12 de julio de 2018

LA COMISIÓN BICAMERAL SOBRE EL SUBMARINO SAN JUAN RECIBIÓ DOS NUEVOS TESTIMONIOS

En una nueva jornada de trabajo de la Comisión Bicameral Especial Investigadora Sobre la Desaparición, Búsqueda y Operaciones de Rescate del Submarino ARA San Juan expusieron hoy el actual Director General de Inteligencia de la Armada, contraalmirante Pedro Galardi, y el suboficial primero Rubén Darío Espínola.

Galardi, quien el 15 de noviembre del año pasado ocupaba el máximo cargo del área de Personal y Salud de la Armada, detalló todas las tareas que desarrolló su área "en apoyo a los familiares" de los 44 tripulantes del San Juan, desde poco después de perderse contacto con el buque. 


"El marino se sometió a los interrogantes que le plantearon los legisladores y familiares, especialmente con relación a su actual cargo de Director de Inteligencia, que ocupa desde el pasado 14 de marzo, en razón de que en el submarino se encontraba el cabo principal Enrique Damián Castillo, que era personal de inteligencia de la Armada.

Castillo "era el único que no era submarinista, no tenía hecho el curso de escape y estaba allí por obedecer una orden de un superior", hizo saber su esposa Anabella a través de una carta que fue leída en la sesión, mientras que su hermana Mabel remarcó que "no es normal que se embarque en una embarcación de alto riesgo como un submarino a alguien que no tenía una función específica que cumplir y ni siquiera tenía el curso" que se requiere para saber cómo actuar en casos de emergencias.

"Durante todo el 2017 fue habitual el embarque de personal de inteligencia en los buques", reconoció Galardi basándose en un relevamiento que realizó a poco de hacerse cargo de la Dirección de Inteligencia y aceptó que, tras lo sucedido, "sin duda hay que analizar y rever" ese tema.

El contraalmirante aseguró que tras tomarse conocimiento de la desaparición del navío se instrumentaron desde el área de Personal que comandaba "una serie de medidas" destinadas a "ayudar a las familias" aunque reconoció que "seguramente que fue insuficiente, dado que en estos casos todo resulta insuficiente, pero fue lo que tratamos de hacer para ayudar de la mejor manera posible y con absoluta entrega".

"Ante semejante tragedia que afecta en forma tremenda a cada familia y a la Armada, todo lo que se pueda hacer es poco, porque nada sustituye la pérdida de un familiar", enfatizó Galardi.Por su parte, el suboficial primero Espínola, que se encontraba de guardia el 15 de noviembre como supervisor de comunicaciones de la Base Naval de Mar del Plata -día en que supuestamente se produjo el naufragio del San Juan-, dijo que "a las 14.18 h recibimos, por tres frecuencias (destinadas a ese sumergible), posibles comunicaciones del submarino, con 5 minutos de diferencia".

No obstante aclaró que no logró "tener enlace con el submarino" y consignó que ese mismo día mantuvo contacto con "el suboficial de guardia de la central de comunicaciones de submarinos" para contarle lo que había percibido, aunque reconoció que esos mismo detalles no los dejó asentados en el libro de guardia de su sector, lo cual recién hizo el 18 de noviembre, tres días después de ocurrido el hecho.