del indicador en los niveles
actuales y, en algunas provincias, incluso habría una tendencia a
disminuir".
Sin embargo, la mortalidad infantil -que registra los fallecimientos de
los menores de un año, en relación con la cantidad de nacidos vivos en
un año- es un indicador "lento" que no reflejaría en forma inmediata
los más profundos efectos de la crisis. De allí la significación que
conlleva el hecho que la tasa haya crecido -aunque sea levemente- en la
Argentina, y la importancia que tendrán los números de 2003, en un país
donde la pobreza creció desmesuradamente en los últimos años.
Para expertos en la materia, entretanto, en la Argentina la tasa de
fallecimientos de menores de un año no debería superar los 15 por mil,
si se considera el nivel de desarrollo del país y, en particular, la
inversión en salud realizada en la década del '90, que es
significativamente mayor a la de países vecinos con indicadores
sanitarios sustancialmente mejores a los nacionales. Así, mientras la
Argentina gasta en salud el 9,5 por ciento del producto bruto interno y
su tasa de mortalidad infantil trepa a 16,8, Chile invierte sólo el 7
por ciento de su PBI, y su mortalidad infantil asciende sólo a 10,1 por
mil nacidos vivos, de acuerdo con los datos para 2002 de la
Organización Panamericana de la Salud.
Vayamos a las palabras oficiales. Según explicó la titular de Promin a
nivel nacional a distintos medios provinciales, en la Argentina el 70
por ciento de los fallecimientos de los bebés se produce en el primer
mes de vida, "lo que se relaciona en buena medida con el estado en el
que llega la madre al parto, es decir, la atención primaria durante el
embarazo y las condiciones socioeconómicas de la gente".
Otra parte de las muertes ocurridas en esta etapa se vincula, a su vez,
con problemas congénitos y el acceso a los servicios de salud. "La
preponderancia de los fallecimientos en el primer mes de vida, que se
denomina mortalidad neonatal, es una tendencia histórica en el país y,
por lo tanto, es en esa etapa donde se juega casi todo", dijo Nora
Rébora. Más adelante, en la capacidad de supervivencia de los bebés, la
funcionaria remarcó que pesan fuertemente dos factores sociales: la
edad y el nivel de escolaridad de la madre.
Las cifras al respecto son elocuentes. El ex presidente de la Sociedad
Argentina de Pediatría, filial Córdoba, y adjunto de la cátedra de
clínica pediátrica de la Universidad Nacional de Córdoba, en medios
provinciales fue categórico: "...en el grupo de madres adolescentes la
mortalidad infantil es un 50% más elevada que en el promedio nacional",
a la vez que enfatizó que lo mismo ocurre con el nivel educativo: los
hijos de una madre analfabeta o con estudios primarios incompletos,
mueren cuatro veces más que los de madres universitarias.
Además, según informó la titular de Promin, desde los últimos años se
advierte en la Argentina una tendencia creciente en la cantidad de
embarazos adolescentes. En concreto, la funcionaria precisó que de los
alrededor de 700 mil nacimientos anuales que se producen en la
Argentina, 100 mil corresponden hoy a chicas entre 10 y 19 años.
La clave del problema y la razón de la presente iniciativa es entonces
la atención primaria de la salud. El acceso a los servicios de salud,
es decir la adecuada y oportuna atención de la embarazada, el parto y
el niño durante los primeros meses de vida, es también un factor de
peso en la mortalidad infantil. En este área se advierten hoy en el
país tres problemas:
1) la fragmentación existente entre los servicios de salud nacionales,
provinciales, municipales, públicos y privados, con falta de
coordinación y complementación de recursos;
2) la inequidad en la atención que existe entre los distintos grupos
sociales, que hace que los menos favorecidos sumen dificultades en el
acceso por horarios reducidos, turnos demorados y una azarosa
derivación a niveles de complejidad;
3) la denunciada ineficiencia de los servicios que, en su mayoría, se
centran en la reparación de la enfermedad y uso de tecnología, en
detrimento de la prevención y la promoción de la salud.
Estos son a mi juicio, algunos de los puntos más débiles del sistema
sanitario argentino y sobre los cuales propongo a mis pares interrogar
a la cartera nacional.
Considerando lo vertido hasta aquí suficiente fundamentación, insto a
mis colegas a aprobar el presente.-
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-1554/04)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, por intermedio del
Ministerio de Salud de la Nación, informe a la brevedad a esta Cámara,
respecto de las medidas a tomarse en el ámbito de la atención primaria
de la salud, ante el aumento de la mortalidad infantil en el país,
entre otros indicadores de salud materno infantil, a saber:
1) análisis sobre la denuncia de fragmentación que existiría entre los
servicios de salud nacionales, provinciales, municipales, públicos y
privados, con falta de coordinación y complementación de recursos;
2) análisis sobre la inequidad en la atención que existiría entre los
distintos grupos sociales;
3) análisis sobre la denunciada ineficiencia de los servicios que, en
su mayoría, se centrarían en la reparación de la enfermedad y uso de
tecnología, en detrimento de la prevención y la promoción de la salud.-
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La crisis económica y el mayor nivel de pobreza golpean a los menores
de 1 año. En contra de la tendencia descendente registrada en los años
1999, 2000 y 2001,la mortalidad infantil -significativo indicador de la
situación socioeconómica de un país- se incrementó levemente en la
Argentina, según surge de las últimas cifras oficiales emanadas del
Ministerio de Salud de la Nación.
Los últimos datos oficiales corresponden a 2002, y revelan que la tasa
de mortalidad infantil creció de 16,3 por mil -cifra de 2001- al 16,8
por mil, en 2002. La cuestión que enmarca este aumento, es que dentro
de los indicadores de salud materno infantil, varios de ellos
aumentaron: el porcentaje de nacidos vivos de muy bajo peso (peso
conocido) que pasó del 1,1 por mil a 1,2 por mil; el porcentaje de
nacidos vivos de bajo peso (peso conocido), de 7,4 por mil a 7,8 por
mil; el porcentaje de nacidos vivos de madres menores de 15 años, pasó
de 0,4 por mil a 0,5 por mil y la tasa de mortalidad materna, de 4,3
por mil a 4,6 por mil.
Es innegable que debemos vincular dichos incrementos con la situación
de crisis y quiebre institucional que sufrimos hace poco. Los
funcionarios nacionales del área competente afirman que las cifras
preliminares de 2003 -que se conocerán a fines de este año- indican que
"se podría esperar un mantenimiento del indicador en los niveles
actuales y, en algunas provincias, incluso habría una tendencia a
disminuir".
Sin embargo, la mortalidad infantil -que registra los fallecimientos de
los menores de un año, en relación con la cantidad de nacidos vivos en
un año- es un indicador "lento" que no reflejaría en forma inmediata
los más profundos efectos de la crisis. De allí la significación que
conlleva el hecho que la tasa haya crecido -aunque sea levemente- en la
Argentina, y la importancia que tendrán los números de 2003, en un país
donde la pobreza creció desmesuradamente en los últimos años.
Para expertos en la materia, entretanto, en la Argentina la tasa de
fallecimientos de menores de un año no debería superar los 15 por mil,
si se considera el nivel de desarrollo del país y, en particular, la
inversión en salud realizada en la década del '90, que es
significativamente mayor a la de países vecinos con indicadores
sanitarios sustancialmente mejores a los nacionales. Así, mientras la
Argentina gasta en salud el 9,5 por ciento del producto bruto interno y
su tasa de mortalidad infantil trepa a 16,8, Chile invierte sólo el 7
por ciento de su PBI, y su mortalidad infantil asciende sólo a 10,1 por
mil nacidos vivos, de acuerdo con los datos para 2002 de la
Organización Panamericana de la Salud.
Vayamos a las palabras oficiales. Según explicó la titular de Promin a
nivel nacional a distintos medios provinciales, en la Argentina el 70
por ciento de los fallecimientos de los bebés se produce en el primer
mes de vida, "lo que se relaciona en buena medida con el estado en el
que llega la madre al parto, es decir, la atención primaria durante el
embarazo y las condiciones socioeconómicas de la gente".
Otra parte de las muertes ocurridas en esta etapa se vincula, a su vez,
con problemas congénitos y el acceso a los servicios de salud. "La
preponderancia de los fallecimientos en el primer mes de vida, que se
denomina mortalidad neonatal, es una tendencia histórica en el país y,
por lo tanto, es en esa etapa donde se juega casi todo", dijo Nora
Rébora. Más adelante, en la capacidad de supervivencia de los bebés, la
funcionaria remarcó que pesan fuertemente dos factores sociales: la
edad y el nivel de escolaridad de la madre.
Las cifras al respecto son elocuentes. El ex presidente de la Sociedad
Argentina de Pediatría, filial Córdoba, y adjunto de la cátedra de
clínica pediátrica de la Universidad Nacional de Córdoba, en medios
provinciales fue categórico: "...en el grupo de madres adolescentes la
mortalidad infantil es un 50% más elevada que en el promedio nacional",
a la vez que enfatizó que lo mismo ocurre con el nivel educativo: los
hijos de una madre analfabeta o con estudios primarios incompletos,
mueren cuatro veces más que los de madres universitarias.
Además, según informó la titular de Promin, desde los últimos años se
advierte en la Argentina una tendencia creciente en la cantidad de
embarazos adolescentes. En concreto, la funcionaria precisó que de los
alrededor de 700 mil nacimientos anuales que se producen en la
Argentina, 100 mil corresponden hoy a chicas entre 10 y 19 años.
La clave del problema y la razón de la presente iniciativa es entonces
la atención primaria de la salud. El acceso a los servicios de salud,
es decir la adecuada y oportuna atención de la embarazada, el parto y
el niño durante los primeros meses de vida, es también un factor de
peso en la mortalidad infantil. En este área se advierten hoy en el
país tres problemas:
1) la fragmentación existente entre los servicios de salud nacionales,
provinciales, municipales, públicos y privados, con falta de
coordinación y complementación de recursos;
2) la inequidad en la atención que existe entre los distintos grupos
sociales, que hace que los menos favorecidos sumen dificultades en el
acceso por horarios reducidos, turnos demorados y una azarosa
derivación a niveles de complejidad;
3) la denunciada ineficiencia de los servicios que, en su mayoría, se
centran en la reparación de la enfermedad y uso de tecnología, en
detrimento de la prevención y la promoción de la salud.
Estos son a mi juicio, algunos de los puntos más débiles del sistema
sanitario argentino y sobre los cuales propongo a mis pares interrogar
a la cartera nacional.
Considerando lo vertido hasta aquí suficiente fundamentación, insto a
mis colegas a aprobar el presente.-
Luis A. Falcó.-